Ricardo Salinas Pliego, fundador y presidente de Grupo Salinas, quien se decía ser amigo de López Obrador tiene una interacción en redes “al estilo Trump”, regaña y ejecuta a través de esta cuenta social ¿qué busca? “Llamar la atención”, concuerdan en entrevista Claudia Benassini, investigadora de al Universidad La Salle de la Ciudad de México y Luis Ángel Hurtado, profesor de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

El empresario deja ser amigo del presidente cuando le dicen que debe 2 mil 636 millones 428 mil 880.12 pesos más intereses y actualizaciones de ISR en el ejercicio 2006 al Servicio de Administración Tributaria (SAT), señala Claudia Benassini.

Sin embargo, esta deuda es opacada en redes tras victimizarse de que Twitter coartó su libertad de expresión tras bloquearle su cuenta por un día, señala Luis Ángel Hurtado. Bloquear su cuenta, lo único que generó fue mayor polarización. Ésta fue reactivada la noche del 20 de enero, señaló que su cuenta había sido cerrada por bots. Este mensaje llegó a sus más de 973 mil seguidores.

“Suspender la actividad de un usuario genera polarización. Se cree que la red social trabaja para el gobierno o en contra de éste. El bloquear una cuenta polariza automáticamente. La actual administración ha sido rígida con el pago de impuestos. Se vuelve polarizante, ‘¿a quién no le gusta que los ricos paguen más impuestos?’”, lanza la pregunta Hurtado, analista de redes sociales.

DISCURSO DE ODIO

Lanza insultos cuando se le cuestiona o señala, ¿les recuerda a alguien? “Hoy es un día muy eventuoso. Por un lado, los gobiernícolas están desatados. Nos acaban de dar un palo sabroso ahí en la Suprema Corte”, escribió en Instagram Salinas Pliego tras haber sido rechazada la resolución del máximo tribunal en contra de la cadena de electrodomésticos.

No sólo eso, cuando Denise Dresser criticó la posibilidad de que Salinas Pliego comprara Citibanamex, ya que dejaría ver un acto de complicidad abusiva entre el empresario y el gobierno de López Obrador. El deudor de SAT saltó y lanzó un tuit cargado de machismo y misoginia, de acuerdo con los investigadores.

Salinas Pliego reaccionó acusando a la periodista Denise Dresser de “bruja” y calificó su estado de ánimo y civil. El haberla señalado de “deprimida” y “dejada”. Esto “sólo refuerza estereotipos de género y deja ver un discurso poco sensible, hay muchas personas deprimidas. Además, relaciona el estado de ánimo como si sólo fuera un tema de mujeres. Al decir que no tiene un hombre a su lado, señalando que las mujeres necesitan a alguien para estar feliz”, señaló Alejandra Collado, especialista en temas de género.

 

Además, el empresario “inventó” que Denise Dresser debía una licuadora. Reforzando de nuevo estos estereotipos de género.

Claudia Benassini señala que el empresario promueve discursos de odio en redes, entiendo que el discurso de odio concibe aquellas “actitudes, pronunciamientos, a través medios, interpersonales y demás que difunden estereotipos negativos sobre las personas”.

En sus redes sociales, ahora en Instagram, tiene una narrativa despectiva y agresiva hacia los demás.

En este discurso fuera de lo políticamente correcta destaca una polémica en redes sociales con Sabina Berman, donde se señaló que el empresario obligó a los empleados a ir a una fiesta. Donde no se siguieron las recomendaciones de sana distancia y el uso de cubrebocas, la escritora publicó:

 “Ya prometí no hablar del MAYOR HDP del país. Así que no puedo nombrarlo… Hagan de cuenta Hitler pero con retórica basura en la cabeza y acciones verídicamente asesinas”.

La respuesta del empresario fue confrontativa. “Su narrativa es una extensión de él mismo, muy grotesca en su forma de llevar sus relaciones públicas, ha cuestionado los diferentes gobiernos. Lo que genera ruido es que vemos una persona que no decide entrar en la narrativa de lo políticamente correcto”, apuntó Luis Ángel Hurtado.

El estilo de Salinas Pliego es desde la confrontación, “construir enemigos, llamar la atención, polarizar, imponer”, dijo Claudia Benassini.

Una de las apuestas para Claudia Benassini en entornos polarizantes es la alfabetización digital, instruir a los usuarios sobre su desenvolvimiento en la red, cómo interactuar con este tipo de comentarios o cómo ignorarlos. En cambio, para Luis Hurtado aún hace falta llegar a este nivel educativo, ya que hay gente que no sabe distinguir los discursos falsos, pueden creer que lo que está diciendo el empresario.

“Preocupa si lo dejamos de lado, las palabras pueden generar violencia. Se debe tomar en consideración que estamos en un país donde no hay una intencionalidad de la alfabetización digital y en un país donde se asesinan a diario a 13 mujeres. Se comienza a normalizar que los hombres deben cuestionar a las mujeres”, enfatizó Hurtado.