¿Cuántas veces has sentido que no eres suficiente en tu trabajo? ¿Te has quedado en pausa cuando las inseguridades se apoderan de ti? Para las mujeres, trabajar en ambientes laborales llenos de hombres hace que las inseguridades en ellas aumenten y duden de las capacidades que han adquirido con la experiencia; estas inseguridades permean en su autoestima y las obliga a poner en pausa proyectos importantes y hasta dejarlos en manos de hombres que, según ellos mismos, tienen mayor conocimiento del área.
Según la psicóloga Lorena Díaz, este miedo a no ser suficiente (tanto en ámbitos laborales como personales) se debe al sistema patriarcal que rige la sociedad; Lorena comenta que, culturalmente, a las mujeres se les ha enseñado que no pueden hacer las cosas solas e incluso necesitan de un hombre que las impulse para poder lograr lo que se proponen, este machismo y misoginia dentro de cada una de las áreas donde se desenvuelven las mujeres ha creado una inseguridad sistémica que se ha normalizado por generaciones.
Lorena explica que, las consecuencias de estos miedos impuestos son graves; muchas veces, las mujeres que están atravesando por estas dudas de sus capacidades sufren trastornos como la ansiedad y la depresión, así mismo, su autoestima se ve muy afectada lo que conlleva a una falta enorme de autocuidado y es justo en esta vulnerabilidad cuando los ciclos de violencia llegan a ser más fuertes.
{"quote":"Entonces baja nuestra autoestima y eso se refleja en un abandono emocional de no me cuido porque no me siento merecedora de cuidarme, de apapacharme, de arroparme; acepto que me digan “no puedes” y entonces me hago a un lado. Si bien, hago mi trabajo, pero dejo que otros en otros espacios lo hagan suyo. –Lorena Díaz."}
Por otra parte, Lorena afirma que en la sociedad está muy normalizado que las mujeres tengan una autoestima muy baja porque además se piensa que esto es una cuestión de género, por ello es tan común ver memes de mujeres “tóxicas”; del mismo modo, en el ámbito laboral los puestos más altos siempre se ven dirigidos por hombres que argumentan que las mujeres no son buenas directivas porque son “hormonales” y quienes logran llegar a puestos altos, son perseguidas por comentarios que giran en torno a su sexualidad y como es que la usaron para llegar a ser jefas.
Este constante bombardeo merma en la salud mental y emocional de las mujeres y es así como los miedos e inseguridades comienzan a ser más grandes y cuando no hay una red de apoyo, las mujeres se ven doblegadas ante la presión patriarcal que les recalca no ser buenas “porque son mujeres”.
Las amigas sanando inseguridades
Del mismo modo que el sistema patriarcal empuja a las mujeres a no sentirse suficientes, también las pone como enemigas de otras mujeres para así crear vulnerabilidad dentro de los círculos cercanos, es así como Lorena resalta la importancia de crear redes de apoyo sólidas y sororas que permitan a las mujeres tener una contención emocional para enfrentar el machismo y la misoginia que rodea a la sociedad.
{"quote":"No somos enemigas, no somos adversarias. Somos aliadas, podemos no coincidir o pensar bien diferente, pero tenemos que ser aliadas, porque si no, nos destruyen a las dos o a las tres o a las 50 que estemos ahí. –Lorena Díaz."}
Lorena afirma que el sistema teme cuando las mujeres se reconocen como aliadas, porque es ahí cuando dejan de ser vulnerables y comienzan a reapropiarse de las capacidades que les habían sido minimizadas y esa es una de las respuestas colectivas para derribar el sistema que busca, a toda costa, desacreditar los saberes, experiencias y vivencias de las mujeres.
{"quote":"Cuando a las mujeres se nos obligan a dividirnos nos quitan fuerza, nos hacen vulnerables. Le tienen miedo a que las mujeres nos reconozcamos aliadas y caminemos juntas, por algo esas marchas en las que hemos alzado la voz le asusta tanto al sistema patriarcal. –Lorena Díaz."}
Si bien esta lucha es colectiva, también es importante reconocer que el autocuidado y la autovalidación es una parte fundamental para crear lazos fuertes y sanos entre mujeres, es por ello que Lorena considera muy importante el trabajo personal para eliminar los miedos e inseguridades que se nos han impuesto. La psicóloga afirma que es importante reapropiarse de las cuerpas que cada mujer habita, reconocer su valor y, del mismo modo, validar el camino recorrido porque gracias a ello han llegado hasta donde están; por otra parte, es importante dejar las comparaciones a un lado y tener claro que cada mujer ha recorrido caminos distintos y ha tenido oportunidades diferentes que han hecho más o menos fácil el trayecto.
Lorena sabe que, al reconocer los esfuerzos hechos, los miedos e inseguridades disminuyen y al compartir los sentires y pesares en una círcula de mujeres éstos se hacen mucho más livianos y llevaderos.
{"quote":"Creo que necesitamos que las mujeres se reconozcan y se apropien de su cuerpa y de su espacia porque al reapropiarse de sus cuerpas y reconocer quiénes son y como han llegado hasta donde están, es como una solución personal para eliminar esas inseguridades que nos han metido. –Lorena Díaz."}
Como Lorena lo menciona, es importante trabajar personalmente para luchar contra las inseguridades, pero no hay que olvidar que esto es un problema estructural y cuando una mujer logra romper con sus propios miedos e inseguridades dentro del mismo sistema patriarcal, quienes deberían ser sus compañeros no la respetan de la misma manera y es cuando se topa con un techo de cristal que le impide continuar escalando para lograr sus metas.
{"quote":"Hay que enfrentar los miedos, pero además, hay que arroparnos de otras mujeres, si compartes los miedos y las inseguridades se hacen son menos difíciles de borrar. Cuando otra mujer te acompaña y te dice “no te preocupes, te escucho”, entonces te vas apropiando de toda esa de toda esa seguridad y venciendo ese miedo y esa inseguridad. Yo sí creo, que las mujeres nos empujamos unas a otras, para destruir este sistema patriarcal. –Lorena Díaz."}
El techo de cristal
Según Lorena, el techo de cristal es un espacio donde las capacidades de una mujer van creciendo, pero, el mismo sistema, las frena y les impide seguir por el hecho de ser mujeres. Es ahí donde comienzan las dudas e inseguridades y por más que la mujer luche por conseguir un puesto más alto, el pacto patriarcal que existe entre hombres le cierra por completo el paso.
Del mismo modo, Cristian Loranca Rodríguez, psicóloga de la Universidad Nacional Autónoma de México explica que el “techo de cristal” es una expresión normalmente utilizada como una metáfora de la violencia a la que las mujeres están expuestas en la dimensión laboral específicamente; el machismo es uno de los pilares que sostienen este techo debido a la creencia de la superioridad masculina sobre las mujeres, lo que dificulta que tengan acceso a las mismas oportunidades.
A su vez, los prejuicios impiden que puedan aspirar a escalar en la jerarquía laboral debido a las opiniones preconcebidas que se tienen acerca de sus capacidades. Tal es el caso de las mujeres que son rechazadas por la posibilidad de que se embaracen y esto provoque distracción o un bajo rendimiento.
Este problema estructural es lo que genera miedos e inseguridades en las mujeres, por lo que es importante comenzar a crear redes fuertes de compañeras que estén dispuestas a lucha individual y colectivamente para derribar todos los pactos patriarcales que existen, porque, según lo afirma Lorena Díaz, las amigas salvan.