Sergio Armando (nombre ficticio) dejó una carta en la que se despedía de su familia. A sus 10 años había decidido irse de su casa. Ya no quería hacerle más daño a su padre y madre, le dijo a su hermana. El menor había sido víctima de violencia digital. La fotografía de sus “partes íntimas”, resultado de un reto de Fortnite, un videojuego, terminó en TikTok.

Ana había salido a hacer unas compras con su esposo cuando recibió la llamada de su hija, quien le dijo: “Sergio Armando quiere hablar con ustedes”. La hermana había logrado detener a su hermano. Ella encontró la carta en la que el menor se despedía de su familia. Afortunadamente logró detenerlo.

Sergio había decidido irse después de que su foto se había viralizado en redes. Se dio cuenta porque uno de sus compañeros de clase le dijo.

“Oye Sergio sabes que ya eres famoso en TikTok. La foto de tu pene tiene más de 60 mil visitas”, le dijo su compañero de clase.

“No, no inventes por qué me dices eso”, le respondió.

“Qué querías pendejo”, le contestó su compañero, tan sólo era dos años mayor que él.

Tras revisar las conversaciones en Discord, la plataforma mediante la que se comunicaba son sus amigos de juego, el padre y la madre de Sergio descubrieron que este compañero se burlaba de su hijo y le hablaba de forma muy agresiva.

En el proceso, donde la madre trató de entender qué pasaba, identificó que el compañero, el mayor del grupo, fungía como el líder y hostigaba a los demás. Él decidía a quién debían hablarle o no; “generaba un ambiente muy tóxico”.

Sergio no sólo había enviado esa fotografía. También fotos de la familia y del interior de la casa.

“CREÍA QUE LE ESTABA DANDO UN INFARTO”

Sergio Armando se despertaba en las madrugadas. Le dolía el pecho. Estaba agitado. “Creía que le estaba dando un infarto”, dijo su madre. En las mañanas, antes de conectase a clase, vomitaba.

Ana y Sergio Armando buscaron ayuda psicológica. Su padre no quiso. “Fue un golpe muy fuerte para mí y para mi familia. Yo estaba destrozada, mi niño también”, compartió.

Ana había decidido denunciar y fue al Ministerio Público de Chihuahua, donde le dijeron que no procedía dicho delito.

“Eso pasa bien seguido, eso pasa en todas las escuelas y no se puede hacer nada”, le dijo un funcionario. “Casi casi me decían ´que se aguante y para qué mandó la foto´”, dijo la madre.

Hasta el 2020, se habían abierto 2,143 carpetas de investigación en 18 estados del país por el delito de difusión de imágenes íntimas sin consentimiento. El 84.46% de las víctimas fueron mujeres. Y el 83% de las carpetas de investigación siguen en trámite, de acuerdo con un informe de Luchadoras, colectiva feminista que incide en el espacio público y digital.

Ana no pudo denunciar porque no tenía captura de la imagen para poder rastraerla. En la escuela tampoco la apoyaron. La directora de la escuela de su hijo, uno de los colegios más prestigiosos del estado, le dijo que la iba a apoyar. Nunca la llamó.

La escuela señaló a Sergio como el responsable. “’¿Por qué tu hijo subió esa foto? Él tiene la culpa’. Le digo ´oiga, no se compara porque lo que hizo mi hijo en ningún lado de la ley dice que es un delito. Él confió, es un menor de edad manipulable y este niño ejerció control sobre él y lo estaba hostigando. Lo que hizo el otro sí es un delito’.  Le dije ‘no quiera poner al mismo nivel lo que hizo mi hijo a lo que hizo el otro’”, compartió la madre.

Ana también buscó ayuda con una organización feminista de Chihuahua y no se la dieron porque era hombre.

Aunque las mujeres sean las más expuestas en internet, los hombres no están exentos. Los adolescentes y jóvenes son los más vulnerables: 23.3% de los hombres de 20 a 29 años y 29.2% de las mujeres de 12 a 19 años, señalaron haber vivido algún tipo de ciberacoso, de acuerdo con la encuesta con la quinta encuesta del Módulo sobre ciberacoso (MOCIBA) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

En la pandemia niños, niñas y adolescentes al pasar más tiempo en casa, estuvieron más conectados a internet, aseguró el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

De acuerdo con la quinta encuesta del Módulo sobre ciberacoso (MOCIBA) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), 21% de la población de 12 años fue víctima de ciberacoso entre octubre de 2019 y noviembre de 2020.

 

“LA DIGNIDAD DE MI HIJO NO ESTÁ A LA VENTA”

Cuando el niño que manipuló a Sergio Armando se dio cuenta de la gravedad del problema, le dijo “te compro lo que quieras”. También la mamá del agresor ofreció dinero para solucionar la situación. Ana no aceptó. “La dignidad de mi hijo no está a la venta”, le dijo.

“En Ciudad Juárez quizá todo el mundo es cerrado. El mismo psicólogo me dijo que me estaba yendo muy lejos porque quería poner una demanda”, señaló. Fue hasta el caso de YossTop, la influencer que detenida y después liberada por compartir fotografías de un abuso sexual, que el psicólogo apoyó a Ana.

“Me dice, ‘oye, pues fíjate que que estuve pensando de cuando recién llegaste, de que estabas tan molesta y lo de la demanda y ¿sabes? tenías razón’. Sabes por qué se dio cuenta, por el caso de Yosstop. Ahí me di cuenta que los medios de comunicación sí juegan un papel muy importante, para que toda la gente tenga conciencia y dimensione”, comartió.

ACCIONES CONTRA EL CIBERACOSO

Aunque Ana consideraba que ya había hablado de todo con su hijo. No había tocado temas de sexualidad. “En provincia se dice ´¿para qué le voy hablar de sexo?´. Tenemos que hablar claramente con ellos, decirles ‘te pueden pedir fotos de eso’. No tienen otra manera de saber y si no les dice uno, se van educar con el internet”.

A raíz del problema que Ana vivió con su hijo comenzó a investigar e implementó algunas medidas para un uso seguro de internet. Además, comenzó a alertar a sus amigas y conocidas sobre la situación. Les sugirió que tuvieran mayor comunicación con sus hijos sobre lo que pasa en internet.

Una de las medidas que llevó a cabo fue la implementación de un software que le permitió conocer las actividades que realiza su hijo en internet. Éste le envía un reporte a su celular, le informa sobre todo lo que hizo su hijo y con quién habló.

Otra medida fue la elaboración de un contrato, donde se estipula que Sergio Armando, al ser menor de edad no tiene privacidad en cuanto al uso de la tablet y computadora. También se asignó límite de tiempo. En el contrato, se le explicaron por qué se tomaban estas medidas y los riesgos a los que el menor está expuesto en la red.

“Antes me hacía berrinche, ahora estuvo de acuerdo. Le dije ´yo soy responsable legalmente de ti hasta que tengas 18”.

También Ana se comprometió a estar disponible para él, escucharlo y no enojarse cuando le exponga algo.

Contrato Para El Buen Uso de La Tablet y Demás Dispositivos Electrónicos

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INTERNET ES COMO LUGAR PELIGROSO

Por su parte, Fátima López, integrante de Abogadas Violeta, quien acompañó este caso, también habló de la gravedad del uso de internet de menores sin vigilancia.

“¿Tú dejarías a tu hija o hijo sólo en un lugar peligroso a media noche? Yo creo que no, porque inmediatmante sabrías que está en vulnerabilidad, básicamente es lo mismo en redes sociales”, dijo en entrevista.

Por ello, Fátima López también sugirió de estar al pendiente del uso de los menores en redes sociales. Y acompañarlos en este proceso, ya que por sentirse aceptados son capaces de hacer muchas cosas que los ponen en riesgo.

De la violencia en todas sus modalidades, en este caso la digital, no están exentos los niños. Por lo que es un tema que se debe atender y hablar con ellos, “los niños no son tontos, necesitan información”, puntualizó Ana.

La preocupación se acrecenta tras conocer cifras de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico la OCDE, la cual advirtió que México ocupa el  primer lugar en contenidos de pornografía infantil y distribución y el segundo en abuso sexual después de Tailandia.