Todos tenemos preferencias en la intimidad, desde las fijaciones por partes específicas del cuerpo (pechos, pene, vagina, glúteos, pies, etcétera), hasta prácticas como la flagelación, el sexo anal o los tríos, pero ¿cómo sabemos que uno de esos gustos puede considerarse una parafilia sexual?
¿Qué son las parafilias sexuales?
De acuerdo con la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), una parafilia es una condición en que la excitación y satisfacción sexual de una persona depende de la fantasía recurrente de una experiencia considerada como inusual. Esto incluye el interés por obtener placer sexual a través de objetos o situaciones que se encuentran fuera del alcance de los intereses sexuales habituales.
Los criterios para identificar que alguna actividad sexual se encuentra fuera de lo usual corresponden a cuestiones estadísticas, filogenéticas o biológicas, morales, legales y de aceptación social.
Por lo tanto, el mundo de las parafilias puede ser tan amplio como los gustos atípicos de las personas lo permitan. No se limita a la excitación por los pies o por el dolor (BDSM).
¿Las parafilias sexuales son malas?
La respuesta a esta pregunta es complicada, puesto que depende de cada parafilia. Aquellas parafilias que dependen del no consentimiento de la otra persona para lograr la excitación son consideradas como delitos. También aquellas que tienen que ver con la atracción hacia personas indefensas.
De tal forma, parafilias como la pedofilia (atracción por niños y niñas), la abasiofilia (atracción por personas discapacitadas) o las fantasías relacionadas a forzar a otra persona a satisfacer necesidades sexuales son alarmantes, e incluso, consideradas un delito.
Además, pueden considerarse como graves aquellas parafilias que se relacionan con la imposición de poder, con las que, especialmente, peligran las mujeres. Considerando que vivimos en una sociedad patriarcal, la imposición y el ejercicio de poder de los hombres hacia las mujeres incrementa la posibilidad de que los varones lleven a cabo las filias relacionadas con forzar a las mujeres y niñas a satisfacer sus deseos sexuales.
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Por otra parte, la impunidad ante casos de pedofilia provoca que cientos de niñas permanezcan cerca de sus agresores. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), 80.31% de las mujeres víctimas de violación durante su infancia fue abusada por familiares. Según la Facultad de Medicina de la UNAM, la Pedofilia tiene mayor incidencia en varones heterosexuales con baja autoestima, en situaciones de estrés y abuso del alcohol.
Mirar las parafilias desde una perspectiva de género es crucial, pues no debe dejarse de lado la situación de sumisión en la que la sociedad pone a las mujeres. Esto provoca que se encuentren en riesgo de ser obligadas a llevar a cabo actos sexuales que no quieren y ser víctimas de abuso y violación para satisfacer los deseos sexuales de los hombres.
De acuerdo con la UNAM, las parafilias que ponen en riesgo la libertad, dignidad y los derechos de otros requieren ser atendidas, para lo que sugieren la terapia conductiva-conductual, pues ayuda a modificar el interés sexual del sujeto y reacondicionarlo. También recomiendan programas de manejo de la ira, gestión del enfado, relajación y la promoción de la empatía con la víctima.
Sin embargo, no todas las parafilias pueden considerarse malas o riesgosas. La mayoría de las parafilias sexuales son inofensivas para los demás. Los gustos por determinados objetos o situaciones para lograr el orgasmo no son necesariamente malos si existe consentimiento entre las partes involucradas.
Tener una buena comunicación en la cama puede ayudar a que el disfrute sexual se desarrolle en los individuos involucrados, compartiendo el placer de probar cosas nuevas o extrañas.
Algunos tipos de parafilias sexuales
Las parafilias sexuales son tan variadas como los gustos por las rarezas lo permitan; sin embargo, aquí te contaremos de algunos tipos, peligrosos e inofensivos.
Fetichismo
El fetichismo es la atracción por objetos o partes concretas del cuerpo, como la altocalcifilia (atracción por los zapatos de tacón), androidismo (atracción por muñecos de aspecto real), la misofilia (atracción por las prendas de ropa sucias) o la autonepiofilia (excitación al utilizar pañales), entre muchas otras.
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Exhibicionismo
Es la atracción producida por mostrarse teniendo sexo frente a otras personas. Dentro de esta categoría se encuentran filias como la agrexofilia (atracción por ser oída por otras personas) o el dogging (ser observado practicando sexo en un sitio público).
Voyeurismo
Al contrario del exhibicionismo, el voyeurismo es la excitación obtenida viendo a otras personas teniendo relaciones sexuales. Dentro de esta parafilia entra la candalagnia (excitación al ver a otras personas teniendo sexo con la propia pareja).
Sadismo
Contrario al masoquismo, el sadismo es la excitación producida por infringir dolor. Dentro de esta categoría podemos encontrar la asfixiofilia (excitación al asfixiar a la pareja) y la belonefilia (excitación al prácticar sexo con agujas).
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Otras categorías de parafilias sexuales son la atracción por personas como la acrofilia (atracción por personas muy altas) o la teleiofilia (atracción de adolescentes hacia adultos). También las filias por la atracción hacia partes del cuerpo son comunes como la lactafilia (excitación por los pechos en periodo de amamantamiento) o la tricofilia (excitación por el cabello).
No todas las parafilias sexuales son malas, y no necesariamente afectan a otras personas. Explorar cosas nuevas en la intimidad que le causan satisfacción a tu pareja pueden ser una gran experiencia, siempre y cuando exista consentimiento e interés por ambas partes. Sin embargo, aquellas parafilias sexuales que afectan directamente a la integridad de otras personas deben ser atendidas y sancionadas.
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Las parafilias sexuales no son iguales a las preferencias sexuales
Es necesario distinguir las parafilias sexuales de simples preferencias en la cama. De acuerdo a la psicología, todos tenemos preferencias o gustos sexuales específicos; sin embargo, los parafílicos requieren todo el tiempo, aunque sea en su imaginación, de estos objetos o prácticas para lograr la satisfacción sexual.