El pasado 8 de junio Naasón Joaquín García, líder del culto La Luz del Mundo, fue sentenciado por una corte de California, Estados Unidos; Naasón se enfrentaba a 19 cargos judiciales por abuso sexual de menores, violación, posesión de pornografía infantil y tráfico de personas, pero el pasado 3 de junio se declaró culpable de obligar a dos menores a practicarle sexo oral y de un acto lascivo con una menor de 15 años, al reconocer estos crímenes y ser aprobados por el juez, Naasón evitó la cadena perpetua y su condena se redujo a tan sólo 16 años y ocho meses, además de quedar registrado como pederasta durante toda su vida.

A tres años de la detención de Naasón, parecía ser que el caso se había enfriado, pero a pesar de haber librado la cadena perpetua, durante el juicio tuvo que escuchar los testimonios de las personas víctimas de sus abusos, es así como Jane Doe 4, una de las cinco mujeres que denunció a Naasón, tomó el estrado para contar por primera vez su verdad.

“Naasón, ¿o debería llamarte tío?”, dijo entre lágrimas Jane Doe 4, al inicio de su testimonio, marcado por descripciones explícitas de episodios de abuso sexual. “¿O se supone que solo debía llamarte tío cuando me violabas? Decías que te ponía cachondo, ¿todavía te parece sexy?”, insistió Jane Doe 4. La joven era solo una quinceañera cuando ocurrieron los abusos denunciados, hace siete años. “Me conocías desde el día que nací, desde que era una bebé, me viste crecer y se suponía que debías protegerme”, relató, “pero escogiste aprovecharte de mi inocencia y robarte mi virginidad”.

Jane Doe 4, ahora una mujer adulta, relató el momento en que fue reclutada por primera vez. “Nunca voy a olvidar que mientras masajeaba tus ‘pies santos’, vi que otra chica te hacía sexo oral”, recordó. “Cuando salí de la habitación, lloré y lloré porque no entendía lo que estaba pasando, tú eras mi salvador, el apóstol”, agregó. “¿Cómo es posible que este hombre, que es Jesucristo en la tierra, sea tan asqueroso?”, se preguntó la denunciante, cuya identidad quedó reservada por motivos de seguridad.

Las facilitadoras

Los seguidores de La Luz del Mundo han aceptado que Naasón no es “solo” un pastor que guía a su rebaño hacia la cristiandad, si no que es “el varón de Dios”, su “representante en la Tierra”. Es así como dentro del culto, la obediencia o cualquier oportunidad de complacer los designios y deseos del apóstol era “una bendición”, por lo que los abusos han ocurrido durante años; Naasón contaba con un círculo de mujeres cercanas que eran escogidas aleatoriamente, sólo debían ser “jóvenes” y “guapas”.

Esas asistentes o groomers, enseñaban a las niñas a complacerlo y las obligaban a hacer bailes sugerentes, tomarse fotografías en lencería, hacerle felaciones y acostarse con él. Todo se cubría bajo preceptos religiosos y de santidad: se les decía que lo que pasaba en la casa del apóstol se quedaba ahí y que era su derecho tener varias amantes, “como Jesús” o como “un rey”. Eran “sus angelitas”, referiría otra denunciante durante la última audiencia.

Las asistentes o groomers eran otras mujeres que también sufrieron abusos dentro de la organización durante su infancia, es así como se convertían en victimarias creando una cadena de abusos que se ha extendido durante décadas.

{"quote":"Cuando intentaba resistirme y decía que eso estaba mal, que tú eras mi tío, ellas citaban las escrituras y me decían que nunca había inmoralidad en tus acciones, porque no eras capaz de pecar. – Jane Doe 4."}

Durante el relato de cada víctima, Naasón no fue capaz de dirigirle la mirada, ni a Jane Doe, ni a ninguno de los familiares que se encontraban presentes. ¿Te acuerdas cómo disfrutabas atragantarme hasta que vomitaba?”, le preguntó Jane Doe 4. “¿Te acuerdas de la vez que me sodomizaste y lloré y te supliqué que te detuvieras porque me hacías daño?”, continuó. “¿Te acuerdas cómo tú y tus cómplices se reían de mí mientras lloraba y gritaba? ¿Te acuerdas cómo les ordenaste que me sujetaran para que no me resistiera?”, reclamó con gritos ahogados.

“En caso de que lo hayas olvidado, estoy aquí para recordártelo”, retó Jane Doe 4. “Podría hablar por horas y horas para ayudarte a recordar todas las cosas enfermas que me obligaste a hacer, todo lo que hiciste y que jamás podré olvidar por el resto de mi vida”, sostuvo.

Las víctimas que han confesado los crímenes de Naasón se han enfrentado a amenazas de muerte por parte de los seguidores de La Luz del Mundo y afuera del templo de la Hermosa Provincia en Guadalajara, la sede principal de la iglesia en México, miles de personas oraban para que lo exoneraran. No sabían que ya había confesado los abusos debido a que los altos mandos del culto les había ordenado que no vieran las noticias.

16 años y ocho meses de condena parece demasiado, pero para las víctimas ese tiempo no significa nada comparado con los abusos que ha cometido y los que, seguramente, seguirá cometiendo cuando termine su tiempo en prisión.