Tras dos años de pandemia, una nueva evidencia científica realizada por la Universidad de Illinois en Chicago y publicada en la revista Science Advances corrobora que: "al menos cuatro de cada diez mujeres han reportado alteraciones menstruales tras recibir la vacuna".
De acuerdo con la investigación realizada por la Universidad de Illinois en Chicago, el 42% de las mujeres experimentaron un flujo menstrual más abundante tras recibir la vacuna, así mismo, 43.6% no padeció alteraciones en su flujo después de la vacuna y el 14.3% observó una combinación de ausencia de cambios o flujo más ligero.
Los investigadores, con sede en EU, lanzaron una encuesta en línea en abril de 2021, que se publicitó a través de múltiples canales, incluidos noticias de televisión, Twitter, blogs y radio.
La encuesta solicitó información demográfica e incluyó preguntas sobre los periodos de las personas, desde los síntomas hasta el momento y la duración del sangrado. Los resultados se basan en las respuestas de 39 mil mujeres y personas menstruantes.
Covid y menstruación
Pese a recibir miles de testimonios de mujeres que señalaban cómo, tras ponerse la vacuna, experimentaban (entre otros síntomas) ausencia en el periodo, fuertes cólicos o sangrados excesivos o intermenstruales, ningún estudio señalaba la posible alteración del ciclo menstrual como efecto secundario.
Tras la falta de respuestas la doctora Kathryn Clancy, especialista en antropología biológica de la Universidad de Illinois, decidió comenzar con este estudio ya que, en 2021, realizó una encuesta en la que participaron decenas de miles de mujeres estadounidenses comentando su experiencia.
Según el estudio, esto afectó principalmente a mujeres de origen latino y de una edad superior a la media (teniendo en cuenta que el estudio analizó una muestra de mujeres entre 18 y 80 años, con una media de edad de 33 años) que habían pasado un embarazo, sufrían de algún problema reproductivo o usaban pastillas anticonceptivas.
Además, el estudio reporta por primera vez la aparición de sangrado menstrual espontáneo en el 65% de las mujeres post-menopáusicas encuestadas tras vacunarse.
Si bien esto no representa un riesgo para la salud, la falta de información al respecto creó una preocupación en las mujeres que tuvieron estos síntomas.
Lyra (quien prefirió usar otro nombre para guardar su identidad) tiene 32 años y desde hace meses ha experimentado periodos sumamente dolorosos y abundantes. Ella recibió dos dosis de la vacuna AstraZeneca y desde ahí aparecieron cólicos que, si bien no eran incapacitantes, Lyra sentía la molestia constante.
Cuando era más chavita, pues sí tenía cólicos y el flujo más abundante, pero con el paso del tiempo había ido disminuyendo. Y cuando me pusieron las vacunas de AstraZeneca sí noté como regresaron los cólicos, no era que el dolor fuera exagerado, pero si sentía la molestia y el flujo más abundante que lo que tenía normalmente, comenta Lyra en entrevista para La Cadera de Eva.
A mediados de febrero, Lyra recibió una tercera dosis de la marca Sputnik y a partir de ahí comenzó el caos hormonal.
No sé haya influido el cambio de vacuna, porque en realidad ya son como ideas mías, creo que falta mucha información porque el doctor que he consultado tampoco sabe qué pasa. Yo lo asocio con la vacuna porque fue a raíz de eso que empecé a tener un montón de problemas con mi menstruación, afirma Lyra.
Si bien Lyra había sido regular en sus periodos, en el mes de marzo no llegó su menstruación y estando segura de que no se trataba de un embarazo sólo le quedó esperar, fue así como en abril su periodo apareció de nuevo con cólicos aún más fuertes y un sangrado que duró 15 días.
Empezaron los cólicos mucho más fuertes, ya muy incapacitante. Esa vez duré 15 días y no fue tan abundante, pero fue un periodo muy largo, pero pensé ‘igual ya el siguiente se me regulariza’, ahí todavía lo dejé pasar, comenta Lyra.
En el mes de mayo, Lyra experimentó un caos en su oficina debido a que su menstruación comenzó a ser sumamente abundante y, al encontrarse fuera de su casa, terminó manchada. Lyra estaba consciente de los cambios que había experimentado los meses anteriores, pero al no ser incapacitantes, pensó que ese mes sería igual.
Fui al baño y vi la toalla y estaba llenísima, o sea, empapada y me había manchado tanto por delante como por detrás, ¿cómo es que no me di cuenta?, no lo sentí hasta que me paré, declara Lyra.
Han pasado poco más de 20 años de que su menstruación comenzó y Lyra asegura que en ese tiempo, jamás se había manchado por tener un periodo tan abundante; en ese momento ella no supo que hacer y continúo esperando a que su periodo se acabara, pero éste estuvo lleno de cólicos fuertes y coágulos bastante grandes y de nuevo tardó 15 días en terminar.
Medicina creada por y para hombres
Después de esto, Lyra fue al médico y le comentó su situación, el médico no estaba seguro de lo que le pasaba así que comenzó a tratarla como un desajuste hormonal. Lyra lleva un par de meses en tratamiento y espera que con ello su periodo pueda regularizarse.
Le comenté que pues si podía ser por la vacuna y él me respondió que no hay suficiente información como para saber si fue por las vacunas, pero me dice que lo tratará como un desajuste hormonal y que no se ve como nada preocupante, afirma Lyra.
Dentro de las dudas Lyra se dio cuenta, por medio de redes sociales, que muchas otras mujeres estaban pasando por lo mismo y, a pesar de esto, no encontró estudios científicos que resolvieran las dudas.
A raíz de esto, Lyra se dio cuenta de que la medicina está hecha por y para hombres:
Creo que la medicina en general nunca piensa en nosotras. Con las vacunas a lo mejor pensaron en otras contraindicaciones, pero nunca pensaron en nosotras o que nos podría afectar en la menstruación. –Lyra.
Debido a la falta de estudios científicos que verifiquen cómo actúan las vacunas con la menstruación, muchas mujeres, como Lyra, se encuentran en tratamientos que no pueden garantizar que sus periodos dejen de ser dolorosos o abundantes y, muchas otras, sufren periodos largos y dolorosos sin ninguna posibilidad de encontrar algo que las calme.
Espero que esto sirva como de aprendizaje para que la medicina tome más en cuenta a las mujeres, que sepan que tenemos una anatomía distinta, que tenemos características distintas. Las mujeres necesitamos que piensen en nosotras cuando hacen algo, y dejar de hacer la medicina solo para hombres, concluye Lyra.