El home office como alternativa ante la recomendación de confinamiento debido a la pandemia de covid-19, se traduce como un nuevo obstáculo para las mujeres en materia laboral, puesto que las tareas domésticas aún se asocian más con las mujeres que con hombres. 

Un estudio de la firma Kaspersky sobre el estado de las mujeres en el sector de la tecnología, encontró que el trabajo desde casa ha retrasado la evolución laboral de más de la mitad de la población femenida en el país. 

Los ahorros en tiempos de transporte y la flexibilidad de horario significa una mayor productividad para hombres que trabajan desde casa. Sin embargo, casi la mitad de las mujeres encuestadas aseguran que durante la pandemia han tenido que combinar su vida personal con el home office. 

60 por ciento aseguró hacerse cargo de la mayor parte del trabajo doméstico, mientras el porcentaje de los varones es de 44%. En adición, siete de cada 10 mujeres están al frente de las tareas de educación de los niños -quienes toman clases a distancia para evitar la propagación del coronavirus-, y casi la mitad han adaptado más sus horarios en comparación de lo que lo ha hecho su pareja o padre de los menores. 

Esta desigualdad de género se refleja en el desempeño laboral.

La crisis económica derivada de la pandemia de covid-19 ha dañado más la economía de las mujeres que la de los hombres, de acuerdo con información de la BBC, puesto que son más susceptibles a ser despedidas, además de que las industrias más golpeadas por la recesión, como turismo, cuentan con un mayor número de personal femenino.

La revista Harvard Business Review asegura que es posible que el que las profesionistas prefieran trabajar desde casa podría alejarlas de los grupos de toma de decisiones. También podría poner los esfuerzos de las trabajadoras fuera del reconocimiento directivo. 

PROBLEMAS ALEDAÑOS

El home office ha representado para muchas personas sentir una carga de estrés mayor a la que sentían cuando acudían a sus centros de trabajo, ya que muchas empresas han roto los límites de los horarios para determinar cuándo y dónde deben de trabajar los empleados y muchos de ellos terminan laborando prácticamente todo el día.

Otro problema es el de la ciberseguridad, ya que el teletrabajo ha sido visto por agentes maliciosos como una oportunidad para cometer delitos cibernéticos y los ataques y fraudes han aumentado de manera significativa, como robo de información. 

La razón principal de esto es que las empresas no invierten lo suficiente para proteger los equipos de sus trabajadores en casa. 

(djh)