Miguel Bosé ha revelado parte de su vida familiar en su libro biográfico El hijo del Capitán Trueno. Lo escribió en Panamá, en donde radica desde que se separó de Nacho Palau. En el libro, el cantautor español ofrece una mirada personal e inédita sobre su vida, en la que nunca temió incomodar
En sus memorias se centra en su niñez, adolescencia y juventud, donde llega su pasión por la música.
En 550 páginas, Bosé narra su situación familiar, que representa a las familias de España del siglo XX. En sus historias aparece Salvador Dalí, Sofía Loren o Pablo Picasso.
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RELACIÓN CON SUS PADRES
Miguel Bosé es hijo de Luis Miguel Dominguín, el torero más importante de las décadas de 1940 y 1950, y Lucía Bosé, una actriz italiana que se distinguió por su belleza.
A su padre lo conocían como el Capitán Trueno por un cómic que leía de pequeño.
Dominguín cumplía como prototipo de “macho español”, jefe de familia cuyos deseos se volvían órdenes, sin espacio para la discusión de sus decisiones y en ocasiones impredecibles, de acuerdo con el diario La Nación.
La madre se distinguía por su bellas y de acuerdo con el libro “pocas veces cariñosa”.
En sus memorias, Bosé hace un recuento de la situación de violencia que vivió cuando era niño. Recuerda los gritos, golpes que se daban en la mesa o las paredes cuando sus padres peleaban.
En el último conflicto, el padre echó a su mujer de la casa y la obligó a vivir varios diarias dentro de un automóvil.
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RELACIÓN CON PICASSO
En el libro retoma su relación con Pablo Picasso con quien vivió varios veranos. No se sabía que el cantautor fuera tan cercano al pintor hasta que lo develó en su libro. El artista fue el primero en confiar en él y alentarlo a seguir adelante en su carrera artística.
En este sistema patriarcal donde los hombres deben vivir a prisa su sexualidad, su padre promueve que se dé una relación con Amanda Lear, una de las grandes musas de Salvador Dalí. El primer encuentro con ella fue en casa de Dalí, se sospecha que fue planeado por su padre, Dominguín.
Yo creo que esto lo urdieron de alguna manera porque mi padre estaba harto de que no ‘catara’ mujer”, asegura en sus memorias.
De hecho, Bosé tiene planeado crear una serie de televisión con su vida.
Bosé reconoce su fortaleza interna para sobrevivir a la violencia a la que fue sometido de niño.
“Ese Miguelito tuvo determinación y resolvió rápidamente los golpes externos que recibía. Mis padres se divorciaron y en la separación, cuando entramos a ese mundo blanco y negro terrible, ni lo pensé y dije: ‘Por lo menos, ya no está mi papá para machacarme’, porque por muchas razones yo no cumplía los requisitos del heredero en aquella España”, confesó Bosé esta semana en la conferencia de prensa que dio a medios de América Latina.
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En su libro queda claro que desde pequeño supo que no iba a cumplir las expectativas de su papá.
En una de sus memorias, el cantautor recuerda que fue a sus 11 años a Mozambique, África a cazar, pero terminó con paludismo, una enfermedad trasmitida por la picadura de un mosquito infectado. Los síntomas de esta enfermedad pueden incluir fiebre, vómito y/o dolor de cabeza.
El padre no lo atiende y lo ve como un rotundo fracaso por parte de su hijo.
De hecho, en una escena muy desgarradora, Dominguín amenaza a las mujeres de su familia con que no traten con cariño desmedido a su hijo, ya que lo están volviendo “un maricón”
“Era un niño sensible y con intereses muy diferentes. Cuando triunfé con mi carrera Dominguín me dijo: ‘Es increíble que de todas las personas que tengo alrededor y dependen de mí, incluso económicamente, haya sido mi hijo quien levantara el vuelo y el único que jamás me ha pedido nada’. Claro, en aquel momento, eso no lo vio, pues tenía que responder a esa cosa odiosa que llaman ‘el qué dirán’”, relata Bosé.
Con información de La Nación