Miles de personas en Polonia —no sólo en las grandes ciudades, sino también en pueblos aledaños— protestaron en contra de la sentencia del Tribunal Constitucional que señala que el aborto por malformación del feto es inconstitucional, reduciendo así las opciones para una interrupción legal del embarazo.

El tribunal respondió de esta manera a la propuesta que presentaron hace tres años un grupo de parlamentarios del ultraconservador y nacionalista de Ley y Justicia (PiS), el partido que lidera una coalición en Polonia con mayoría absoluta. En el fallo de la corte, la presidenta del tribunal, Julia Przylebska, dijo que permitir los abortos por anomalías fetales legalizaba las “prácticas eugenésicas” y agregó que la Constitución de Polonia garantizaba la protección de la vida humana. 

Las reacciones políticas no se han hecho esperar. Parlamentarios de Ley y Justicia, y otros conservadores celebraron la sentencia, mientras que miles de mujeres salieron a las calles a protestar por el derecho de decidir sobre su cuerpo. Las manifestaciones incluso se llevaron a cabo en Iglesias: se perturbaron misas y se pintaron recintos religiosos, lo cual es un caso raro de ataques en un país con mayoría católica.

¿Cuál es la situación de Polonia en comparación con otros países?

 Bajo el comunismo, Polonia tenía algunas de las leyes más liberales sobre el aborto. Incluso las mujeres suecas buscaban viajar a Polonia para poder abortar. Ahora el país tiene una de las leyes de aborto más restrictivas entre las naciones más ricas del mundo y se aleja de las corrientes sociales dominantes en Occidente. 

Polonia es uno de los países de la Unión Europea (UE) donde el derecho al aborto es más restrictivo y donde más se limitan los derechos de la comunidad LGBT+. La ley sobre planificación familiar, protección del feto humano y condiciones para la interrupción del embarazo, vigente desde 1993, permitía el aborto sólo en tres casos: cuando el embarazo representa una amenaza para la vida o la salud de la madre; cuando existe una alta probabilidad de daño grave e irreversible del feto o éste sufre una enfermedad incurable que amenaza su vida; y cuando el embarazo se debió a un acto ilegal, como violación o incesto. 

Además, en Polonia los médicos pueden negarse a realizar un aborto legal y también pueden negarse a recetar anticonceptivos por motivos religiosos. Y hay poco apoyo financiero y psicológico para las familias de niños discapacitados. 

Los números delatan que muchas mujeres viajan al extranjero para abortar o se los practican de manera ilegal, mientras que los obstáculos comunes para la interrupción legal incluyen largas esperas y médicos que se niegan a realizar las intervenciones

¿Qué pasará con las protestas?

 Los manifestantes exigen que la corte revierta esa decisión y un número creciente de personas también pide la liberalización de la ley del aborto. Las protestas se han extendido de ciudades a pueblos y aldeas, y los grupos de mujeres han encontrado un apoyo en gremios de taxistas, agricultores y mineros del carbón, los cuales tienen sus propias quejas contra el gobierno.

En respuesta, las autoridades de Varsovia ordenaron el despliegue de un fuerte dispositivo policial después de los disturbios registrados el 22 de Octubre. Hasta la fecha sólo se han reportado personas detenidas por alteración del orden público, sin embargo, se esperan más manifestaciones y disturbios sociales.