El 8 de marzo es un día donde las emociones se desbordan, ya sea dentro de las marchas o en cualquier otra actividad que conmemora esta fecha, las mujeres se ven envueltas en un carrusel de sentires que cada una expresa a su manera. Este día está caracterizado por un gran ajetreo en donde las voces de las mujeres se unen para exigir el fin de la violencia que día con día las atraviesa, pero desde hace algunos años estos dolorosos gritos que hacen temblar la ciudad son seguidos de un silencio abrumador en donde las mujeres, el día 9 de marzo (9M), se unen al paro Un Día Sin Nosotras.
Esta ausencia organizada nació en el año 2017, pero no fue hasta el 2020 donde comenzó a ser más difundido por colectivas feministas mexicanas. El Paro Nacional de Mujeres, también llamado Un Día Sin Nosotras o el Nueve Nadie Se Mueve, es una manifestación que se realiza en varios países del mundo, pero particularmente en Latinoamérica, con ello se busca visibilizar y denunciar la violencia machista y discriminación que sufren las mujeres en distintas esferas de la vida, como en el ámbito laboral, educativo, familiar y social.
El 9 de marzo de cada año se ha establecido como una fecha de conmemoración y movilización, en la que las mujeres son convocadas a suspender sus actividades cotidianas, tanto laborales como domésticas, para mostrar la importancia de su trabajo y el impacto que su ausencia puede generar en la sociedad.
Además, se busca promover acciones concretas por parte del Estado y la sociedad para erradicar la violencia estructural contra las mujeres, incluyendo medidas para mejorar las condiciones laborales y educativas de las mujeres y así garantizar la igualdad de oportunidades y una vida libre de violencia para las mujeres.
Por otra parte, el paro también busca visibilizar el trabajo no remunerado que realizan las mujeres, como el trabajo doméstico y de cuidados, que muchas veces es invisible y no reconocido. Es así como esta manifestación silenciosa exige cambios profundos en la estructura social, política y económica que permitan una vida digna e igualitaria para todas las mujeres.
Los impactos de la ausencia
El Paro Nacional de Mujeres ha reafirmado que la ausencia y el silencio impactan de manera directa a la sociedad y si bien es difícil medir de manera precisa las consecuencias económicas de esta manifestación, según un análisis de la agencia Reuters, el paro realizado en 2020 provocó una pérdida económica estimada en unos 1,370 millones de dólares, lo que representa el 0.1% del PIB del país. La mayor parte de las pérdidas se concentraron en el sector servicios, particularmente en el comercio y la industria turística, aunque se espera que el impacto haya sido mayor en las pequeñas empresas.
No obstante, es importante tener en cuenta que el impacto económico no debe ser el foco principal de atención en el análisis de la manifestación, ya que el objetivo principal del paro es visibilizar la violencia que sufren las mujeres en México y en todo el mundo, así como a ola de feminicidios que han ocurrido en el país.
De acuerdo con del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), en los 12 meses del 2022 se sumaron 3 mil 754 muertes de mujeres, de las cuales sólo 947 (es decir el 33.7%) se investigaron como feminicidios (los cuales son abordados como “presuntos” ante la falta de pruebas), mientras que el resto se consideraron homicidio doloso.
Del mismo modo, en cada uno de los doce meses del 2022 registraron más de 200 asesinatos de mujeres: con 279 víctimas, junio se colocó no sólo como el más mortal de ese año, sino que también como el más violento desde el 2015, cuando el Secretariado comenzó con este registro.
El Nueve Nadie se Mueve en 2023
Durante los tres años que se ha llevado a cabo ese paro, distintas instituciones públicas y privadas se han sumado a las iniciativas brindando permisos a sus trabajadoras, lo que resta el mérito e impacto de este día ya que lo que en un inicio se trató de evidenciar la ausencia de las mujeres y protestar por la violencia sistémica que viven, ahora es visto como un día de asueto en donde los hombres se burlan de los silencios, es por ello que este año distintas colectivas han cuestionado este proceder.
Es así como un grupo de expertas advirtió con anterioridad que la participación de universidades, agencias gubernamentales y empresas en el Paro Nacional de Mujeres no sería suficiente para poner fin a la violencia de género. Friné Salguero, directora Ejecutiva del Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir, la exconsejera del Instituto Nacional de las Mujeres Arely Torres-Miranda y la investigadora Raquel Ramírez Salgado, estaban de acuerdo en que se requerirían acciones más profundas para asegurar el pleno respeto de los derechos humanos de las mujeres, detener la violencia de género y fomentar la igualdad entre hombres y mujeres.
A pesar de que el paro se había considerado como una oportunidad para iniciar un diálogo sobre la igualdad de género en el lugar de trabajo, estas expertas argumentaron que se necesitaba un análisis más minucioso para evaluar el impacto real del paro como muestra de solidaridad.
Como resultado, en 2023, distintas colectivas solicitaron que las empresas privadas, instituciones y escuelas permitieran a las mujeres ausentarse para asistir a las marchas convocadas para el 8 de marzo.