La maternidad puede abordarse desde la crianza feminista, la cual busca no perpetuar ni reproducir las violencias. Además, escucha y confia en las infancias y reconoce que las madres son vulnerables y necesitan pedir ayuda.
“Las madres pueden reconocer que no siempre tendrán el humor para jugar después del trabajo, hacer esto ayuda a los menores a reconocer sus emociones; a los varones que pueden reconocerlas sin ser vulnerables y las niñas que pueden expresar su enojo”, compartió Alejandra Collado, madre feminista y maestra en estudios de la mujer.
La crianza feminista no parte desde el adultocentrismo, donde sólo se le da valor al adulto sino que se ve al niños como un ser humano. “Claro que los adultos tienen un valor desde su experiencia, no por esto son superiores, eso implica darles una escucha activa, comprensión y acompañamiento, más que esta relación de superioridad”, compartió Collado.
“La crianza feminista es un concepto abstracto, es la crianza que ejercemos las mujeres que nos asumimos feministas, sin estereotipos de género donde asumimos que las niñas son libres de hacer lo que quieran con sus cuerpos, donde los niños puedan cuestionar las violencias”, dijo Dafne Ariadna, integrante de la colectiva Crianza Feminista.
También al crianza feminista nos hace conscientes de que las mujeres tienen alrededor de cuatro jornadas, son madres, ejercen las labores de cuidado, tienen un trabajo remunerado, son estudiantes y activistas, actividades que por lo regular son invisibilizadas y tienen grandes aportaciones a la economía, explicó Dafne.
Para Dafne el proceso de maternidad atraviesa por el cuerpo, aunque la crianza si puede ser compartida, incluso ésta puede darse en tribu.
CLAVES PARA UNA CRIANZA FEMINISTA
Alejandra Collado, madre y feminista, nos da una serie de consejos para ejercer una crianza feminista, al cual parte de la escucha activa y la disposición de apreder de los infantes.
1, Voltear al pasado
Mucha de la experiencia es voltear al pasado y pensar qué hubieramos querido para nosotras. Un caso es la violencia sexual, “nos hubiera gustado que nos escucharan y no nos tiraran de a loquitas”, compartió Alejandra.
2, Siembra de la conciencia de los privilegios
Otro punto es hacer conscientes a las crías de los privilegios que tienen, si son hombres, si tienen la posibilidad de ir a la escuela, sobre el color de la piel. Cuando elijan, no se les debe transmitir que hay una superioridad en al elección que si quieren jugar fútbol es más valioso a que si prefieren cuidar a sus juguetes.
3, Aceptar que no son súper woman
Hay que deconstruir la idea de que las mujeres mexicanas son “luchonas” o “guerreras” y que pueden con todo y siempre deben estar emocionalmente disponibles para los demás.
“Una crianza pasa por reconocer que no podemos solas, que necesitamos apoyo, aunque esta acción sea considerado como ‘una mamá egoísta’, hay que reconocer que no podemos con todo, necesitamos descanso, no somos perfectas; es otra cosas de la crianza, se cree que las mamás no comentemos errores, pero sí”, explica Alejandra.
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4. Inculcar el respeto
Inculcar el respeto a las mujeres, no por ser mujeres sino por ser humanas.
Publicado por Crianza Feminista en Miércoles, 28 de abril de 2021
5, No infantilizar a los niños
No hay que infantilizar a los niños por su edad y tampoco consignarles responsabilidades que no les corresponden, “todo a su justo tiempo, que el trato corresponda con todo por lo que las feministas estamos peleando, no asignarles el cuidado de sus hermanos a una edad temprano, todo a su tiempo”, dice Collado.
6. Crianza en tribu
La crianza no sólo es de madre a hija de forma consanguínea, también hay una labor de acompañamiento y crianza hacia los sobrinos o alumnos, cuando es desde el respeto y el amor.
En relación a este punto, Dafne, integrante de la colectiva Crianza Feminista, dice “las mujeres necesitamos una tribu, una red de madres para que estemos bien, para que nos juntemos con otras mujeres, para hablar de lo que no nos gusta, hacer tribu con otras mujer, hablar quejarse y protestar, con otras mujeres sin temor a ser juzgadas”.
En acompañamiento a este proceso de ser madre, la colectiva “Crianza Feminista” comparte información y acompaña a otras mujeres en este proceso. Ellas surgen de la necesidad de asistir a una marcha un 8 de marzo de forma segura, a la que pudieran asistir sus hijos, cuando consideran que pueden propiciar un espacio seguro convocan a una marcha con infantes.
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Publicado por Crianza Feminista en Miércoles, 5 de mayo de 2021