En la última década el fútbol femenil ha crecido exponencialmente en popularidad. Las atletas requieren tener una amplia gama de atributos fisiológicos para cumplir con su rol dentro del equipo deportivo. Esto ha resultado en un aumento en las investigaciones conducidas sobre las características femeninas necesarias para el fútbol, según investigadoras europeas que se han dedicado a la ciencia y medicina del fútbol. 

A pesar de esta creciente popularidad, la mayoría de los estudios han sido conducidos en los jugadores masculinos y los resultados son erróneamente replicados al juego femenil. Las jugadoras han mostrado diferencias fisiológicas y hormonales que no han sido ampliamente discutidas en las investigaciones .

Durante el pasado Mundial de Fútbol Femenino Francia 2019 el hotel de concentración de Estados Unidos  se llenó de posters. En los carteles aparecía el calendario de competición y los ciclos menstruales de las 23 convocadas junto a los días de medicación. Desde 2010 Dawn Scott es una de las entrenadoras de alto rendimiento de la selección estadounidense. Ella fue quien notó que el ciclo menstrual tenía influencia en el rendimiento deportivo ya que se corría mayor riesgo de lesionarse.

RIESGO DE LESIONES 

Se ha teorizado que el ciclo menstrual podría modificar el riesgo de lesiones debido a las fluctuaciones hormonales, teniendo un impacto en los tejidos musculoesqueléticos. Un estudio citado por las investigadoras mencionan que las mujeres que se ejercitan regularmente indican que su ciclo menstrual afecta de manera negativa en su rendimiento.

Diversos reportes muestran que durante la fase lútea y la fase folicular temprana las atletas perciben cambios en el rendimiento de sus entrenamientos y competencias. Algunos síntomas menstruales podrían limitar a las futbolistas. Durante la fase lútea las atletas manifiestan una disminución en la capacidad aeróbica pero mayor velocidad al correr.

A partir de 2016 se inició el seguimiento de los ciclos de cada jugadora convocada de manera más regular. En 2018 se realizó un estudio con la doctora Georgie Bruinvels, investigadora sobre el tema y que había creado una aplicación llamada Fitr Woman.

Relacionado con las lesiones, la incidencia se vuelve mayor durante el periodo premenstrual y durante el sangrado menstrual, comparado con el resto de las fases; este efecto es mayormente predominante en aquellas mujeres que sufren dismenorrea (dolores menstruales excesivos). Durante la fase folicular el estrógeno aumenta y la concentración de progesterona disminuye, lo que provoca que haya mayor riesgo de lesiones. En esta fase también hay un aumento en la rigidez de los tendones, mayor dolor muscular y disminución de la fuerza de los músculos.

Se concluyó que en la etapa premenstrual y durante el período es el momento más desfavorable para la práctica deportiva debido al cambio hormonal que se produce en ese momento. La estrategia llevada a cabo fue un programa que incluyó cambios en la alimentación, las horas de sueño y las cargas de trabajo en los entrenamientos.

MONITOREO DEL CICLO 

A pesar de los nuevos descubrimientos en el fútbol femenil con relación al ciclo menstrual, futuras investigaciones deben ser conducidas con relación a este tema, tomando en cuenta las limitaciones de los métodos y la inexactitud de las pruebas para determinar las fases del ciclo menstrual de cada atleta.

Es importante resaltar la necesidad de monitorizar el ciclo menstrual para mejorar los programas de entrenamiento, basados en las necesidades de cada una de las futbolistas, tomando en cuenta los cambios hormonales y el aumento del riesgo de lesiones dependiendo de la fase menstrual en la que se encuentren. 

Estas acciones han sido de gran utilidad para recolectar data más exacta para futuras investigaciones, mejorar el rendimiento de las atletas y darle mayor profesionalismo al fútbol femenil.

Después de la derrota en la final de FA Cup 2016 vs Arsenal, la entrenadora Emma Hayes notó que gran parte de las jugadoras estaba en plena menstruación, así que consideró interesante medir sus efectos.

Hayes junto a Eva Woods, su ayudante, hicieron al equipo descargar FitrWoman, la app desarrollada por Bruinvels (que también colaboró) para que llevaran el registro diario de su ciclo y así poder ajustar el entrenamiento, además de conocer de cerca cuánto afecta la menstruación. 

EFECTOS DE LA PÍLDORA

El uso continuo de los métodos anticonceptivos permite regular los ciclos y reducir los síntomas pre-menstruales y menstruales, e incluso retrasar la menstruación y no tenerla durante el torneo, según las expertas. 

Sin embargo, una píldora combinada con estrógenos y progesterona "puede" producir aumento de peso, además de un sobrecalentamiento del cuerpo, lo que significa que durante un ejercicio intenso algunas mujeres puedan sentir más calor que otras y por tanto necesitan hidratarse más.


Con información de Ciclo menstrual