Elementos de la Guardia Nacional y las Fuerzas Armadas han incurrido en agresiones sexuales de manera sistémica contra mujeres migrantes, quienes optan por no denunciar a los integrantes de la institución de seguridad para evitar su deportación, advierte el informe Bajo la bota, realizado por organizaciones de la sociedad civil.
{"quote":"“No hemos denunciado porque no sabemos dónde (…) pero la preocupación que tengo es el refugio (asilo) y qué voy a comer con mis hijos. Seguro, si las haitianas denunciamos (las fuerzas de seguridad) pueden hacer algo para que no nos den el refugio”, señaló una solicitante de asilo haitiana víctima de abuso sexual."}
La Silla Rota solicitó una postura a la Guardia Nacional sobre esta información, pero no obtuvo respuesta.
En México, la militarización de la gestión fronteriza y migratoria genera escenarios de riesgo para los derechos humanos de las mujeres y niñas, esto se acentúa al tomar en cuenta el contexto de la violencia institucional castrense que viola los derechos de las mujeres, incluyendo la violencia sexual, señala el informe.
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Abuso sexual por parte de Fuerzas Armadas
El informe Bajo la bota, elaborado con cifras y testimonios de varias asociaciones civiles, indica que las agresiones de las Fuerzas Armadas contra mujeres se desglosan de la siguiente manera:
- Manoseos, tocamientos y levantones de ropa, 13.7%;
- Patadas, golpes, pellizcos y empujones 19.7%;
- Vigilancia y seguimiento,18%;
- y violación e intento de violación, 4%
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Las organizaciones documentaron el caso de una joven hondureña de 25 años, con dos hijos, quien fue detenida en Ciudad Juárez, Chihuahua. Al momento de su captura los agentes le habrían pedido desnudarse y la violentaron sexualmente.
{"quote":"“Desnudan a las mujeres, les meten los dedos por la vagina o les meten un cañón”, expresó la migrante a las asociaciones civiles."}
Luego de su detención, la joven de 25 años fue enviada a una estación migratoria, en la que permaneció durante dos meses y en ningún momento las autoridades le preguntaron si había sido víctima de algún delito.
“Las actividades de monitoreo desplegadas por Sin Fronteras IAP han permitido detectar que estos casos no son aislados, sino que, por el contrario, estos actos de violencia, ejercidos por la Guardia Nacional y los agentes del Instituto Nacional de Migración (INM), son cada vez más comunes en los procesos de control y verificación migratoria”, indica el informe.
Diversos órganos internacionales han reconocido que las mujeres y niñas migrantes enfrentan una situación de especial vulnerabilidad ya que son víctimas de violencia específica, como la sexual y de género, derivada de la discriminación y exclusión estructural, que se agrava en el contexto de la movilidad humana tanto en sus países de origen, como en los de tránsito o destino.
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“¿Cómo confiar si nos tratan en la calle como si fuéramos prostitutas?”; racismo y violencia patriarcal
Otro caso es el de una mujer haitiana solicitante de asilo, quien relató que los elementos de la Guardia Nacional y el INM las persiguen y, por ejemplo, las vigilan cuando entran a tiendas para que no se “roben” cosas. Además, expresó que son más susceptibles a la violencia sexual, desde el acoso hasta la violación.
{"quote":"“Ellos le podrán tener algo de miedo a nuestros hombres, pero a nosotras no. Nosotras no somos seres humanos para ellos. Somos para ellos, como basura. Tenemos que cuidarnos, siempre volvemos con luz del día a la casa o al campamento. Vamos por avenidas grandes, nunca por calles pequeñas, porque se puede esperar que puedan atacarnos los policías y los militares. ¿Cómo confiar si nos tratan en la calle como si fuéramos prostitutas?”, dijo la mujer migrante."}
Las agresiones sexuales de militares contra mujeres migrantes ya había sido advertido por Médicos Sin Fronteras. En 2018 esta asociación internacional estimó que el 68% de los refugiados en México fueron víctimas de violencia, entre las que se encuentra la de carácter sexual. Una tercera parte de las víctimas que denunciaron eran mujeres.
{"quote":"\"Las mujeres afrodescendientes migrantes en todo México estamos expuestas, en todo momento. No podemos ocultarnos, nuestro color de piel es visible, nuestro color de piel que molesta a los racistas”, compartió la testigo. "}
El informe señala que los agentes del INM, al atender los casos de estas mujeres, cometieron actos de violencia institucional e incurrieron en violaciones claras al debido proceso, “al no haber actuado de forma diligente, identificar ambos casos como víctimas de violencia de género”.
La Guardia Nacional acumula cientos de quejas por abuso a peromas migrantes. Es el riesgo de utilizar militares en tareas para las que no están preparados, afirman organismos de protección de derechos humanos. Foto: Alicia Fernández / Bajo la Bota
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La estrategia migratoria de militarización
En su informe, las organizaciones sociales también cuestionaron que la Guardia Nacional, una institución conformada mayormente por militares, tiene una participación cada vez más activa en labores de migración.
“De 32 delegaciones estatales del INM, 19 estaban, hasta finales de 2021, bajo el cargo de personal con formación especializada en tareas militares, labores penitenciarias y seguridad pública, de acuerdo con información pública”, indica el estudio.
La Guardia Nacional impide el paso a personas migrantes en el cerco fronterizo de Ciudad Juárez. Foto: Alicia Fernández / Bajo la Bota
Las asociaciones, que también retomaron notas publicadas por medios de comunicación, acusan que por lo menos tres cuartas partes los integrantes de la Guardia Nacional tienen una formación militar, no policial, lo cual maximiza el riesgo de que los extranjeros sufran violaciones a derechos humanos durante su procedimiento legal.
{"quote":"“85% de los agentes vinculados a la Guardia Nacional carece del certificado único policial y 27 de los 32 generales que dirigen la institución en los estados no han sido certificados en la función policial”, indica el documento."}
Sumado al abuso sexual contra las mujeres, las organizaciones sociales documentaron casos de detención arbitraria, uso excesivo de la fuerza y discriminación contra los migrantes.
De 100 entrevistas realizadas para el informe, 32 personas afrodescendientes y africanas aseguraron que los cuerpos de seguridad usan criterios raciales para detener y obligar a las personas a demostrar su estancia regular en el país.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) ha acumulado 400 quejas contra la Guardia Nacional, pero esta dependencia solo reconoce un caso de uso excesivo de la fuerza, de acuerdo con el estudio.
El informe presentado por las asociaciones civiles está acompañado de un micrositio donde se pueden leer ocho reportajes relacionados al tema migratorio.