La masturbación es una práctica importante a lo largo de nuestra vida. Desde la infancia se nos enseña al mundo por medio del tacto y la autoexploración es una de las herramientas que tenemos para conocer nuestro propio cuerpo, explicó María Moreno, psicóloga, educadora sexual y creadora de maria.sexplica en el Facebook live de La Cadera de Eva

Las mujeres nacemos y crecemos con una carga social y con la idea de que todas debemos ser virginales, sin embargo, hablar de nuestra sexualidad no es malo y debería ser más común, sostuvo la experta. ¿Por qué ocultamos nuestro deseo y placer? Cuestionarnos, informarnos, tocarnos y normalizar la educación sexual sin morbo es una forma de crear un ambiente sex positive, compartió María. 

Así como conocemos los lunares de nuestro cuerpos, la educadora sexual, recomendó conocer nuestros genitales. Crear un espacio para sentirnos y observarnos, porque entender y conocer cómo es nuestro cuerpo es el primer paso para aprender qué nos gusta o gustaría sentir.

Por otro lado, también resaltó la importancia de ser autocompasivas con una misma y escuchar nuestras propias necesidades, ritmos y procesos para no ceder ante las presiones del exterior. Está bien que existan series, libros, podcasts y películas que intentan normalizar la sexualidad, pero lo más importante es entender los momentos personales para ir paso a paso y acompañada de fuentes de información y vínculos sanos. 

3 CONSEJOS PARA DISFRUTAR 

1. La meta en la masturbación no es el orgasmo, explicó María, porque si piensas en que debes de llegar no vas a lograr disfrutar y fluir en el placer. 

2. Crea tu espacio físico y temporal para conectar con tu cuerpo, María recomendó asignarle un momento específico a la masturbación y respetarlo para que puedas disfrutar a tu cuerpo, explorarlo, sentirlo, al igual que, sentirte cómoda en el lugar que lo estás haciendo. 

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3. Incluye los cinco sentidos; con la vista puedes usar tu lencería favorita o ver algo que te excite; puedes escuchar música erótica, a tu pareja o tu música preferida; prender alguna vela aromática o usar un lubricante con un olor de tu agrado; jugar con comida, nunca en los genitales, pero sí en cualquier otra parte del cuerpo; y por último, incluir texturas, una pluma de almohada, una tela, vibraciones o lo que más te guste. 

“Recuerda que lo más importante es lo que tú quieras. Vuela tu imaginación y se creativa”, concluyó María Moreno.