La crisis salud por covid-19, le ha dado los reflectores al titular de la Subsecretaría de Prevención y Promoción a la Salud, Hugo López-Gatell. En medio de la crisis, el funcionario ha tenido una gran aceptación pública ¿por qué?
No por nada, dos revistas de corazón entre ellas “Hola!” están preparando un trabajo donde describen al funcionario como un ídolo nacional, escribe Roberto Rock en su columna publicada por El Universal.
“López-Gatell goza de un alto nivel de popularidad basado en campañas de redes sociales, amplia presencia mediática y un puñado de fotografías de juventud que apoyan hasta la forzada versión de que tuvo un rol importante en las protestas de 1986-87 en la UNAM contra la imposición de cuotas”, escribió Rock.
Lo sorprende es que nos hemos enamorado del hombre que nos tiene en cautiverio, a lo que la psicóloga Erika Villavicencio, coordinadora de Psicología Organizacional de la UNAM, lo describió como “síndrome de Estocolmo”.
¿Qué es el síndrome de Estocolmo?
Se refiere al síndrome, donde se genera afecto entre las víctimas y el secuestrador, se llama así porque en agosto de 1973, un ladrón secuestró a cuatro personas (tres mujeres y un hombre) durante 131 horas. Cuando los secuestrados fueron liberados, habían establecido lazos emocionales con el agresor.
De forma contraria, Ricardo Ayllon González, psicoterapeuta, coordinador del Programa de Metodología para Gendes, una organización civil que trabajo con masculinidades desde la perspectiva de género, no considera que ocurra el síndrome de Estocolmo porque no está relacionado con un caso de violencia externa. Si no que vemos características masculinas del “buen trato” que llegan a erotizar.
López Gatell, una "masculinidad alternativa"
Al respecto, Yair Maldonado Lezama, coordinador de posicionamiento de Gendes, dijo para La Cadera de Eva que López-Gatell “presenta pocas o nulas características que se atribuyen a la masculinidad hegemónica que es tradicional y machista”.
Las características de un hombre inteligente, respetuoso y atento, se ven poco en las masculinidades de los hombres mexicanos, señaló la psicóloga Erika Villavicencio, para ella la admiración hacia López-Gatell muestra la falta de carencia de figuras masculinas sanas en nuestra sociedad.
“López-Gatell tiene conductas que generan un vínculo afectivo, de cuidado y empatía, y pocas veces vemos este tipo de masculinidades en el ámbito político; sobre todo en una situación de crisis”.
Para Ayllon es obvio que se vuelva un referente en cuanto a lo afectivo y amoroso y conlleve a expresiones como “mi novio”, “mi hermoso” en redes sociales durante sus conferencias de prensa.
Comentarios tomados de la conferencia de prensa transmitida por Facebook Live.
Al ser un hombre cercano al poder, no lo utiliza para dominar, como lo haría una masculinidad tradicional si no que opera desde la empatía, paciencia e información.
“Algunos han dicho es que a las siete de la noche veo la luz”, comentó Ayllon, refiriéndose a la conferencia del subsecretario de Salud.
“En medio de un ambiente de miedo e incertidumbre, López-Gatell logra mantener la calma y transmitir tranquilidad a la ciudadanía”, dijo Ayllon.
En México los referentes de hombres que tenemos son hombres machos como Pedro Infante o Mauricio Garcés, lo que nos refleja López-Gatell es una “masculinidad alternativa” que escucha, es empática y no abusa del poder.