La denuncia de la conductora mexicana Gaby Ramirez en contra del comediante mexicano Sergio Verduzco, mejor conocido como Platanito, puso sobre la mesa nuevamente la discusión sobre el acoso que viven las mujeres en el mundo del cine y la televisión.

En el programa “Chisme No Like”, la conductora rompió el silencio y contó una experiencia de acoso que vivió al realizar su trabajo. De acuerdo con su testimonio, fue en mitad de un programa de Estrella TV que el comediante tocó su cuerpo sin su consentimiento.

“Me agarró el pecho, él sabe que me agarró sin mi permiso y sin mi consideración”, dijo Gaby. ??“Yo me quedé como idiota preguntándome si era parte del sketch”, agregó.

Por si fuera poco, la conductora contó que, al hablar de lo sucedido con los encargados del programa toda la situación se volcó en su contra, fue despedida y hasta la obligaron a ofrecerle disculpas a Platanito llevándole flores:

“Es más, a mí me obligaron a llevarle un arreglo de flores a Platanito y se lo dejé en el hotel donde se quedaba, que porque a mí se me ocurrió reclamarle”, dijo Gaby.

No fue el único caso, Gabby Tamez, ex participante de “La Voz México”, también se unió a las denuncias en contra de Platanito. En el programa “Chismes No Like”, la compositora compartió que en el primer día que ingresó fue acosada por Sergio Verduzco “Platanito”, lo que le provocó estrés.

Gabby Tamez comenta que al igual que en el caso de Gaby Ramírez la producción sabía sobre el comportamiento de Platanito, pero no hacían nada al respecto. Incluso le decían que si algo no le gustaba fuera ella quien se lo dijera.

Otros casos de acoso en la televisión mexicana

La televisión y el cine mexicano reproducen y amplifican las ideas y actitudes de una sociedad machista y patriarcal como lo es la sociedad mexicana, ejemplo de ello es que Gaby Ramirez no ha sido la unica conductora o actriz que ha enfrentado acoso y abuso sexual en plena transmisión en vivo.

Un caso polémico fue el de Andrea Vilash, una conductora de Sinaloa que grababa un programa piloto dedicado a la música regional mexicana cuando la Original Banda el Limón comenzó a pedir que la conductora se quitara la ropa interior, uno de los músicos incluso intentó quitársela. Al final, Andrea se quitó la ropa interior para entregarla al músico. Esto representó un claro caso de acoso y hostigamiento sexual que fue minimizado por los creadores del programa y por la audiencia.

Otro caso, más reciente y mediático, fue el de Macky Gonzalez, una famosa atleta de la televisión mexicana que enfrentó acoso mientras participaba en un concurso de baile del programa Hoy. Su pareja de baile le dio una nalgada durante la rutina y ella reaccionó a la defensiva ya que, como ella explicó, esa nalgada no era parte de la coreografía.

A pesar de haber explicado que la razón de su reacción fue que su compañero tocó su cuerpo sin su consentimiento, los jueces del programa de baile se concentraron en señalar tal actitud como falta de profesionalismo por romper la rutina.

La televisión y el cine mexicano cuentan con un sinfín de ejemplos en los que el acoso y hostigamiento sexual es normalizado y hasta espectacularizado, uno de los programas más señalados por esto es el noticiero del payaso Brozo, que en sus transmisiones al aire presentaba personajes de mujeres semidesnudas que eran presentadas como objeto sexual y de consumo.

¿Por qué acosan a las actrices?

A pesar de los amplios avances para prevenir y erradicar todas las formas de violencia contra las mujeres, el acoso y hostigamiento sexual continúan presentes en la televisión, esto se relaciona con el sistema patriarcal dominante que se ve reflejado en los productos culturales como son los programas de televisión.

Aunque a simple vista podría parecer un problema sencillo, en realidad el acoso que sufren las mujeres que trabajan en televisión es mucho más profundo, se trata de una relación de poder. Para la pensadora feminista Kate Millet el sexo es una relación de poder en donde la mitad de la población (las mujeres) se encuentran bajo el control de la otra mitad (los hombres). Esto se relaciona con la definición misma del patriarcado, que es el sistema social en el que las mujeres están oprimidas por los hombres.

De acuerdo con el texto “Las relaciones de poder y violencia vinculadas al hostigamiento sexual” de Patricia J. Bedolla Miranda y Blanca Elba García y García, el dominio de los hombres sobre las mujeres crea relaciones de poder en la sexualidad:

“Se puede decir que el destino femenino y su sexualidad han estado dirigidos y controlados generalmente para los requerimientos culturales y satisfacción erótica masculina”, afirman las autoras.

En ese sentido, concluyen que la conceptualización de la sexualidad desde el dominio masculino pone en un lugar de subordinación a las mujeres, propiciando actitudes como el acoso y el hostigamiento sexual. En realidad, lo que viven las mujeres en televisión es solo un reflejo de lo que enfrentan todas las mujeres en el día a día.