Quizá nos haya pasado por la cabeza escribirle a nuestros ex o personas del pasado por aquello de la pandemia o el confinamiento. ¿Por qué razón?

La psicóloga Jara Pérez, creadora de Therapy Web, dijo para El País que estos encierros con nosotras mismas a veces se convierten en insoportables.

“Nos aburrimos tanto que a veces esto se convierte en insoportable, buscamos una estimulación, cosas que nos distraigan”, señaló Pérez.

Julia, encargada de una galería en Barcelona, recurrió a las redes sociales en la primera semana de confinamiento para saber cómo estaban sus ex parejas y algunos match que había hecho en Tinder. “Me ha parecido bonito que se interesaran por saber cómo estaba, ha sacado lo más humano de los encuentros de sexo”, dijo.

Gabriela una lectora de La Cadera de Eva comentó que ella sí le escribió a su ex para saber cómo estaba, ya que habían quedado en buenos términos.

“Fue una relación larguita, duró siete años y medio. Quedamos en buenos términos así que sí, nos escribimos para saber cómo están nuestras familias”, compartió Gaby.

Pero, si ya terminamos con ellos o ellas ¿por qué surge esta ansiedad por escribirles?

Aunque Gaby nos señaló que a ella no le generó ansiedad. En algunos casos, recurrir a personas del pasado inconscientemente es una forma de distracción, de generar alguna intensidad emocional que nos aleje de la realidad, aclara Pérez.

Además, la soledad nos permite estar en contacto con lo que sentimos y somos, y eso puede generar una suerte de incertidumbre, señaló la psicóloga de Therapy Web.

“Estos encierros suponen estar con uno mismo y eso a veces se convierte en insoportable. Nos aburrimos y buscamos estimulación, cosas que nos distraigan”, aseveró Pérez.

¿Cómo poner un límite a estas comunicaciones?

Laura Esquinas, psicóloga, señaló que hay tres tipos de respuesta. Antes, nos sugiere pensar si queremos responder o no a estar persona.

Si quieres hacerlo de forma amigable. Una forma sería:

“Gracias por acordarte de mí en estos momentos, pero te agradecería que siguiéramos manteniendo la distancia como hasta ahora, un abrazo”.

Una forma directa:

No quiero mantener contacto, espero que lo respetes”.

Si no queremos contestar:

Esquinas sugirió ignorar los mensajes, así como hacemos con la publicidad que nos incomoda o sencillamente bloquearlos.