Con un total de 23 votos aprobatorios, este miércoles 24 de mayo el Senado de la República ha decretado constitucional la reforma a los artículos 38 y 102 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que estipulan la suspensión de derechos o prerrogativos de los funcionarios públicos. En otras palabras, la Ley 3 de 3 ya es constitucional y sólo queda esperar su publicación en el Diario Oficial de la Federación, por parte del poder ejecutivo para que esta iniciativa entre en vigor antes del 2024.
La colectiva Las Constituyentes Feministas, quienes han impulsado este proyecto, exigieron al Ejecutivo Federal que se realice la publicación de esta ley antes del 31 de mayo, esto con el objetivo de que pueda tener vigencia antes del proceso electoral del 2024 y asegurar a la ciudadanía que, dentro de las filas políticas, no hay agresores, violentadores ni deudores alimenticios.
¿De qué democracia pueden hablar en un país donde nos violan, torturan, explotan, comercian?, ¿de qué democracia se atreven a hablar? Llegar con esta propuesta desde el feminismo ratifica la vocación de este movimiento revolucionario y participativo; el feminismo coloca las causas más justas al frente. (Yndira Sandoval perteneciente a Las Constituyentes Feministas)
¿Qué representa la Ley 3 de 3?
La Ley 3 de 3 es una resistencia contra los hombres agresores que, con total libertad podían ejercer funciones públicas. Representa una resistencia contra los tribunales de jueces que cuentan con historiales de demandas por pensión alimenticia, rectores de universidades acosadores o diputados con denuncias de abuso.
Estos son algunos puntos clave para conocer más de esta iniciativa ciudadana, acuerparla y reconocerla como una lucha justa para toda la sociedad mexicana.
La Ley 3 de 3 se convierte en tijera para cortar con el pacto patriarcal, al exigir que se despoje de toda posición pública a agresores, acosadores y deudores de pensión alimenticia. El machismo se ha alojado históricamente en nuestras instituciones y ha dado lugar a violencias sistémicas, a la revictimización de feminicidios, a abusos de poder, a situaciones donde las mujeres son excluidas, acosadas y discriminadas.
Por lo que, en un país donde atravesado por la violencia doméstica y feminicida, este ley busca evitar que nuestras instituciones también se encuentren ocupadas por más agresores; agresores que según sus funciones, “velan por los derechos humanos”, denunció Yndira Sandoval en entrevista con La Cadera de Eva.
“Las y los senadores coincidieron en que en una verdadera democracia no basta con ser un funcionario eficiente si se es acosador sexual; no basta ser un servidor público destacado si se es agresor por razones de género; no basta ser un legislador, un juez, un alcalde o un magistrado honrado y sin vínculos de corrupción si se es deudor de pensión alimenticia”, expuso el Senado de la República en un comunicado.
Que nuestro Estado permita que agresores y deudores estén en el poder, fomenta la perpetuación de la violencia contra las mujeres e infancias, además de desprotegerlas y vulnerarlas:
Ni un manipulador más en algún puesto gubernamental, es momento de que las mujeres podamos exigir lo que nos corresponde y más aún, en una sociedad tan descompuesta y patriarcal, señaló la diputada Carmen González Martín.
No es sólo una cuestión de género, es por la libertad y la democracia
Hablar de la significación de la vida, no es un acto que se trata únicamente de las mujeres y del feminismo, sino que se trata de una ley que lucha por las libertades de todas las personas en nuestro país, por ello, se sostienen estos tres puntos que abonan a la democracia y la justicia.
1) Paridad cualitativa: Durante la conferencia “3de3VSlaviolencia”, la maestra en derechos humanos, Patricia Olamendí y la activista, feminista y constituyente Yndira Sandoval, convergen en que no se trata de que las mujeres ocupen todo cargo público al azar porque así es como debe funcionar la ley del 50/50 de representación, sino que la Ley 3 de 3 busca una cuestión cualitativa, no cuantitativa.
No es cuestión de que nos vayamos en paridad, sino que el estado nos asegure que ese 50% o el porcentaje que sea de hombres en nuestras instituciones, no sean agresores, padres ausentes, violentadores o que tengan antecedentes de cualquier tipo. Este acto nos beneficia a todos por igual y salvaguarda nuestros derechos. (Yndira Sandoval, activista y feminista)
2) Nueva manera de ejercer el poder: Le pone un alto a quienes aspiren a legislarnos, ejercer justicia, representarnos o defendernos en cualquier función pública, plantea dotar de ética a la política, a la administración y generar un código distinto al que, tradicionalmente conocemos como el ejercicio del poder.
“Nadie que viole un derecho en lo privado puede tener si quiera la oportunidad de esperar titular en lo público. Es un asunto de democracia”, señala Yndira Sandoval.
3) Ayuda a prevenir: Las instituciones deben ser filtros y no cómplices de agresores. La ley 3 de 3 busca castigar no sólo a los actores, sino también, vigilar a los órganos gubernamentales que les permiten a estas personas, ejercer en plenitud. No se trata únicamente de ir sobre un particular, sino de mirar a cualquier dependencia que abra la puerta a agresores, deudores, abusadores y con antecedentes de violencia.
Esta acción, nos beneficia a cada una de las personas en todos los niveles, desde el ejecutivo hasta el legislativo.
La constitución estipula algunos requisitos para ejercer en funciones públicas, ser mayor de edad, la nacionalidad mexicana y por supuesto, una manera honesta de vivir; apeguémonos a nuestro máximo código y respetemos las libertades como personas ciudadanas.
Los logros de la Ley 3 de 3
Nació como una iniciativa ciudadana promovida por las constituyentes feministas, desde 2018 y a ella, se le sumó una red entre consejeras, diputadas federales, locales, organizaciones civiles, sindicatos, universidades, defensoras de los derechos humanos, feministas, colectivos y en general, cualquier mujer que, desde el hartazgo, pide claridad y justicia al Estado.
Entre sus primeros avances, la iniciativa fue reconocida como un lineamiento electoral para el proceso del Instituto Nacional Electoral 2021 y fue presentada en 23 congresos locales y legislada en 9 de ellos, sin embargo, la defensora de derechos humanos, constituyente e impulsora de la ley, señaló en entrevista, que en este camino, se encontraron con múltiples obstáculos propios del machismo patriarcal.
“La 3 de 3, ha encontrado obstáculos como el pretender que sean más importantes los derechos de los hombres a la administración pública, que el hecho de respetar el derecho superior de las infancias o una vida libre de violencia de las mujeres", afirmó Patricia Olamendí, abogada y defensora de los derechos humanos.