Las enfermedades mentales no distinguen género. Incluso son los hombres quienes tienen más pensamientos suicidas que las mujeres, el problema es que ellos sí llegan a consumarlo, señaló Benjamín Guerrero López, del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina.

En el texto Silencio, compañero del hombre en enfermedad publicada en la Gaceta UNAM, elaborada por Fabiola Méndez, se señala que “el concepto de hombría impide soluciones a tiempo a males que pueden conducir, incluso al suicidio”.

Los hombres tienden a refugiarse en el alcohol “para demostrar su hombría”, en lugar de expresar cómo se sienten,  por lo tanto reciben las atenciones adecuadas, se refugian tanto en el alcohol como otras adicciones, entre ellas los videojuegos, acciones que son socialmente aceptables que sólo ocultan el problema.

La dependencia al alcohol es más presente en el 3.9 por ciento de las hombres, en las mujeres un 0.6 por ciento. En los hombres es más común la esquizofrenia, los síntomas son más severos en hombres que en mujeres; y el trastorno por déficit de atención, la proporción de hombres-mujeres es de tres a uno.

El académico del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental apela a acabar con el tabú social de que los hombres tienen que ser vigorosos, “hay que acabar con esa barrera social, hay que decir y aceptar lo que les está pasando”, dijo.

La Facultad de Medicina cuenta con talleres impartidos por el Departamento de Psiquiatría y Salud Mental cuyo propósito es identificar las problemáticas y herramientas para manejarlas.

Con información de Gaceta UNAM

DJT