El gobierno de la Ciudad de México anunció "No estás sola", programa para atender la violencia familiar y de género ante el descenso en el número de denuncias por medio de diversas acciones, al que hay que hacerle algunos ajustes señala Mariana Dunyaska, diputada por el Partido Acción Nacional (PAN) y Wendy Figueroa, directora de la Red Nacional de Refugios (RNR).

En entrevista Dunyaska y Figueroa, ambas aplaudieron el programa “No estás sola”; sin embargo, señalaron que sería importante que el esfuerzo fuera colaborativo y se tuviera en cuenta otras iniciativas y herramientas que ya existen para enfrentar este problema, como el de la Red.

Además, para Dunyaska y Figueroa es de vital importancia entender que el problema de la violencia de género es estructural y se ha normalizado, es decir, a las mujeres les cuesta trabajo reconocer que están viviendo violencia en su casa y la normalizan.

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En cuanto a la violencia doméstica, Dunyaska señal que “entre las parejas prevalece un vínculo psicoemocional, donde no se denuncia porque se quiere proteger lo que hay en casa. En este círculo de violencia, se dan los periodos de ‘luna de miel’, donde los hombres suelen jurar que no lo volverán a pegar o ser agresivos así que les llevan regalos y flores; y las mujeres bajan la guardia”.

“No existen los recursos suficientes para los refugios, se debe buscar el fortalecimiento de los programas ya existentes”, señalo la diputada del PAN.

En este sentido, Figueroa señaló que el programa que implementó la RNR con el mismo nombre, fue hace un mes, desde el 15 de marzo, el contacto con las mujeres era vía telefónica, fueron llamadas preventivas donde ellas pudieron identificar que la situación de violencia podía intensificarse cuando los esposos estuvieran en casa. En en acompañamiento con el personal de la Red, las víctimas decidieron pasar la cuarentena en lugares seguros, en casas de otros familiares, donde no se ponían en riesgo.

“Las mujeres nos decían que sus esposos les advertían que cuando estuvieran en casa, se aseguraran de que sus hijos los dejaran trabajar o que así podían vigilarlas para ver que no estuvieran de locas”, contó Figueroa.

A partir de abril, ya que se hizo oficial el programa “Quédate en casa”, el contacto con la RNR dejó de ser vía telefónica, “porque ya los agresores estaban en casa”, entonces fue mediante mensajes de texto o redes sociales.

“Tuvimos un caso donde el contacto lo hizo la hija mediante redes sociales, porque el papá le había quitado el celular a su esposa”, compartió Figueroa.

Las denuncias bajaron, las mujeres ya no pueden salir

En conferencia de prensa, Rosa Icela Rodríguez, secretaria de gobierno de la CDMX, informó que durante el periodo de contingencia se registró una baja en el número de denuncias de violencia familiar, al compararse con el mismo periodo de 2019.

La secretaria de gobierno, dijo que hasta la semana 12 de este año, se presentaba una tendencia a la alza de las denuncias por este tema, sin embargo desde la semana 13 a la 16, es decir, durante el periodo de contingencia, esta tendencia pasó de 405 a 328.

Aunque se tiene el registro que las llamadas al 911 por violencia de género aumentaron un 25%.

Es de esperarse que las denuncias hayan bajado, coinciden Figueroa y Dunyaska porque los agresores ya están en casa. Este fenómeno también pasó en Madrid, España donde las ONG’s se las han tenido que ingeniar para que las mujeres puedan denunciar.

Las acciones del programa “No está sola” del gobierno de la Ciudad de México  contemplan:

1- Compartir video, fotografías y texto para facilitar la denuncia

2. Canalizar a las mujeres a las Lunas en caso de riesgo

3. Colaboración con la línea de mujeres

A lo que Figueroa señaló que el programa no espere golpes que no se quitan en 15 días para que se conviertan en denuncia punible, como pasa en la actualidad. La directora de la Red Nacional de Refugios se preguntó “¿qué pasará después? ¿Cómo se le dará seguimiento?”.

Ya que en la actualidad, cuando las mujeres denuncian violencia de género y se les levantan una orden de protección, esto no garantiza su seguridad, como pasó con Abril Pérez Sagaón quien fue asesinada el 25 de noviembre de 2019, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, teniendo ya una denuncia contra su agresor. Las acciones del gobierno tienen que ir más allá de las denuncias señala Figueroa, ¿por qué no les dan botones de pánico?, ¿cómo se medirá su estrategia?

En cuanto al programa, el coordinador de Derecho de la Universidad Iberoamericana, Gilberto Santa Rosa, comentó que se debe considerar también el hacinamiento como un detonante de la violencia.

“En las casas donde las personas están en un mayor contacto forzoso, los compartimientos delictivos se llegan a presentar con más frecuencia, esto debe tenerlo en cuenta el programa”.


Además, Santa Rosa señala que en cuanto a la violencia también se deben considerar a otros actores de las familias que la padecen como los abuelos, quienes llegan a ser agredidos por los nietos, jóvenes o menores de edad, con violencia verbal o discriminatoria.

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La violencia familiar es una forma de violencia de género, entre ellos cabe la trata, el aborto forzado, esta violencia de género no sólo es física, sino psico-emocional, patrimonial, económica incluso contra los derechos reproductivos, no sólo debe entenderse el atentado corporal, aclara Santa Rosa.

La diputada Dunyaska señaló que también se debe trabajar en el tema de prevención de la violencia, involucrando a otros actores como los medios, las empresas, las instituciones educativas; y sobre todo, también formar a las autoridades que atienden estos casos desde la perspectiva de género, para que no sigan con un marco de referencia machista donde dan la razón al victimario por agredir a la mujer, ya que no atendió bien al esposo o no le planchó la ropa.