Un diagnóstico oportuno podría ayudar a mejorar hasta en un 70% la expectativa de vida, por lo que referirse a incentivar a las personas a tomar la mastografía anual, podría representar la pieza clave para que un país como México afronte el cáncer de mama.

Según un informe del Banco Mundial, en todo el mundo las mujeres, en comparación con los hombres, dedican de 2 a 10 veces más tiempo al cuidado de hijos, adultos mayores y familiares enfermos; las mujeres son consideradas, siempre, las cuidadoras y sostén de su familia. Esto representa que una de las principales causas para no acudir; “no tengo tiempo”, ya sea por una sobrecarga de labores domésticas o empleos poco flexibles. La salud de la mujer queda en segundo plano.

“Suelen venir y decirnos que hace mucho que no se hacen los chequeos y cuando se les pregunta responden: es que se enfermó mi marido, es que mis hijos, es que mi hogar… La prevención es lo más importante que podemos hacer para evitar complicaciones de salud”, explica Rosana Molina, médica ginecóloga para la Sociedad Argentina de Mastología. 

Otro factor importante por el que se evita es el miedo, una reacción completamente natural; preferimos evitar saber que algo anda mal con nuestro cuerpo y se representa con un grado de ansiedad, donde prefieren ignorar completamente los chequeos rutinarios y prefieren postergar sus resultados, ignorando completamente la importancia de realizarlos.

La psicóloga Adriana Sudacov del Hospital Bernadino Rivadavia, señala que esto ocurre especialmente con mujeres que tuvieron algún familiar con con cáncer de mama y prefieren vivir en el autoengaño, como cuando uno evita hablar de un problema, como si la omisión lo hiciera desaparecer.

Entonces, ¿qué políticas públicas podrían ayudar a acercar a las mujeres a la mastografía?

Más allá de teñir la ciudad de rosa y utilizar un listón, es necesario que exista un mapeo certero que incentive a las mujeres a realizarse una mastografía de manera segura, gratuita y completamente accesible. 

En México, a pesar de que la Norma Oficial Mexicana 041-SSA2-201 recomienda que las mujeres entre 40 y 69 años se realicen la mastografía cada 2 años, la cobertura a nivel nacional es insuficiente (20%) para contribuir con la disminución de la mortalidad, señala el Instituto de Salud Pública (INSP). 

La dificultad para acceder a un servicio de calidad y a medicamentos en nuestro país cuando se padece un cáncer avanzado, son las barreras más importantes cuando hablamos de mortalidad, por ello, la detección temprana es la pieza central de las políticas públicas en nuestro país. 

Algunas de las estrategias que exige el INSP son:

  • Buscar estrategias para la capacitación del personal de salud en el diagnóstico y abordaje del cáncer de mama
  • Entrenar técnicos radiólogos en la interpretación mamográfica para incrementar el número de profesionales
  • Implementar estrategias para reducir el tiempo desde el inicio de los síntomas hasta el inicio del tratamiento
  • Reducir el tiempo de entrega de los resultados para incrementar la supervivencia
  • Conocer las necesidades de ese sector; ¿qué edades tienen?, ¿cuáles son los mejores medios para llegar a ellas y ellos?, ¿qué inquietudes tienen?

De acuerdo al Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), el Centro de Investigación en Salud Poblacional (CISP) a través de la línea de investigación para la prevención y control de cáncer de mama, se mantiene siempre en constante trabajo para realizar aportaciones que mejoren la prevención y el diagnostico temprano del cáncer de mama en mujeres mexicanas, sin embargo, es claro que aún existe una enorme brecha para abarcar todos los sectores poblacionales y brindar una atención oportuna y de calidad.