En la cultura popular los hombres han utilizado los piropos como una herramienta de conquista. Gritar por la calle: “Quien fuera caramelo para poder derretirse en tu boca” se considera una práctica de seducción, sin embargo, esto sexualiza, objetiviza y violenta a la mujer que lo recibe.
Los piropos también son machistas
Los piropos son un ejemplo de micromachismo que se escuchan en lo cotidiano. Es la normalización de comportamientos y palabras violentas dirigidas principalmente al cuerpo femenino. Durante años se ha considerado a los piropos como halagos, pero son frases que incomodan, avergüenzan e intimidan a las mujeres, de acuerdo con artículos especializados en temas de género.
Acoso callejero en 1951.
— Ivanna ?? (@IvannaPrez12) December 15, 2020
Foto que se puede escuchar. pic.twitter.com/pSKq8wcwRk
Estas expresiones visibilizan estereotipos de belleza enfocados principalmente en el cuerpo. Son miradas, lenguaje sexual agresivo e intimidaciones que los hombres “lanzan” a las mujeres -en su mayoría- desconocidas. La profesora Virginia Acuña de la Universidad de Vigo dijo acerca de los piropos: “Está intimamente ligado a una visión tradicional de las mujeres como sexo bello cuya cualidad principal es su atractivo. La persona que lo hace esta es una posición de poder y autoridad”.
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“Ni bañándome se me quitó todo lo sucio que quiero hacerte”.
¿Qué hay detrás de los piropos?
En diferentes países como Chile, Perú o Colombia se han realizado campañas contra el acoso callejero, porque no es una práctica exclusiva de México. No es responsabilidad de las mujeres recibir un piropo con agradecimiento, estos actos son un indicador de violencia de género y un problema social, han señalado feministas.
La autora feminista Kate Millet afirmó: “Una cultura de piropos es propia de una cultura machista, ya que esta trata los cuerpos de las mujeres como propiedad pública, sobre la cual todo hombre tiene derecho de opinar”.
Esta práctica no es deseada por la persona que la recibe, es decir, la mujer y provoca efectos como cambiar las rutas habituales por temor de reencontrarse con sus agresores, modificar horarios para transitar en el espacio público, preferir caminar acompañada y/o modificar la vestimenta, como han comentando seguidoras de La Cadera de Eva.
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¿Cuándo se puede decir un piropo?
El Instituto de la Mujer de Castilla- La Mancha en España creó una guía rápida para saber cuándo puedes decir un piropo. La guía señala que únicamente se pueden utilizar en caso de conocer y tener suficiente confianza con la mujer; sin embargo, son expresiones, que aún así, violentan, objetivizan, sexualizan o demuestran poder sobre ellas.
Los piropos son un tipo de acoso callejero, por esa razón no se debe normalizar ni reproducir. Estos silbidos, miradas, gritos, exhibicionismos y expresiones directas o indirectas sobre el cuerpo de la mujer se practican regularmente en la vía pública, transporte público, escuelas, parques o centro comerciales, como se ha reportado en diversos diarios.
“Si yo fuera un avión y tú mi aeropuerto aterrizaría todos los días en tu exquisito cuerpo”.
¿Qué se puede hacer?
En el año 2017, la ONU Mujeres y el Gobierno de la Ciudad de México lanzó una campaña en contra del acoso sexual que padecen las mujeres y niñas en el transporte público. En la Ciudad de México, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) la violencia reportada con más frecuencia fueron los piropos con un 74% de las mujeres encuestadas. La campaña estuvo focalizada en confrontar la normalización de actos de acoso, y agresiones sexuales como estos.
La Ley de Cultura Cívica de la Ciudad de México (2019) refiere en su artículo 26 fracción IX: “Proferir silbidos o expresiones verbales de connotación sexual a una persona con el propósito de afectar su dignidad” son acciones consideradas acoso y estipula una multa aproximada de entre 929 a 3 mil 379 pesos; un arresto de entre 13 a 24 horas; o trabajo a la comunidad.