Hace algunos días estaba con unas amigas en un restaurante y les estaba contando sobre una investigación que estaba haciendo en como la cultura influye en la masturbación y esta en la satisfacción sexual, por supuesto que la palabra masturbación fue mencionada múltiples veces. Después de 15 minutos unas mujeres sentadas a nuestro lado pidieron que se les cambiara la mesa porque estábamos hablando de cosas imprudentes que no debían ser mencionadas, al mismo tiempo noté que una de mis amigas se mostraba muy incómoda con toda la conversación.

Al preguntarle por qué se sentía así, nos comentó que ella nunca se había masturbado y que jamás había tocado el tema con su pareja, esto no es algo que solo le pasa a mí amiga, se ha visto que en general las mujeres sienten culpa al masturbarse. Esta culpa no se observa de la misma forma en los hombres ya que la masturbación femenina ha sido más reprimida y censurada culturalmente que la masculina. Desde que somos infantes se nos da un aprendizaje diferente dependiendo de nuestro género; los hombres obtienen información dada por sus compañeros, en lecturas y otros medios de divulgación. En cambio las mujeres llegan a través de un autodescubrimiento y muchas veces en forma accidental.

En la mayoría de los casos, la masturbación suele ser el primer contacto que uno tiene con su propia sexualidad de manera exploratoria

En la mayoría de los casos, la masturbación suele ser el primer contacto que uno tiene con su propia sexualidad de manera exploratoria, lo cual permite familiarizarse con el propio cuerpo e intimidad, así como una manera de descubrir y satisfacer la necesidad sexual, he aquí donde es importante mencionar lo vital que es enseñar una actitud positiva ante el autoerotismo, y considerarlo como una actividad que nos puede ayudar a conocernos mejor, logrando una mejor aceptación de la propia sexualidad.

Además, el conocer el propio cuerpo por medio de la masturbación, puede facilitar el guiar a tu pareja dentro de la práctica sexual. Entonces, si la masturbación fuera aceptada con más naturalidad se podría tener mayor experiencia del erotismo y deseo que permitirán cambiar de rutinas sexuales para poder compartir también en pareja.

Entonces, podemos decir que la masturbación como conducta sexual nos va a llegar a estar en mayor contacto con nosotras y al mismo tiempo podemos identificar qué cosas sí nos gustan y que cosas no, esto nos ayuda a guiar a nuestra pareja al compartir un encuentro sexual. Precisamente, una parte de la investigación que mencioné al principio tuvo como objetivo ver que tanto esto era cierto.

Para esta investigación consideré solo a personas que se encontraran en una relación de pareja, jóvenes universitarios (18 a 26 años) de la Ciudad de México, el mayor porcentaje de la investigación se identificó con el género femenino y como heterosexuales. Mi objetivo fue observar que tanto ciertas creencias sobre monogamia, doble moral, restricciones de la conducta sexual y la pareja tienen impacto en la masturbación, por ejemplo: que tanto el estar de acuerdo con actitudes sobre restricción de la conducta sexual está afectando a que te masturbes en mayor o menor frecuencia y cómo esto va a influir en tu satisfacción sexual en pareja. Todos los resultados fueron comparados en cuanto al género de las personas con el propósito de observar que tanto cambian dependiendo este mismo.

Apliqué encuestas en distintas universidades de la Ciudad de México (5 privadas y 1 pública) con un total de 272 jóvenes de los cuales 68.1% se identificó con el género femenino, el 83.9% como heterosexuales y el 83.5% reportó estar en una relación de noviazgo. La edad promedio fue de 22 años.

En cuanto a los resultados, encontré que los hombres reportan un mayor grado de insatisfacción sexual de acuerdo con la doble moral; con estos resultados obtenidos observamos que hay una reafirmación de estereotipos sociales y culturales que se relacionan con la apertura de creencias sexuales influida por la cultura mexicana, así mismo se ha visto que la doble moral llega a limitar la experiencia sexual placentera. Esto se corrobora ya que las mujeres reportaron un menor grado de acuerdo con la doble moral y mayor satisfacción sexual.

También se obtuvo que las mujeres que se masturban con mayor frecuencia reportan tener una menor insatisfacción sexual con su pareja. Es importante mencionar que en ambos géneros persiste la exigencia de la exclusividad en comportamientos sexuales y sociales (monogamia) ya que el tener más de una pareja sexual y/o afectiva les significa una falta de compromiso.

*Diana Laura López Torres nació el 21 de marzo de 1996, es estudiante de psicología en la Universidad Iberoamericana, y ha participado en investigaciones sobre la violencia familiar como antecedente en la violencia de pareja y amistades, así como en los efectos de la cultura en la masturbación y satisfacción sexual en la pareja, estos fueron presentados en el XXVII Congreso Mexicano de Psicología y en el 2º. Foro de la región metropolitana de psicología del Consejo Nacional para la Enseñanza e Investigación en Psicología.