La primera persona fallecida en un accidente automovilístico, que se tiene documentada, fue Mary Ward de origen irlandés a los 42 años. El accidente ocurrió el 31 de agosto de 1896. Viajaba con su esposo y tras la volcadura del auto ella acabó atropellada por el neumático trasero; a partir de ese accidente las pruebas con los dummies son de gran importancia, no obstante, el riesgo de morir sigue siendo mayor para el género femenino.
Un reporte de The Crash Test Bias: How Male-Focuses Testing Puts Females Drivers at Risk publicado por Consumer Reports comprobó que las mujeres conductoras y las personas que van de copilotos tienen un 17 % más de probabilidad de morir en un accidente automovilístico a diferencia de un hombre. Peor aún, en caso de un choque frontal las mujeres que viajan dentro del vehículo tienen un 73 % más de probabilidades de resultar con heridas graves.
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Apuesta a la seguridad
Cuando los coches salieron al mercado se consideraban un artículo de lujo, por esa razón las medidas de seguridad no fueron prioritarias; sin embargo, con el uso descubrieron que el interior tenía diferentes ‘armas’ letales para el conductor y pasajeros.
Los dummies o maniquíes que representan a la mujer en estas pruebas son muy similares a los hombres, en ocasiones la escala que representa a las mujeres puede hacerse pasar por un adolescente de 12 años también. Los estándares promedio son 76 kilos y 1.77 de altura, una diferencia significativa respecto al cuerpo de la mujer promedio.
El informe explica que los dummies no representan las diferencias anatómicas, más allá del peso y estatura, por ejemplo, la pelvis de la mujer es distinta a la de los hombres, al igual que la estructura ósea y el cuello, que en caso de los varones es más fuerte. Esto quiere decir que en los accidentes automovilísticos la mujer tiene el 22% más de probabilidades de sufrir un daño en la cabeza y el 45% más en el cuello. También el pecho de la mujer es un área que puede sufrir grandes lesiones.
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Desigualdad de género al volante
El reporte indica que esta brecha de género es conocida desde 1980, no obstante, la industria automovilística desarrolló el primer dummy femenino hasta 1995, y ocho años después el primero basado en la mujer embarazada. Aún así en Estados Unidos no se usaron los prototipos femeninos hasta el año 2011.
Se sabe que el cinturón de seguridad y las bolsas de aire también afectan al útero y placenta de la mujer. Por esa razón las mujeres embarazadas deben colocarse el cinturón entre los senos y por debajo del vientre, a la altura de las ingles, evitando torceduras.
“La seguridad al volante es uno de los muchos motivos por los que reivindicar la igualdad entre hombres y mujeres”
Con información de Motorpasion, RACE y Women Now