Si la guerra no tiene rostro de mujer como lo describió en su libro la bielorrusa Svetlana Aleksiévich, la Revolución Mexicana tampoco, por ello, la cineasta María de la Luz Jaimes Miranda, narra en su cortometraje histórico “Y si Adelita… la revolución de una mujer ocurre en su interior”, el papel de las mujeres, el cual está inspirado en la historia de su bisabuela, un mujer de la época que fue sobreviviente de esta guerra interna en México . En entrevista con La Cadera de Eva, Luz Jaimes Miranda nos cuenta cómo es que surge esta cinta y cómo tuvo que documentarse.
Isabel, así se llamaba la bisabuela de Luz Jaimes Miranda, se tuvo que esconder durante 10 años para poder sobrevivir a la Revolución. Luz convivió con ella hasta sus cinco años, ya que después murió. Los recuerdos que tiene de ella fueron pocos, pero las ganas de ahondar más en ella la llevaron a contar la historia de las mujeres mexicanas en la Revolución a través de su historia.
“Ella te decía 'es que yo no sé cuándo cumplo años, no me acuerdo. Tenía un hermano y no me acuerdo cómo se llamaba’, y yo, pero cómo ,o sea, cómo no te acuerdas de qué edad tenía tu hermano”. La respuesta era que nunca lo vio. Luz Jaimes lo compara con la pandemia, periodo en el que las personas estuvimos alejadas, perdimos familiares pero hay una diferencia -estuvimos en contacto-. Mientras que su abuela perdió a su familia tras estar escondida para sobrevivir a la Guerra que terminó con la dictadura de Porfirio Díaz.
Las mujeres de la Revolución Mexicana enfrentaban a los hombres
Las mujeres de la Revolución Mexicana no enfrentaban en sí a los bandos, los Convencionistas, bajo Zapata y Villa, o a los Constitucionalistas, bajo Carranza y el general Álvaro Obregón sino que se buscaban huir de todos los hombres y si las mujeres se unían a la Revolución era por una estrategia de autocuidado, ya que Luz Jaimes cuenta: “nosotros pensamos que las mujeres que lucharon en la revolución o que fueron Adelitas o soldaderas fueron a la revolución por su propia voluntad y no fue así, en la mayoría de los casos, las robaban las violaban, las llevaban para que les cocinaran, les lavaran la ropa, les sirvieran incluso sexualmente a los hombres”.
La guerra ha sido narrada por hombres porque en aquel entonces las mujeres contaban con pocas oportunidades para acceder a la educación. La historia fue contada por ello, como ha pasado a lo largo del tiempo.
“Las mujeres eran vendidas, al precio de una mula”, dice Luz Jaimes, aunque se muestra sorprendida de que ese hecho sigue ocurriendo, sobre todo en Guerrero, de donde es su familia. Por lo menos 300 mil niñas han sido vendidas y entregadas en matrimonio en Guerrero en 2022, según Martha Givaudan, presidenta de la organización “Yo quiero yo puedo”.
Más bisabuelas se escondían
Mientras que Luz Jaimes, académica de la Universidad Anáhuac y de Universidad Autónoma Metropolitana, decidía cómo abordar la historia de su bisabuela, la compartía, entre charlas, encontró que otras abuelas de sus conocidos también se escondieron para sobrevivir a la Revolución. “La historia que compartíamos era clara, ‘mi bisabuela se esconde aquí, la mía acá’, y todo mundo empezó a contar esas historias y yo y empecé a investigar y dije en los libros no está esto, o sea, no está documentado donde se escondían las mujeres, no está en las películas, no está en una serie”.
Las historia de las mujeres en la Revolución Mexicana se ha ido transmitiendo a través de la narración oral, “yo dije hay que documentar esto porque si no se va a perder, como docente universitaria y veo a mis alumnos que ahora son tataranietos de las mujeres”, dice.