¿Viste el video de la actriz Anahí donde explicaba cómo hacer enfrijoladas? 

Anahí aparece explicando cómo cocinar este platillo mexicano, en lugar de convertirse en un éxito gastronómico se convirtió en un mensaje de burla. ¿Por qué?

Incluso, la comediante Sofía Niño de Rivera se unió a las críticas.

La artista, quien se casó con el actual gobernador de Chiapas, Manuel Velasco, al ver las reacciones en Twitter también ser burló de sí misma. Sí, aparentemente fue una actitud "positiva", pero qué esconde este acto.

El colectivo Mujeres de la Sal compartió el comentario de un usuario de Twiiter donde cuestiona por qué nos burlamos de que Anahí, una mujer no sepa hacer unas enfrijoladas ¿estamos dándole un rol estereotipado de lo que es ser mujer?

Se tenía que decir y se dijo ??

Publicado por Mujeres de la Sal en Miércoles, 22 de abril de 2020

Más que analizar lo que cocina Anahí, habría que analizar por qué señalamos a una mujer que “cocina mal”. ¿La señalamos porque no está cumpliendo el mandato que se le indica? ¿Todas las mujeres debemos cocinar, o cocinar “bien”? Para mí la comida es placentera, para otras no.

Después de este comentario te volvemos a preguntar, ¿nos reímos de Anahí por machistas?

¿Qué es el machismo?

De acuerdo con la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres 

El machismo se compone de ciertas conductas, comportamientos y creencias que promueven, reproducen y refuerzan diversas formas discriminatorias contra las mujeres. Se construye a través de la polarización de los roles y estereotipos que definen lo masculino de lo femenino. Su principal característica es la degradación de lo femenino; su mayor forma de expresión, la violencia en cualquiera de sus tipos y modalidades en contra de las mujeres.

Algunos ejemplos de conductas machistas son:

  • Alejamiento del cuidado de los hijos e hijas; 
  • No involucrarse en las labores del hogar, excepto para dictar normas y ejercer castigos; 
  • Mantener una postura vertical en las relaciones familiares; 
  • Tener una sexualidad activa y heterosexual, cuestiones por las que se justifica la poligamia; y
  • No permitirse expresar sus emociones y sentimientos.