El feminismo nos permite cuestionarnos situaciones normalizadas como es el caso del aborto, “¿Por qué es más difícil aprobar el aborto en países pobres?”. En entrevista con Catalina Ruíz-Navarro escritora del libro Las mujeres que luchan se encuentran y periodista del diario colombiano el Espectador, lanza esa pregunta en entrevista para La Cadera de Eva.

 

Para Catalina Ruíz-Navarro, los motivos económicos no son casuales, “si nos imaginamos un mapa de leyes de aborto en el mundo. En seguida nos daríamos cuenta que son los países poscoloniales los que tienen las leyes sobre aborto más restrictivas, eso no es por la religión, porque ni si quiera aplica a todos los países poscoloniales, es una situación meramente económica”.

En su tono barranquillero, Catalina Ruíz-Navarro, se dice orgullosa de haber nacido en el mismo lugar que Shakira y Sofía Vergara, y  nos cuenta sobre su libro Las mujeres que luchan se encuentran.

“El libro tiene la intención de que quien lo lea se convierta en feminista”, dice emocionada Catalina, quien busca tener una escritura entendible para todos, que sobrepase la redacción académica, pero que sí invite a pensar a su lector o lectora, por ello lo describe como pop.

Del cuerpo hasta el activismo

El libro está compuesto por seis capítulos, un trabajo que rescata la experiencia de 14 años de la periodista colombiana Catalina, y  dos años de trabajo de escritorio.

En su reflexión empieza por el recorrido del cuerpo donde se plantea las preguntas: qué es ser mujer, porqué decimos que lo somos y porqué nos dividimos en dos grupos a partir de nuestros genitales. En el segundo capítulo, desarrolla el tema del poder, Catalina señala que toda feminista latinoamericana debe entender las tensiones y privilegios que persisten en la sociedad, qué significa vivir en un mundo poscolonial con feminismo decolonial. Esta segunda parte, le permitió a la autora estar en contacto con otras feministas como zapotecas o wayuus.

El tercer capítulo es sobre violencia de género, el tema en el que se ha basado la lucha feminista, donde se estima que una de cada tres mujeres ha sufrido violencia. Sin embargo, Catalina considera que la cifra puede ser más alta “yo considero que probablemente podrían ser dos de cada tres, todas hemos sufrido acoso, pero no todas denuncian”.

En los siguientes tres capítulos viene “la reconciliación”, el siguiente es sobre sexo, donde Catalina trata temas espinosos y empieza con la pregunta de la escritora María Fernanda Ampuero “¿cómo vamos a follar las feministas?, la cual trata de responder.

“Trato de contestar, (la pregunta), me toco echar mano de sexólogas. Aquí trato el tema de cómo nos reconciliamos con el placer, cuando nuestros cuerpos muchas veces han sido el escenario de violencia”, Ruiz-Navarro.

Además, Catalina trata de hablar más allá del placer y de orgasmos “eso es fácil (el orgasmo), nada más te compras un vibrador y listo, pero no solo es eso, qué significa que nosotras podamos vivir una sexualidad plena y segura y placentera, y eso pasa por un montón de cosas: por la autonomía, derecho al aborto, por la heteronorma, la orientación social”.

El tercer capítulo trata del amor, habla sobre las emociones, la misoginia, el mito del amor romántico, el mito de que no podemos ser amigas entre nosotras, de cómo construimos la amistad y sororidad, cómo podemos pensar en un amor feminista; para la autora, los seres humanos no podemos vivir sin amor.

Por último, se hace un mapa de las luchas urbanas-blanco mestizas de las mujeres. Son notas sobre el activismo, el papel de las emociones en estos movimientos, cómo se gestiona, cómo la fiesta se convierte en parte de la lucha, “la idea es que quienes lean el libro se conviertan en feministas y levanten el puño”.

Para la escritora del libro Las mujeres que luchan se encuentran, el feminismo es la lucha política y ética por la buena vida de todas las personas, pero específicamente por todos esos cuerpos que han sido excluidos e invisibilizados por el patriarcado, para que haya un balance para todos y todas.

Aquí puedes leer el primer capítulo del libro:

 

Fue así, en esta búsqueda de voces para hacerlas hablar como nos encontramos con esta escritora, periodista y activista, quien cuestiona ¿por qué tenemos que pensar en un periodismo con perspectiva de género?

“Porqué le buscamos apellidos al periodismo. Si el periodismo no escucha al 52% de la población (las mujeres), y si no es capaz de preguntarse por qué no hay mujeres en una nota, se está haciendo un periodismo mediocre, fin, estos apellidos que le hemos puesto al periodismo son muy jartos; periodismo narrativo, si no es narrativo no es periodismo; periodismo de datos, si no hay datos no es periodismo, todos son apellidos, lo mismo es con la perspectiva de género”, comenta Catalina para La Cadera de Eva .