El punk surgió a mediados de los años 70 y su naturaleza ha sido, desde entonces, desafiar los sistemas impuestos por medio de letras crudas y sonidos fuertes, esto se veía como una revolución con una esencia contestataria y agresiva que buscaba la desobediencia civil.

El movimiento de las Riot Grrrl nació con la energía comunitaria y autogestiva de las mujeres de Olympia y Washington DC (principalmente), ellas elaboraban los fanzines donde compartían sus ideales y reflexionaban acerca de ellos.

Dentro de esta anarquía, las mujeres aún no eran aceptadas debido a que los hombres continuaban con sus ideales misóginos, aun así, muchas mujeres jugaron un papel importante en el nacimiento del punk rock inglés y en Estados Unidos. Y se puede decir que fue a través del punk donde las mujeres se adentraron en la música rock en sus vertientes más duras.

Como hemos dicho, la industria del rock estaba dominada por el hombre. Los grupos de mujeres eran vistas como algo poco serio. En un mundo donde triunfaban los súper grupos como los Rolling Stones o Led Zeppelin, las mujeres se veían relegadas a ser poco menos que «grupies», afirma el portal Punk-HXC.

Por su parte, el Riot Grrl nació a principios de los 80 como un movimiento musical que nació dentro de la escena punk con una clara ideología feminista, que alcanzó su mayor fama a mediados de los 90 bajo la influencia del grunge y la música rock alternativa.

Este movimiento proclamaba y fomentaba una manera de actuar feminista dentro de la filosofía del punk rock: el llamado «do it yourself» o «hazlo tú mismo», donde grupos formados por mujeres se organizaban entre ellas, creando festivales exclusivos o especializados para mujeres y publicando fanzines independientes claramente feministas.

De entre las mujeres que reventaron la escena falocentrista, hay algunas icónicas que abrieron los caminos para las futuras generaciones:

Patty Smith

Es considerada como la madrina del punk, debido a que fue de las pioneras en incursionar en este género. Su actitud en el escenario y vestimenta andrógina fueron dos de sus señas más características, además de las letras donde, intelectualmente, aportó mucho al género.

Debbie Harry

Blondie fue sin duda uso de los grupos más influyentes en la escena neoyorkina de mediados de los 70.

Si bien su música no puede considerarse explícitamente punk rock, sus numerosas apariciones en el CBGB con Ramones, Talking Heads o Television le ligaron para siempre con este estilo.

Su frontwoman Debbie Harry es un gran ejemplo de inteligencia y capacidad de reconversión que les ha permitido sobreponerse a todas las modas musicales, afirma el portal Vinilos Blank Generation.

Joan Jett

Sin duda la transición perfecta entre el hardrock y el punk rock lo protagonizaron unas jovencísimas The Runamays con Joan Jett a la cabeza. Su debút en el 76 fue toda una declaración de intenciones, lástima lo efímera de su carrera.

No lo tuvo fácil Joan Jett para retomar su carrera musical, y es que tras la ruptura con The Runaways, multitud de sellos discográficos le negaron la posibilidad de publicar su primer trabajo en solitario, lo que le llevó a hacerlo bajo su independiente “Blackheart Records”. Su actitud le llevo a ser una de las referentes de las posteriores bandas Riot Grrrl como Bikini Kill o Bratmobile.

Siouxie Sioux

Saltando el charco, uno de las referentes del post punk británico fue Siouxie and the Banshees. La cantante nacida en Londres, protagonizó muchos de los éxitos del sonido “oscuro” desde su primer single “Hong Kong Garden” pasando por “Spellbound” ó “Happy House”.

Es tan camaleónica que durante su carrera sus canciones brincaban del pop al dance, pero sin perder su cercanía al punk. Por su personalidad, creatividad e inventiva y una estética inconfundible, Siouxie Siouxe es toda una de las precursoras en el punk made in UK.

Cada una de ellas representaron una trasgresión dentro de un movimiento que buscaba desafiar el sistema impuesto, por lo que se han convertido en un estandarte del feminismo y la música hecha por y para morras.

APVB