El millonario mexicano quemó un dibujo sin título de Frida Kahlo, para convertirlo en 10 mil piezas digitales y venderlas como NFT, es decir, activos digitales encriptados; con el dinero obtenido dijo que donaría 30% de las ganancias a diferentes organizaciones con causas sociales y museos.

La obra en la que se puede leer “fantasmones siniestros” está valorada en 10 millones de dólares, dijo que los fondos se utilizarían para beneficio del arte digital, la caridad y la salud.

La Secretaría de Cultura ya dio a conocer su postura, dijo que no recibirá ninguna donación del millonario y que investigará a detalle dicha acción.

El objetivo del empresario es vender 10 mil tokens no fungibles (NFT) de la obra original a través de internet.

¿Cómo adquirió la obra de Frida Kahlo?

El millonario mexicano compró la imagen 2015 a la galería neoyorquina Mary Anne. Martin Mobarak justificó diciendo que, con la creación del NFT, las fundaciones elegidas para recibir los fondos van a conseguir una ayuda “constante”.

El millonario admitió que la quema del dibujo fue fuerte, aseguró que se puede mal intrpretar, pero según él, esto llevaría la pieza a la “inmortalización”. “Quemar la obra va a ayudar a crear los fondos”, ha señalado el fundador, quien cree que, si la artista conociera el destino de los fondos, le habría dicho que “quemara todo”.

Sin embargo, en México la destrucción deliberada de un monumento artístico constituye un delito en términos de la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos.

El origen de la obra de Frida Kahlo

La obra fue realizada por Frida Kahlo en 1944 en su diario personal, en la época en la que estuvo en cama debido a  sus múltiples afecciones. La pintora mexicana decidió arrancar la hoja y regalárselo a uno de sus amigos, quien lo conservó por un tiempo y luego pasó a las manos de diferentes personas, algunas de ellas llegaron a exhibirlo, principalmente en Europa.

La obra que llevaba la leyenda fantasmones siniestros perteneció a diferentes coleccionistas, un amigo de Martin Mobarak le informó que la obra estaba a la venta, así que él decidió comprarla en 2015, para finalmente “convertirla” en NFTs originales y quemar la pintura este año.

Incluso en redes sociales se teme que una acción parecida vuelva a ocurrir con otras obras de arte, la cuenta “Chismosa del arte” publicó una encuesta en la que preguntó: “¿Creéis como yo que esta atrocidad que ha ocurrido hoy supone un horrible precedente de lo que puede volver a ocurrir?”, el 91.1% de las respuestas fue que sí.