En el texto Feminismo o muerte (Féminisme ou la mort) escrito por Françoise d’Eaubonne en 1974  se leyó por primera vez la palabra ecofeminismo. Un término que proclamó a un nuevo humanismo y un nuevo ecologismo en relación a los sexos. 

Los modelos de desarrollo basados en el crecimiento ilimitado y la consideración de los mercados como epicentro de la sociedad están ocasionando un deterioro social y ambiental, según lo señalado por Consuelo Díaz y Marina Checa de la Universidad de Granada, explicando que estos factores impiden e impactan en la vida humana en condiciones dignas. 

Las ecofeministas reconocen la importancia de las raíces y resaltan a las mujeres que trabajaron la tierra a lo largo de la historia. Observan desde una perspectiva distinta la imposición en la mujer silenciada y olvidada, una mujer que trabaja la tierra. 

El ecofeminismo sanciona el modelo económico capitalista y reconocen el ciclo floral para adoptarlo como modelo vital. No respaldan la economía destructiva que olvida las leyes de vida y respeto a las personas, cultura y territorios. 

Para el movimiento ecofeminista el ciclo del agua y el clima son la base de la vida y reconoce que la agricultura depende de sus ritmos; explica que la industria ha acelerado cada ritmo de la tierra hasta llegar a su explotación provocando trágicas consecuencias en la humanidad como sequías o desplazamientos. 

Dos iconos del ecofeminismo

Wangari Maathai

En 2004, la ecofeminista Wangari Maathai ganó el Premio Nobel de la Paz. Fundó el Movimiento Cinturón Verde en Kenia, con el cual plantó más de 50 millones de árboles para evitar la deforestación, asimismo, la plantación le otorgó a miles de mujeres tener un empleo para sostener a su familia. 

(Foto: Nobel Prize.org) 

Vandana Shiva

La filósofa y activista india Vandana Shiva se ha dedicado a denunciar el deterioro de las condiciones de vida de las mujeres causado por el desarrollo industrial. Fundó el movimiento social de mujeres Navdaya que protege la diversidad e integridad de los medios de vida, en especial las semillas. 

Para Shiva tres pilares del ecofeminismo son: 

La Tierra está viva, es sagrada y es la conexión entre todos los seres vivos.

La naturaleza fue reemplazada por el patriarcado, y las mujeres, parte de la naturaleza, se encuentran subordinadas frente al hombre y a la producción.

Respeto a todo ser viviente. 

Foto sacada de internet 

 

Con información de El Salto