No has escuchado esa canción desde hace años, pero apenas empieza a sonar en el radio, en un bar o en un comercial de televisión, recuerdas todas y cada una de las palabras. El cerebro tiene una forma peculiar para hacerte recordar siempre esa canción que asocias con personas o momentos. 

Pero, ¿qué pasaría si te pidiéramos que recordaras lo que estudiaste para tus exámenes ese mismo año en el que la canción fue lanzada? Probablemente no recuerdas mucho... tal vez nada.

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Entonces, ¿por qué se nos queda grabada la letra de las canciones?

Es posible que tenga que ver con la manera en la que el cerebro procesa la información acústica y dónde la compartimenta, según la psicóloga emocional y creadora de contenido, Raquel Mascaraque. 

Cuando escuchas música, el cerebro se activa en las mismas zonas que cuando estas enamorada o enamorado y también cuando tienes sexo, es decir, en la zonas que producen placer, explica Raquel. 

No obstante, un estudio realizado por Daniela Sammler, del Max Planck Institute for Human Cognitive and Brain Sciences, señala que la letra de las canciones tiene su propia sección de almacenamiento en el cerebro, separada de la que usa para guardar la melodía.

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El proceso de la memoria musical es una función cerebral que también se involucra en la producción de dopamina, la hormona del placer.  Por ello, cuando aprendes algo que  te satisface, la dopamina activa el hipocampo, el encargado de permitir que la información pase a la memoria de largo plazo. 

De esta forma, la información queda almacenada y es posible recordarla sin importar cuánto tiempo pase. Por el contrario, cuando la información no es de tu agrado, el hipocampo no se activará y el recuerdo no se almacenará en tu memoria de la misma forma. 

Pensaba que la había olvidado, pero pusieron esa canción

Expertas han señalado que también existen otras razones como la simple exposición, pues la música está por todos lados: en las tiendas, bares, autos, gimnasios, transporte público y restaurantes.

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La mayoría de la gente no tiene ni idea de cuánto han escuchado sus tonadas favoritas, pero puede llegar a ser cientos y hasta miles de veces. Por lo que, la exposición repetida aumenta la probabilidad de retención a cualquier estímulo, especialmente cuando la información es idéntica todas las veces anteriores, como sucede con una grabación.

Ahora, la razón por la que recuerdas a tu ex o a esa persona especial es que muchas veces las canciones pueden ser desencadenantes emocionales. Es decir, cuando escuchas música puedes vincularla a emociones fuertes.

Estos desencadenantes los puede provocar la música misma o tú mismos cuando las asocias con eventos emotivos, de manera que pasan a representar nuestras grandes alegrías y pesares.