Pareciera que hablar de feminismo es hablar de patriarcado y aunque éste no es el centro del feminismo, conceptualmente es necesario de entender para abordar a profundidad desde el análisis feminista; considerando su fortaleza, versatilidad, adaptabilidad y constancia como orden simbólico y material que sostiene las condiciones de inferioridad de las niñas y mujeres en el mundo.
Antes de concretar una definición de patriarcado, es importante mencionar que alrededor de ésta existe una rica genealogía de mujeres que han dado cuenta sobre su origen, significado y daños en la vida de las personas —en específico de las mujeres— considerando que una de las primeras demandas del movimiento feminista fue esa idea radical de considerarnos personas, pues hasta hace no mucho (en términos relativos) para el sistema dominante y patriarcal aún no lo éramos. Prueba de ello es que durante mucho tiempo no estábamos contempladas para gozar de los derechos (creados por el mundo de los hombres) más básicos (educación, autonomía, derecho a poseer propiedades, al trabajo, la profesionalización, usar pantalones, el sufragio, etc).
Fotografía tomada de internet.
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Regresemos a la importancia de rastrear, nombrar, visibilizar y revisar a las autoras que han contribuido al bagaje y definición de lo que es el patriarcado. De la vertiente radical, misma que afianza la teoría feminista (finales de 1960, principios de 1970) en Estados Unidos, autoras como: Shulamith Firestone en La Dialéctica del Sexo de 1970 y con anterioridad Kate Millet, en su obra Política Sexual (presentada en 1969, aunque publicada también en el setenta), ambas ponen de manifiesto el patriarcado, no sólo como categoría analítica, sino como herramienta para situarnos las mujeres en el mundo y modificar la realidad social que nos coloca en la inferioridad. Ya para 1986, encontramos la obra de Gerda Lerner, hitoriadora feminista que ubica el patriarcado como construcción histórica con orígen y fecha de nacimiento, en su obra La Creación del Patriarcado de 1986.
Y, aunque dentro de las diferentes autoras hay debates en torno a la pertinencia y uso del término patriarcado, quisiera finalizar este breve rastreo de autoras con lo que la maravillosa Carol Pateman plantea al respecto: “algunas han sostenido que los problemas con el concepto son tan grandes que debería abandonárselo. Seguir tal sugerencia significaría que, según mi entender, la teoría política feminista quedaría sin el único concepto que se refiere específicamente a la sujeción de las mujeres y que singulariza la forma del derecho político que todos los varones ejercen en tanto que varones. Si el problema no tiene nombre, el patriarcado, con demasiada facilidad,se deslizará en la oscuridad que subyace a las categorías convencionales del pensamiento político”, relexiona la autora en su libro El contrato sexual, de 1995.
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Una definición de “patriarcado”
Así, una definición puntual de patriarcado es: estructura social donde impera la dominación masculina, la cual brinda todas las condiciones para la inferioridad femenina. Lo anterior produce visibles asimetrías de género: brecha salarial, multiplicación de la jornada laboral, cosificación, explotación y borramiento de las mujeres en todas las esferas de la vida social.
Lo anterior se traduce en la cultura machista, esa que dicta: por “naturaleza" las mujeres son inferiores a los hombres. Y aquí, cabe pensar que nada es natural, pues hasta lo natural está atravesado por las imposiciones sociales.
Finalmente, no olvidemos que estas concepciones desde el análisis que el pensamiento feminista ha abonado a través de su genealogía de mujeres, contribuyen a entender mejor nuestra situación en una sociedad donde aún sigue vigente el orden social que controla a las mujeres a través de los varones. Pero, querida audiencia, la conciencia y la praxis cotidiana fuera del orden establecido harán la diferencia para desordenar y subvertir desde la vida digna, plena y satisfactoria que merecemos todas.
*Margarita Mantilla (Ciudad de México, 1985) Socióloga e investigadora feminista, Maestra en estudios de la mujer por la UAM-X. Cofundadora de CoCu (Colectiva Cuerpa), Feministas de la UAM-X, Me gusta menstruar y creadora de Tallercitas feministas (espacio para la formación política feminista). Especialista en teoría feminista, desde donde trata los temas de maternidad, economía feminista, acoso callejero, vientres de alquiler, relaciones de género, gordAfobia y más. Apasionada por la música, el cine y la literatura, especialmente donde las realizadoras son mujeres.
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