“Yo sufrí una relación abusiva,” declara Miriam Rivera, psicóloga egresada de la Universidad Iberoamericana y estudiante de la maestría en orientación psicológica de la misma institución. Su experiencia fue parte de la razón por la cual decidió impartir un taller llamado Relaciones amorosas abusivas: prevención, detección y rehabilitación.
¿Cómo identificar una relación abusiva?
Existen varios tipos de violencia, aunque la más aparente es la física. Sin embargo, Miriam explica que no en todas las relaciones abusivas hay violencia de este tipo. “Por ejemplo, hay relaciones en las que no te tocan con el pétalo de una rosa, pero tienen tu dinero. Te dicen cuándo usarlo y cuándo no. Controlan tu vestimenta, te gritan”.
Aunque no siempre sea fácil identificar una relación abusiva, uno de los principales indicadores es la dinámica de comunicación entre la pareja. “Es importante saber que una comunicación sana es aquella en la cual, cuando hay un problema, la pareja se une para resolverlo,” afirma. “La comunicación abusiva suele ser dominada por el agresor, con gritos y chantaje emocional, o simplemente restándole importancia al asunto en cuestión”.
Además, las relaciones abusivas son caracterizadas por puntos extremadamente altos, seguidos por puntos extremadamente bajos. Miriam lo describe como un dibujo de los latidos de un corazón.
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“Se llama ciclo de la violencia,” manifiesta. “Cuando se entra en una relación amorosa, el principio es miel sobre hojuelas. En una relación abusiva van saliendo cosas malas, pequeñas. Pero poco a poco se van acumulando hasta que hay una explosión. Es cuando empiezan los abusos: te gritan, te golpean, te dicen cosas.”
Pero después de eso, vuelve la luna de miel y se reinicia el círculo. “La persona abusiva utiliza manipulación. Te da regalos, te lleva de viaje, te pide perdón, te dice que no va a volver a pasar”.
Aunque muchas de las características de las relaciones violentas son fáciles de identificar, el abuso puede pasar desapercibido por la víctima. Por esto y varias otras razones, resulta difícil dejar la relación y buscar ayuda.
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¿Por qué es adictiva una relación abusiva y cómo dejarla?
Dejar una relación violenta no es fácil por varias razones. Los cambios entre los picos altos y bajos de la relación llevan a sentimientos de adrenalina. Específicamente los puntos altos causan que la dopamina, la hormona que causa placer, se dispare en la víctima. “Entonces no solamente es algo emocional, sino que también se vuelve un sentimiento adictivo,” declara.
Miriam explica que el primer paso para dejar la relación puede ser hablarlo con una amistad cercana. Sin embargo, añade que es importante que sea una persona solamente cercana a la víctima y no al agresor, para evitar malentendidos.
También es importante que la ruptura sea en un lugar público, y de preferencia en compañía de una persona cercana, ya que “aunque la reacción del agresor puede ser tranquila, puede ser también muy explosiva.”
Agrega que si la víctima vive con el agresor, se recomienda tener un plan de escape. Esto involucra encontrar una ruta preparada, al igual que una maleta con objetos y papeles esenciales. “Claramente cada caso es diferente, porque si la violencia es del tipo económico, la víctima podría no tener dinero para poder irse”.
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¿Cómo puedo ayudarle a una persona en una relación de violencia?
También hay cosas que los amigos y familiares de la víctima pueden hacer para ayudar. “Esto lo digo por experiencia personal. Creo que lo más importante es estar abierto a escuchar lo que la otra persona te diga,” explica. “Mis amistades me preguntaban ‘¿Por qué no te vas y ya?’ y para mí era un tema de ‘Mi problema no es irme, no me quiero ir. Mi problema es que me siento mal’”.
También sugiere que se le puede dar información a la víctima acerca de talleres y organizaciones que puedan brindarle ayuda. Además, agrega que es extremadamente importante no parecer una amenaza para la relación. “En el momento que le sugieras a a víctima que termine la relación, el agresor puede decirle que corte la comunicación contigo. O la misma víctima puede darse cuenta de que a su pareja no le gustaría que hablara contigo”.
Sin embargo, hay instancias de emergencia. “Si son cuestiones como violación, privación de la libertad, o posiciones en las que se ponga en peligro la vida de la víctima, se lleva un proceso muy diferente.” Sugiere que si la víctima es menor de edad, se le informe a la familia. En otros casos, se acude directamente a las autoridades. No obstante, es importante tomar en cuenta que la víctima puede decirle a las autoridades que no pasó nada, lo cual haría poco probable que haya consecuencias para el agresor. En estos casos, es importante pedir asesoría de expertos legales y organizaciones.
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Violencia contra mujeres y hombres
Aunque es más probable que la víctima en estas relaciones sea la mujer, es importante reconocer que también los hombres pueden ser víctimas de violencia. “El taller que yo doy está dirigido a mujeres. Esto es porque si su agresor fue hombre, tener un hombre en el taller sí puede impedir que se hable abiertamente del tema”.
“Lo que yo condiero que sucede es que la sociedad nos indica que los hombres no pueden ser abusados, que son fuertes, que no deben llorar,” expresa. “Entonces hay una gran carga de vergüenza, de ‘cómo alguien puede estar abusando de mí cuando yo soy la figura fuerte’.”
La Organización Mundial de la Salud describe la violencia entre pareja como una de las formas más comunes de violencia contra las mujeres. La Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones y Hogares (ENDIREH) establece que en México, casi el 44% de las mujeres mayores de 15 años ha sufrido violencia por parte de su pareja.
¿Cómo empezar la rehabilitación?
“Yo manejo la rehabilitación como un proceso de duelo,” declara Miriam. “Al final del día, el agresor tuvo una influencia muy fuerte en la víctima, y eso cambia su vida de una u otra manera.”
Como en cualquier duelo, se pasa por las fases de negación y aislamiento, enojo, negociación, depresión y aceptación. Pero es importante entender que este proceso no es lineal y que es normal brincar de una fase a otra. Miriam explica que es muy importante que tanto la víctima como sus familiares y amigos entiendan que es normal extrañar al agresor y que uno no debe sentirse culpable por ello.
Lo que sigue es trabajar los sentimientos de dependencia y de culpa. “La adrenalina que se genera en las etapas de luna de miel genera dependencia”. Esto es algo que puede tratarse con ayuda profesional.
El siguiente paso es trabajar para recuperar las amistades y los vínculos que se hayan perdido mientras se estaba en la relación abusiva. Es importante que en este proceso se establezan límites. “Explico en el taller que no hay que dar explicaciones concretas a las amistades si no nos sentimos cómodos, que hay que pedir apoyo, y que hay que involucrarnos más en las vidas de estas personas.”
Miriam recomienda hacer un ejercicio llamado FIA si se quiere entrar a una nueva relación. La actividad consiste en pensar en las características Fundametales, Importantes y Accesorias que se buscan. Las primeras consisten en aquéllas sin las cuales no puede haber una relación. Las segundas son características que son importantes, pero en las cuales puede haber negociaciones. Las últimas son las cosas que podrían gustarte en una pareja, pero que no son necesarias. El ejercicio ayuda a establecer límites en uno mismo.
Miriam expone que a lo largo del proceso, es importante decir "me cuido, me quiero, y por lo tanto me encuentro en una nueva relación conmigo mismo".
Miriam explica que aunque el tema sea muy hablado, la falta de empatía hacia la víctima, por parte de la misma o por parte de amigos y familiares, hace que se minimice el problema. Por lo tanto, dice que la información vista desde una perspectiva psicológica puede ayudar a resolverlo.
El próximo taller impartido por la psicóloga Laura Miriam Rivera Guerrera será el sábado 19 de diciembre a las 11:00am y tiene un costo de $150. Para más información, contáctala en psic.miriamrivera@gmail.com
Si necesitas ayuda urgente comunícate con las autoridades al número 911.