Una feminista que se manifiesta, frente a una mujer policía, es la imagen que siempre nos obligan a cuestionarnos sobre ¿quién sí es una verdadera mujer? Como siempre, volviendo al tema de una competencia entre nosotras mismas.

Pero la realidad es que las mujeres policías no son muy diferentes a las mujeres que protestan en las calles exigiendo un alto a la violencia machista. Estas mujeres también son víctimas de violencia, principalmente dentro de sus corporaciones policiacas.

“Nosotros lo vimos con una compañera de ahí de tránsito. La compañera tuvo una relación con otro compañero. Tuvo el error de grabarse [teniendo relacione sexuales], entonces salieron mal, terminaron su relación, se separaron. Y este, a todos sus compañeros se los pasó. En todos lados, todos veíamos el video (…) la verdad no se vale. (…) si hasta mandos se dieron cuenta. (…) A la compañera le dio depresión, hasta se quería salir de la corporación”, dice una policía entrevistada.

Según un estudio realizado por la organización Causa en Común, las mujeres policías son altamente propensas a recibir violencia por parte de los hombres dentro de las corporaciones. Además, se enfrentan a más obstáculos por el hecho de ser mujeres, en una labor que se interpreta como una función para hombres.

De las policías del Estado de México y Nezahualcoyotl, que representan alrededor del 20% del estado de la fuerza en el país, al menos el 68 por ciento recibieron piropos ofensivos o comentarios lascivos durante la academia por parte de los instructores . El 18 por ciento recibió solicitudes o insinuaciones sexuales, mientras que el 9 por ciento recibió mensajes, fotos o comentarios con insinuaciones y/o insultos. Además, de las 300 mujeres policías que fueron entrevistadas por Causa en Común, y que denunciaron ser víctimas de algún tipo de violencia, al menos tres de ellas (1) fueron víctimas de intento de violación.

Pero a pesar de la alta incidencia de estas agresiones, solo el 17 por ciento de las mujeres denuncian a su agresor. Las que no lo hicieron dijeron que era porque no creían que hubiera una sanción al agresor, mientras que otras sintieron miedo por represalias. 

Más de la mitad de las agresiones reportadas no tuvieron ninguna consecuencia y sólo en el cinco por ciento se tomó la denuncia; en el 11% se inició la investigación; y en el 30 %de los casos se sancionó al agresor.

Ante este panorama de violencia, las mujeres no se sienten seguras en las corporaciones policiacas, pues solo el 18 por ciento de ellas creen que los reglamentos que existen son suficientes para evitar que se agredan a las mujeres. Las demás creen que no lo son.

El estudio demuestra que el 39 por ciento de las mujeres policías (encuestadas) han presenciado o han sido víctimas de discriminación, el 7% de abuso físico y el 2% de abuso sexual.

“Hemos escuchado experiencias de otras compañeras que sufrieron acoso, sufrieron de abuso… hay mujeres que sí dijeron ‘me está acosando’, ‘se me está insinuando’, y otras que, lo dejaron pasar… se quedan calladas”, explicó una de las policías del Estado de México.

Violencia escala a nivel nacional

Pero la situación no es muy diferente a nivel nacional. La misma organización, en 2019, realizó otro estudio en donde se detecto que que 3 de cada 100 policías mujeres mencionó haber sufrido o haber sido testigo de abuso sexual. Esta proporción se reduce a una de cada 100 en el caso de los policías hombres. 

Cinco de cada 10 mujeres piensa que hay discriminación en la corporación. 

El 35% de las mujeres indica que alguno de sus compañeras ha recibido piropos ofensivos, comentarios sobre su apariencia o de índole sexual frente a 18% de los hombres.

Mientras tanto el 17 por ciento de las mujeres indica que alguna de sus compañeras ha recibido mensajes, fotos, o comentarios con insinuaciones sexuales.

Estos datos reflejan que la violencia machista sucede contra las mujeres sin importar a qué se dediquen, por eso, es importante entender que las manifestaciones contra la violencia hacia la mujer no restringe.