En fechas recientes se dio a conocer el trailer de la película “Blonde”, donde se llevará a la pantalla grande la historia del símbolo sexual más icónico: Marilyn Monroe. En la entrega, la actriz Ana de Armas será quien interprete a la estrella de Hollywood y su actuación despertó la inquietud sobre la vida de Marilyn.
La vida privada de Monroe ha sido minuciosamente analizada a lo largo de las décadas: cosificación, matrimonios fallidos, abortos espontáneos, abuso de drogas y rumores de relaciones con los poderosos de los estudios de cine, así como con los hermanos Kennedy, pero ¿por qué se convirtió en un símbolo sexual de una cultura patriarcal?
Marilyn Monroe fue una actriz destacada, despertó y que se adelantó a su tiempo, según reconocen feministas. Sin embargo, se le ha calificado de una “vida problemática” que, en realidad, fue una vida atravesada por la cultura patriarcal, el machismo y la misoginia.
“Cuando se habla de Monroe, a veces se referían a ella como una “estrella” o una actriz, pero la primera oración siempre venía acompañada sobre ser un símbolo sexual. Su cuerpo estaba primero. Su atractivo sexual estaba primero. Ni su talento, ni su empuje, ni su personalidad”, describe Brooklyn Reece, autora feminista.
ENTRE LA REVOLUCIÓN SEXUAL Y EL ACOSO
En "Wolves I Have Know", un artículo que escribió para la edición de enero de 1953 de Motion Picture and Television Magazine, Marilyn Monroe se adelantó a la era del #MeToo y denunció el acoso sexual que proliferaba en Hollywood desde ese momento. Al describir a los hombres en la industria, Monroe, que entonces tenía 27 años, escribió:
"Hay muchos tipos de lobos. Algunos son siniestros, otros son simplemente Charlies que se divierten tratando de obtener algo por nada y otros hacen un juego de eso"
A pesar de la violencia sexual que Marilyn vivió, expresó en muchas entrevistas y citas que no se avergonzaba de su sexualidad como mujer, decía que “el sexo es parte de la naturaleza”, y ella “se fue con la naturaleza”.
En los años 50 (y parece que en la actualidad), la sexualidad femenina sólo se enfocaba a la reproducción humana, y quien se atrevía a hablar sobre el placer de las mujeres, se volvía un escándalo y las críticas de rechazo no se quedaban atrás. Marilyn usó su sexualidad como una forma significativa de empoderarse a sí misma y a las demás; “hizo del sexo una parte del ojo público”.
“Nunca lo entendí del todo esto de ‘símbolo sexual’. ¡Siempre pensé que los símbolos eran esas cosas que chocan juntas! Ese es el problema, un símbolo sexual se convierte en una cosa. Odio ser una cosa. Pero si voy a ser un símbolo de algo, prefiero tener sexo que otras cosas de las que tienen símbolos”, dijo Marilyn Monroe en una entrevista para Life en 1962.
SÍMBOLO SEXUAL PARA EL PLACER MASCULINO
Al comienzo de su carrera, posó desnuda para una serie de fotografías de Tom Kelley, fotografías que en vez de ocasionar un escándalo, le dio la fama al reconocer que no tenía nada de que avergonzance, pues esas fotos eran producto de su desesperación económica.
Cuando gradualmente se convirtió en una estrella famosa en películas de comedia como As Young as You Feel (1951), Monkey Business (1952) y Don't Bother to Knock (1952),al dar a conocer su participación en esas fotografías, los hombres que la sexualizaron la impulsaron al estatus de símbolo sexual por el que la hicieron famosa sin valorar su talento actoral.
Profesionalmente, su sexualidad determinaron los papeles que consiguió, donde para los directores, ella sólo encabaja en el papel de la rubia tonta y la redujeron a un personaje que complacía principalmente las fantasías masculinas.
La gente pensó que Marilyn era tonta por los papeles que le dieron, aquí no aplicaron la justificación masculina de “separar el arte del artista”. Deslegitimaron su talento porque pensaron que no era más que la ficción que representaba en la pantalla. “La redujeron a nada más que un papel, en el que imaginaban que podría encajar”, comparte Reece.
Lo que debió comenzar como un reconocimiento de atributos en el cine, se convirtió en un estereotipo altamente peligroso, cuya responsabilidad recayó principalmente en las mujeres. En la industria del espectáculo, asociar a las actrices, cantantes o modelos como símbolo sexual las convirtió en objetos y tranformó las ideas de belleza de la cultura patriarcal.