Kylian Mbappé es un jugador francés que ha cobrado especial relevancia en el mundo del deporte; su habilidad, su corta edad y su técnica lo han posicionado como uno de los mejores del mundo, sin embargo, su vida personal se ha vuelto un tema mediático por las razones equivocadas. 

Recientemente, se divulgaron imágenes del joven en compañía de Inés Rau y si no fuera terrible la divulgación de la vida privada, los medios señalaron a Mbappé y se volvió objeto de burlas, pues Inés es una mujer trans.

El hecho se volvió un asunto mediático y rápidamente, fue cubierto por los medios "especializados en fútbol" con tintes transfóbicos que denigraban la imagen de la modelo con comentarios que señalaban que ella ocultaba una gran sorpresa para el futbolista. 

El prejuicio y el estigma generó rápidamente el rechazo entre la comunidad trans, quienes pidieron respeto a Inés. Laurel Miranda, periodista mexicana compartió en Twitter que es inconcebible que el futbolista sea perseguido y ridiculizado por el hecho, como si se tratase de una situación de la cual, debería avergonzarse.

Siguen sin entender que las mujeres trans somos mujeres, que las personas somos libres de mantener vínculos sexoafectivos con quienes queramos. Las etiquetas las hicimos para entendernos como personas, no para limitarnos ni para intentar encajar, señaló la periodista. 

La noticia dejó de ser un tema de chismes y citas, para convertirse en un caso excepcional, donde parece una situación extraordinaria, que un hombre cisgénero decida tener una relación con una mujer trans

“Las mujeres trans tenemos derecho a no ser ocultadas. Los hombres cishetero que tienen relaciones con nosotras tienen derecho a no ser acosados”, compartió Laurel. 

Al respecto, los usuarios señalaron que esto sólo dejaba al descubierto el machismo y transfobia en el futbol mientras que otros, aseguraron que Mbappe buscaría a una mujer de verdad porque los futbolistas siempre buscan dejar un legado; la mujer con fines reproductivos y reducida a un útero.

Finalmente, es importante señalar que los medios de comunicación tienen una responsabilidad social para detener la perpetuación de estereotipos estigmatizantes contra las comunidades, pues no sólo vulneran sus derechos, sino también, fomenta el odio y la intolerancia.

A.D