“Hay algo que tiene que quedar claro: lo que pasa en la cama o en el sexo es un universo contrario a lo que sucede fuera de ella. Les explico: me moja y derrite que me digan que soy ''su puta'' en la cama, pero si alguien en la calle me grita que soy una puta, voy y le monto una cachetada del tamaño de sus huevos”, dice Fabiola de 30 años.

Lo que nos gusta y no en la cama depende de cada una de nosotros. Lo que es un hecho es que las palabra sucias y prácticas de bondage deben ser consensuados.

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¿Dónde está el límite, se pregunta Diego Udaneta en Vice, en realidad el límite lo ponen las parejas. “No existen fórmulas mágicas más allá de saber comunicar nuestros deseos, y saber escuchar a la otra parte”, señala Leire Méndez, psicóloga y terapeuta sexual.

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¿Por qué excita decir groserías?

El amante experto sabe que el órgano sexual más poderoso es el cerebro y el medio para estimularlo es el oído, por lo que comúnmente sus mejores aliados son los gemidos, gritos, suspiros o susurros románticos, aunque también las palabras sucias, ¿por qué?

De acuerdo a un estudio publicado en el Journal Hormone Research, cuando se dicen groserías se activan dos áreas del hipotálamo: el núcleo preóptico, que influye en la búsqueda de pareja y el núcleo supraquiasmático, que regula los ciclos reproductivos.

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Cuando ambas zonas se encienden, el deseo aumenta y motiva a ir en contra de las convenciones sexuales, lo que resulta bastante excitante.

Esta práctica provoca también el deseo de ser sumiso y dejar que la pareja tome todo el control debido a que se estimula la amígdala, una zona cerebral que se activa cuando sentimos miedo y que se relaciona con la excitación y el placer.

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La sexóloga Flavia Dos Santos, originaria de Brasil, explica que el fácil acceso a la pornografía, ha provocado que muchas parejas utilicen este lenguaje, aunque muchas veces no es bien visto por la otra persona.

¿Quieres intentarlo?

Para tener sexo, no existen fórmulas o secretos, todo depende de la efusividad y los gustos de la pareja, pero en caso de que estés pensando en intentar esta práctica, sí es importante que consideres lo siguiente.

-Practica: a solas, di algunas frases para que veas cómo te sientes y si te agrada el tono o tienes que hacer algún cambio.

-Analiza tu expresión facial y corporal: asegúrate que tus gestos no indiquen algo diferente a lo que dices. Tener una expresión dominante, segura y llena de deseo, aumentará el deseo de ambos.

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-Comienza poco a poco: gime, suspira y lentamente ve diciendo las palabras. Empieza con pequeñas para que veas cómo reacciona tu pareja. Si le agrada, ve subiendo de intensidad.

-Los piropos no pueden faltar: resalta lo que más te gusta de tu pareja, sin exagerar ni mucho menos mentir. Díselo de formas diferentes a las habituales.

-Deja la ternura de lado: dile su nombre completo, descríbele lo que le harás o habla de sus órganos de la forma que más te plazca. Deja salir tu lado más salvaje y guarda el papel de niño(a) bueno(a).

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Qué frases no nos gusta que nos digan

Algunas de las cosas que las mujeres no preferimos que nos digan en la cama, de acuerdo con a un listado que hizo El País son:

-En el primer encuentro se usen dimininutivos como “mojadita”

-Repitan a cada instante “¿te gusta, te gusta?”

-“¿Vas a ser una niña mala con papi?”

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-Que ronquen después de tener sexo

-Que te llamen por otro nombre

-Compararnos con otras personas

-Que te den las gracias

-“Luego me pongo el condón”

-Que te empujen la cabeza cuando estás haciendo sexo oral

Como se mencionó en la nota, no hay una fórmula para tener un mejor sexo, la clave está en la comunicación, expresar lo que que queremos y nos gusta.