Burnout o agotamiento parental, un término no clínico que designa a madres y padres que están tan agotados por la presión de cuidar a sus hijos que no les da la vida para más. Un informe de la Universidad de Ohio, publicado en mayo, asegura que el 66% de los padres trabajadores cumple con los criterios para encajar en este perfil.
Según este análisis, las mujeres son más propensas que los hombres a sufrir agotamiento parental ya que el 68% de las mujeres coinciden con los síntomas, mientras que el 42% son hombres. “Es porque, a menudo, las mujeres siguen teniendo gran parte de la responsabilidad de cuidar a sus hijos, así como de equilibrar su vida laboral y familiar”, explica Bernadette Melnyk, creadora del estudio.
Así mismo, el estudio demostró que el agotamiento de las madres y padres afecta negativamente no solo a estos, sino a sus hijos, que acaban externalizando de alguna forma el estrés.
El síndrome del agotamiento parental no solo no aparece en los manuales clínicos, sino que tampoco lo hace en los diccionarios. Y no es porque sea un anglicismo, sino porque es algo de lo que no se habla. Hasta hace poco, había un tabú en torno a la maternidad y solo se podía mencionar su parte positiva. Muchas de las afectadas ni siquiera sabían poner un nombre a lo que les estaba pasando. Lo que no tiene nombre no existe y tiende a ser invisibilizado por la sociedad.
La falta de maternidades reales
Según distintas madres, la idea de la maternidad continúa siendo romantizada tanto en medios de comunicación como en redes sociales. Desde las redes sociales, denuncian las madres, se establecen unos estándares poco realistas, con los que una madre primeriza tiende a compararse. Y en esa comparación siempre sale perdiendo.
El problema, coinciden las madres, no son los hijos ni el trabajo; es el sistema. La incorporación de la mujer al mercado laboral ha hecho que los padres más pudientes externalicen los cuidados y que los que no puedan permitírselo conjuguen trabajo y crianza, en un reparto de roles en el que la mujer suele tener las de perder. Por otro lado, hay mucha información sobre la crianza y muchos modelos idealizados con los que es difícil identificarse.
Debido a esto, es importante comenzar a visibilizar las maternidades reales y agotadoras que viven la mayoría de las mujeres y así, crear redes de apoyo para que este agotamiento parental no sea tan pesado.
APVB