Este 2 de febrero los tamales abundan en la mesa de las familias mexicanas. Detrás de este platillo hay una historia. Un caso es el de Mujeres de la Tierra, un colectivo de mujeres que se unieron para independizarse económicamente para salir de la violencia, venden tamales, tlacoyos y tortillas.

La historia de las mujeres de Milpa Alta que conforman el colectivo se dio a conocer por el portal Pie de Página y después se sacó un reportaje en El País.

El colectivo ofrece entregas en el metro y se ha preparado para este 2 de febrero, Día de la Candelaria.

En la publicación de su Instagram invitan aquellos que se sacaron el muñequito de la Rosca de Reyes a pagar su deuda: “¿Les toco muñequito en la Rosca y tiene que dar los tamales? Acá andamos las mujeres de la Tierra ofreciendo Tamalitos y atole por si ocupan este 2 de Febrero, todo está hecho con maicito azul y colorado que acabamos de cosechar en diciembre”.

Los sabores que ofrecen son variados, entre ellos, Verdes con pollo o cerdo, de rajas con queso, guajillo con pollo o cerdo, mole con pollo o cerdo, de dulce, entre otros.

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¿CÓMO SURGE MUJERES DE LA TIERRA?

FOTO DE QUETZALLI NICTE HA GONZALEZ

La violencia normalizada en Milpa Alta fue cuestionada por Chio, una psicóloga educativa, única con estudios dentro de su núcleo familiar. Ella fue la creadora del colectivo.

“Nos quisieron arrancar, pero nuestras raíces están bien puestas”, dice en un pizarrón colgado en la pared donde preparan los tamales. Antes de que Chio invitará a su mamá y hermana a formar parte del colectivo, creían que los insultos de sus maridos borrachos eran normales.

Su intención es que más mujeres de la colonia se sumen al colectivo. Sin embargo, sus maridos no las dejan. Incluso uno de ellos, relata Juan Carlos en el País que les gritó prostitutas y por eso las mataba. La respuesta de Lety, una de las integrantes del colectivo fue: “No, nos matan personas como tú, que piensan de esa manera”.

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Las integrantes del colectivo cuentan que no hay día que no tengan algún pedido. Esta iniciativa les ha permitido independizarse. Ellas abrazan la cocina no como un espacio para replicar estereotipos de género si no para desde su trinchera unirse, organizarse y apoyarse.

LA VENTA DE ANTOJITOS HA SIDO UN TEMA DE MUJERES

La venta de antojitos mexicanos también puede ser una forma de crear autonomía en las mujeres aunque ha sido poco valorado, además de que juegan un rol importante en el país, de acuerdo con la especialista en género, Alejandra Collado:

“Se puede generar autonomía y aunque no me encanta el término ‘empoderamiento’, sí le regresa un poco del poder que ellas han estado generando a lo largo de su vida. Yo creo que son mujeres que han cocinado por mucho tiempo para sus familias, cuando hacen un negocio pueden ser sus propias jefas. No en todos los casos, supongo que habrá otras circunstancias más complejas”, dijo.

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La venta de antojitos mexicanos se ha caracterizado por ser un trabajo en el que predominan las mujeres, no por una cuestión de una habilidad natural atribuida a ellas, sino por una asignación de roles donde las mujeres fueron destinadas a las tareas de cuidado y la vida privada, entre ellas, la tarea de alimentar a otros.

Además, algo importante es que la creación de antojitos como tlacoyos, sopes, tamales  y quesadillas, muchas veces son un conocimiento heredado de mujeres a mujeres, como es el caso de Mujeres de la Tierra.