En plazas comerciales de todo el país hay centros de depilación láser diodo que ofrecen tratamientos y prometen que en 10 o menos sesiones se eliminará de forma permanente el vello corporal. Uno de ellos, es Europiel, la cual tiene más de 130 sucursales en países como Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, España, Estados Unidos y México.

De 32 entidades que hay en nuestro país, Europiel tiene sucursales en 26 y en la mayoría, clientas han denunciado abusos de todo tipo; desde incumplimientos de contratos, violencia estética, psicológica y sexual hasta falta de profesionalismo y mala atención al cliente.

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Desde hace dos años, varias personas en redes sociales denunciaron que esta empresa suele secuestrar a personas y los dejan salir hasta que contraten algún paquete, los cuales oscilan entre los 7 mil hasta los 39 mil pesos por depilar tres o más zonas del cuerpo.

En La Cadera de Eva reunimos 10 testimonios de mujeres que han sido estafadas y violentadas en alguna de sus sucursales y enlistamos las quejas más frecuentes de este centro de depilación:

Violencia estética:

Valeria y Jessica compraron un paquete de depilación láser porque les ofrecieron un “descuento del 50%” al contratar juntas. Desde las primeras sesiones, las mujeres encargadas de depilarlas ejercieron violencia estética hacia ellas: 

“Criticaron los vellos de mi cuerpo y mis estrías. En cada sesión me decían que me vería mejor sin vellos en la zona del bikini, a pesar de que yo solo había contratado el área de las piernas. Llegó un punto en que iba tapada a las sesiones para que no pudieran ver el vello de mi cuerpo”, contó Valeria.

Por su parte, Jessica expresó que desde su primer acercamiento con la sucursal Forum Coatzacoalcos, las vendedoras le decían que se vería más bonita sin vellos; que los vellos de sus brazos eran antihigiénicos y de mal gusto.

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Abuso sexual:

En el caso de Sofía, además de la presión que ejercieron hacia ella para obligarla a comprar dos paquetes, en su tercera sesión, una de las empleadas abusó sexualmente de ella, según denunció.

“Me estaba depilando el abdomen y de un momento a otro bajó mi ropa interior y me tocó, con el pretexto de que tenía vellos en la parte baja del abdomen. Me quedé helada y no supe qué hacer. Saliendo lloré mucho y nunca regresé”, recordó.

A pesar de que no terminó su tratamiento, la sucursal ubicada en Forum Buenavista (Ciudad de México) nunca le regresó el dinero porque Sofía dejó de ir a sus citas. Como ya no quería ir al local, expuso su caso a atención a clientes por teléfono y nunca le dieron seguimiento. 

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En esta sucursal, también se ha denunciado que les han quemado la cara y piernas, de acuerdo con opiniones públicas en Google. Además de irregularidades en los pagos: 

“Pésima atención, no recomiendo esta sucursal en absoluto, te ofrecen paquetes de forma muy amable; sin embargo, cuando se llega al momento del pago, son super hostiles y te obligan a proporcionar datos de tarjeta, aún brindando previamente opción de pago con transferencia”, escribió una usuaria.

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“No tienen disponibilidad de citas (hasta 2 meses entre cada sesión o más), al llegar pasa mucho para que te atiendan, tienen formas de vender muy hostiles, interesados únicamente en que realices el pago incluso sin haber recibido los servicios, pésima atención en general por el precio que se paga”, escribió otra. 

Los tratamientos no funcionan:

Perla y Hannia contaron que, desde hace años, asisten a sesiones y no han registrado ningún avance en la eliminación de vello corporal. Ambas van cada mes a sus sesiones y han desembolsado más de 20 mil pesos cada una.

“Primero me decían que yo tenía problemas hormonales y que por eso no desaparecía el vello. Fui a la ginecóloga y mis estudios salieron bien… Te tienen ahí para sacarte más dinero y humillarte”, explicó Perla de 34 años.

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Hannia relató que la falta de interés y profesionalismo, son constantes de Europiel, ya que a ninguna de las empleadas les importa realmente su clientela: “Solo quieren sacar sus citas, todas atienden de mala gana y pasan el láser sin cuidado, a veces te irrita y lastima y no hacen más que decirte que es tu culpa”.

Alta rotación de personal:

Algo que caracteriza a estas sucursales es que el personal cambia cada dos o tres meses. Además de que no hay seguimiento, las empleadas no cuentan con la correcta capacitación para atender dudas o quejas de las clientas. 

“Nadie sabe nada, preguntas y nadie resuelve tus dudas. Nunca dan seguimiento, antes de asistir a tu cita, debes ir a valoración para que anoten cuánto porcentaje llevas de vello y como siempre tienen personal nuevo, todas te valoran diferente. Unas dicen que llevas el 30% otras, el 60% y así, nunca siguen un proceso estándar”, denunció Carolina de 27 años.

“Hay unas trabajadoras que te tratan mal, a veces te ponen el láser un minuto y ya con eso terminan la sesión. Yo he agendado citas de 40 minutos y en 15 ya me sacan. Te depilan como sea y por eso no ves resultados”, expresó Laura.

Falta de higiene:

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La falta de higiene también es un problema común en estas sucursales. Consumidoras han expresado que la misma máquina de láser las ocupan para zonas como piernas, cara y la zona del bikini, esto sin limpiarlas ni prevenir a las usuarias.

“Nunca cambian las sábanas de las camas, imagínate, depilan zonas del interglúteo y luego te pasan a ti que vas a que te depilen el abdomen. Tampoco usan guantes, ni gel antibacterial, nunca se lavan las manos”, mencionó Diana.

Cobros dobles:

La parte que más molestó a Claudia fue que en más de tres ocasiones, le duplicaron cargos a su tarjeta, al reclamar solo le dijeron que era un problema del banco. Nunca le dieron solución y perdió su dinero: “La gerente me daba largas y cuando iba a reclamar, todas se escondían”.

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Los precios excesivos es una de las quejas más frecuentes entre clientas, algunas que deciden comprar solo un paquete, salen de las sucursales con cuatro zonas más. “Te dicen que tienen descuento pero es el mismo precio siempre, te intimidan para que los compres, te amenazan y no te dejan salir después de horas”, agregó 

Mala experiencia:

Algo que refirieron las 10 entrevistadas fue que, la experiencia durante las sesiones es mala. Ya que el descontento de las clientas siempre está presente, por lo que suelen quejarse continuamente con las gerentes de las tiendas, aunque no obtienen respuestas.

“Desde que entras, el ambiente se siente muy pesado. Siempre hay clientas que se están peleando con las enfermeras y las vendedoras. Siempre hay gritos, siempre te tratan mal. Entre las empleadas es lo mismo, a veces te están depilando y se ponen a platicar y a echar el chisme, ahí mientras estás desnuda. Es algo muy incómodo y más cuando se ponen a criticarse entre ellas”, dijo Anel.

Asimismo, todas expresaron que el trato al cliente es malo, tanto de las sucursales como del call center. “A veces te dejan esperando una hora hasta que te pasan a valoración, pero si llegas tarde dos minutos te dicen que ya no pueden atenderte”, concluyó Anel, quien lleva dos asistiendo a citas sin ver cambios notorios.

Usuarias han denunciado ante la Profeco

Se estima que más de mil usuarias han presentado de manera formal su queja ante la  la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco). Medios locales reportaron que el 1 de diciembre pasado, la Profeco colocó sellos de suspensión a una sucursal de Europiel ubicada en la comercial Forum en Culiacán, Sinaloa, esto por incumplimiento de contratos y fraudes a consumidores. 

La misma Profeco también dio a conocer que en 2018, suspendieron otra sucursal en Cancún, Quintana Roo, por no contar con permisos ni avisos sanitarios adecuados para llevar a cabo cirugías estéticas.

En 2022, la cuenta oficial de X de la Profeco informó que concilió una sucursal de Europiel en Monterrey, Nuevo León. Después de que una usuaria denunciara a la tienda por negarse a cancelar un contrato.