El autocuidado dentro de la vida sexual activa es de suma importancia, pero ante la ineficacia de un sistema de salud que discrimina y vulnera a las personas con distintas expresiones de género, la población ha tenido que crear alternativas para crear consciencia sobre la importancia del autocuidado, argumenta Miriam Ruiz, Directora Regional de Programas de Pruebas y Prevención en AHF, en entrevista con La Cadera Eva.
Las personas que iniciaron AHF eran quienes cuidaban de sus amigos cuando comenzaban los primeros casos de SIDA (no se sabía que había un virus llamado VIH y sólo se decía SIDA), es por ello que considera que este movimiento es social y lleno de amor. Cuando al Estado no le importaba que las personas murieran y eran discriminadas por los discursos mediáticos ligados a la “promiscuidad”, las mujeres lesbianas y trans fueron quienes se encargaron de cuidar a sus amigos y, del mismo modo, tuvieron que ver morir a muchos, de acuerdo con Miriam Ruiz.
{"quote":"Gracias a las mujeres que cuidaron, tres décadas después podemos saber que no es lo que llevas en el corazón. Tú puedes llevar en el corazón a un hombre o a una mujer o a un hombre y tres mujeres, pero ese no es el riesgo para adquirir VIH, el riesgo tiene que ver con la protección y las prácticas sexuales. –Miriam Ruiz."}
Con el pasar de los años y el avance de la ciencia AHF buscó llevar las pruebas rápidas a distintas personas que se encuentran en situaciones vulnerables y de riesgo, para así poder tener un diagnóstico temprano y, al mismo tiempo, terminar con el estigma que existe en torno a las pruebas y resignificarlas como un acto de amor propio y autocuidado.
Miriam Ruiz explica que la falta de autocuidado se debe a los estigmas que existen primero, entorno a “las cuerpas” de las mujeres, así como los estereotipos patriarcales que se extienden a los demás cuerpos, por ejemplo las visiones de cómo debe ser un hombre o una mujer.
Es así como el Estado había evitado brindar mensajes de autocuidado hacia las personas con una vida sexual activa, por lo que el aprendizaje en torno a esto se da por medio de pláticas entre personas con las mismas condiciones. Esto se debe, según Miriam, a los estigmas culturales que existen en cuanto a la sexualidad y los valores religiosos con los que se rigen muchas familias.
{"quote":"Los mensajes de autocuidado que vienen desde el Estado son muy recientes y justamente estos sistemas de salud han sido históricamente discriminadores y no empatizan con la experiencia de las personas. Es lo más común que una persona salga muchas veces de cualquier consultorio médico y diga ‘ay, me regañaron’, y las experiencias, por ejemplo, de mujeres trans, bisexuales o lesbianas son totalmente traumáticas por cómo está diseñado el sistema, comenta Miriam Ruiz."}
Debido a esta falta autocuidado, AHF está presente en América Latina y el Caribe, así como en 12 países más, su trabajo se centra principalmente en pequeños centros donde hacen pruebas de VIH y consulta de ITS, pero también han llevado la prueba a la calle en diferentes jornadas. Para Miriam Ruiz es muy emocionante y muy hermoso llevarla a las marchas porque, “desde nosotros es una manera de decir ‘bueno, ya que estamos aquí anímate a conocer tu estatus’ y así difundimos el mensaje de autocuidado”.
Es así como frente a un sistema de salud que discrimina y no brinda las herramientas necesarias para hacer del autocuidado algo común, distintas organizaciones han tenido que comenzar la difusión de estos mensajes para buscar disminuir los factores de riesgo durante las relaciones sexuales. Un claro ejemplo de ello ha sido la red de apoyo para las personas con VIH o SIDA, afirma Miriam en entrevista.
El VIH no ha desaparecido
Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), durante 2020 en México fallecieron 4,573 personas debido al virus de inmunodeficiencia humana (VIH); 3, 815 hombres y 758 mujeres y de acuerdo con Miriam Ruiz el estigma, la discriminación y la falta de acceso a los servicios de salud hace que las personas llegaran muy tarde a un diagnóstico y eso se convierte la situación en algo más difícil, más costoso y con ello sube la mortalidad, es así como recalca la importancia de acercar las pruebas rápidas de VIH a las personas que las necesitan mientras que se implementan campañas para que las y los adolescentes “empiecen a descubrir la belleza de la sexualidad y lo hagan de una manera en la que sepan manejar sus riesgos”.
{"quote":"Hay personas que se encuentran en riesgo, porque ejercen trabajo sexual o están en una relación violenta o han sido agredidas sexualmente y en estas situaciones es más difícil encontrar un espacio a donde puedan acudir por una prueba y un diagnóstico, por ello es importante seguir llevando esas pruebas a la calle. –Miriam Ruiz."}
Si bien existen medicamentos sumamente eficaces que proporcionan salud a las personas con VIH, Miriam declara que, al habitar en un país de personas jóvenes, si no se tienen mensajes, campañas, una educación sexual integral en las escuelas y la deconstrucción de las masculinidades para eliminar todas las formas de violencia hacia las mujeres, entonces las cifras de VIH no van a disminuir porque hay más personas vulnerables y no existe una cultura de la prevención.
Así mismo, Miriam resalta la importancia de capacitar y sensibilizar al personal de salud para que no vulnere a las personas que están buscando acompañamiento médico.
{"quote":"Muchas veces el personal médico insiste en gritarles el nombre que está en el acta de nacimiento o en el carnet, esto hace que las personas no quieran ir, nadie quiere ir a un lugar donde sientes maltratado, ni por tu salud. Entonces eso sería algo relativamente simple, si hubiera por lo menos la conciencia de capacitar a todo a todo el equipo, no nada más médico, también al asistente de recepción o al guardia de la entrada. –Miriam Ruiz."}
El autocuidado como amor propio
La cultura de autocuidado es vital dentro de la comunidad LGBTI+. Sin embargo, la falta de información y los malos tratos por el personal de salud hace que las personas dejen de asistir. En este sentido, Miriam Ruiz señala:
“Pues voy a hablar como una mujer heterosexual, porque a mí como feminista no me gusta que me representen entonces tampoco puedo decir que en mis células lleven la vivencia, pero sí tengo gente muy querida y la gente con la que trabajamos que nos dice por qué es tan difícil llegar a ese punto de autocuidado. Porque para llegar al punto de autocuidado primero se debe tener una conciencia de tu persona y de tu valía y en esta sociedad terrible donde vivimos sólo se escucha ‘estás mal, no vales’ y desde allí es realmente difícil abordar la vida cotidiana con esta mirada de autocuidado.
Entonces nuestra apuesta es poder trabajar desde lo desde lo más básico para que las personas decidan, de acuerdo a su vida sexual, qué riesgos pueden disminuir principalmente para estar bien, no para evitar solamente VIH, para evitar las ITS también o los embarazos no deseados, para tener ese autocuidado y que digan ‘yo quiero estar bien, quiero tener una vida buena’.”
Es así como el autocuidado se convierte en un proceso que cada persona lleva individualmente, pero, el mismo tiempo, existe una red de apoyo que impulsa a continuar. Asociaciones como AHF se encargan de hacer su tránsito por los servicios de salud más ligero, a la par de proporcionarles las herramientas necesarias para tener una buena calidad de vida.