Como muchos que estudiamos una carrera de humanidades, jamás me imaginé que eventualmente iba a tener que pensar en números, hasta que me alcanzó la realidad emprendedora. Esta semana tuvimos una reunión de administración, para revisar “el estado de la nación” con lentes de “nueva normalidad”. Como muchas empresas hemos revisado todas las posibilidades de ahorro para poder hacer frente a tiempos inciertos de forma responsable.

Este ejercicio es algo que recomiendo de forma recurrente, estemos o no ante una crisis global, si las empresas grandes dividen su año por trimestres ¿por qué no tomar prestada la disciplina? Así no sólo podemos planear sino también hacer los ajustes necesarios para ahorrar.  

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De nuevo es una de esas cosas que nadie te enseña, el mundo de las finanzas es como una especie de ciencia oculta y a veces ni siquiera sabes bien por qué las horas de trabajo no se ven reflejadas en los estados de cuenta. Para que un negocio sea negocio, tenemos que buscar llegar a números negros y sobre todo hay que entender cómo mantenernos ahí.

2020 nos empuja a pensar en la versión “bajo costo” de nuestros productos o servicios, esto no quiere decir bajar precios, más es decir ¿cómo podemos hacer lo mismo, siendo más eficientes en los gastos?

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¿Qué es necesario y qué es un ahorro potencial?

Más que una pregunta es una filosofía para revisar nuestra lista de costos fijos, con esta visión les va a sorprender cómo hay muchos rubros que se veían como fundamentales y que realmente están haciendo la operación más pesada.

Es como hacer limpieza de armario, a la Marie Kondo, para quedarnos sólo con lo que nos ayude a mantenernos y a crecer. Ahorrar no es sinónimo de tacañería, de ninguna forma se trata de regatear o recortar aspectos esenciales.

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Comparto algunas cosas que después de evaluar nuestra operación nos ayudaron a ir más ligeras:

Oficina/espacio de trabajo: Esta decisión para mi fue la más difícil, sin los efectos de la cuarentena es algo que jamás nos hubiéramos cuestionado; sin embargo, hoy que hay que decidir con prioridades distintas – como la salud y seguridad de nuestro equipo-, dejó de ser “canasta básica”. Si en el mediano plazo puedes reubicar tu espacio a otro con mejor precio, trabajar de forma remota, convertir un espacio de casa, este es el momento de evaluarlo.

“Extras” que son bonitos pero no prioritarios: Una cosa es la experiencia del cliente final y otra que esos “detallitos” se coman las ganancias, sobre todo ahora que todo el embalaje, volantes o impresiones de publicidad van a acabar rociados de desinfectante en una esquina. ¿Cómo lo puedes hacer más fácil para ti y para tu cliente final? Vale más la pena invertir tiempo en servicio y seguimiento a clientes que dinero en aventurarse con nuevos promocionales que no hacen mayor diferencia.

Créditos caros o que no resuelven el mediano plazo: En pandemia no te aloques ni te embarques (de más),  aventurarse a un crédito requiere de planeación desde para qué lo vas a usar, hasta cómo vas a asegurar el pago de la mensualidad. Si el crédito te resuelve sólo el próximo mes y lo vas a tener que pagar con intereses por los próximos tres años, esa no es una buena opción de financiamiento.

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Suscripciones, comisiones y otros gastos hormiga: No digo que canceles todo, sólo que revises si vas a necesitar todos esos servicios en este momento donde todo cambió, también hay que fijarnos en las fechas de renovaciones, si existe algo duplicado (o muy similar) y si hay forma de negociar con proveedores.

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¿Cuánto ahorrar?

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Recuerda que las finanzas de tu negocio deben estar muy separadas de las personales y sobre todo funcionar de forma distinta, lo ideal es tener un respaldo de hasta tres meses de operación, esto significa un respiro importante ante cualquier retraso, cambio o recorte. Como lo ideal no es amigo de lo bueno, al menos un mes de gastos te da aire para tomar decisiones y ajustes.

Hace mucho sentido fijarse un “sueldo” mensual, un monto destinado a ahorro y otro de utilidad para reinvertir o aventurarse en nuevos productos. No voy a mentir, esto requiere un poco de trabajo extra mes a mes para ver cómo quedan nuestros números, pero es la mejor forma de ajustarnos sin tanto sufrimiento.

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Mercedes Baltazar es internacionalista dedicada a la comunicación estratégica que decidió emprender para contar noticias desde Meraki México,

Twitter: @LaMarimer