CHIHUAHUA.- A primera vista en el los alrededores del poblado de Creel, en Chihuahua se observan grupos de mujeres rarámuris haciendo artesanías o caminando en grupos, pero sin la presencia de algún hombre, ¿dónde están ellos?
Sofía, una niña rarámuri de 12 años dice que su papá se fue con otra mujer. Su tío, quien la enseñó a subir la Sierra se murió de neumonía a los 40 años y su abuelo también.
“¿Dónde están los hombres de tu comunidad?”, se le preguntó a Sofía. –“Se mueren”, dijo.
Sofía, niña rarámuri descansa en su novena subida al mirador
Datos del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INLI) del 2015, señalan que los hombres conforman el 49.9% de la población, siendo 36, 856; mientras que las mujeres son el 50.1%, registrando a 37 mil. La difrencia no es mucha, entonces ¿por qué no se ven en las calles?
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NARCO, MIGRACIÓN Y POBREZA
Aunque Sofía señala que las heladas les han arrebatado a los hombres de sus familias, la etnóloga mexicana Sabina Aguilera ha dicho, en su momento, a el diario El País que el narco, las sequías y las hambrunas también han expulsado al pueblo tarahumara.
El periódico The New York Times ha registrado cómo algunos hombres rarámuris o de “los pies alados” han sido engañados para subir a autobuses bajo la promesa de trabajar en construcción. En cambio, son llevados a campos de marihuana y opio, dejando a las familias preocupadas y sin una fuente de ingresos.
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Por su parte, Delma Martínez, defensora de derechos humanos dijo también a el diario El País que la marginación y pobreza a ha obligado a los tarahumaras a moverse a las partes más altas de las sierra o migrar a las ciudades cercanas como Cuauhtémoc.
En la cumbre de la sierra tienen que comer lagartijas o ardillas porque no hay para sembrar. Por temporadas bajan en busca de un empleo. Las mujeres trabajan en la limpieza de casas y los hombres como ayudantes de albañiles.
Sofía enseña a turista a subir las rocas
Sofía, la niña tarahumara que asegura que lo hombres no están porque se mueren. Se dedica a guiar a los turistas en el Valle de los Monjes, una zona turística cerca de Creel. Mientras pasea a los visitantes, toma hojitas de manzano para endulzar su caminata. La novena del día.
La mayor parte de los tarahumaras que llegan a Cuauhtémoc, el tercer municipo más poblado de Chihuahua, se emplean en al agropecuaria “La Norteñita”, según el diario español. El 80% de su personal es de esta comunidad. Sin embargo, en su mayoría emplea a parejas sin hijos o sólo a los hombres porque no tienen guarderías.
Mientras los hombres ausentes están en el campo o han sido víctimas del narco o las heladas, la abuela y madre de Sofía hacen artesanías para sobrevivir. No cobran guiar a los turistas por el Valle de los Monjes, lo hacen para que no se pierdan. Aunque en el camino aprovechan para mostrar sus artesanías.