El 26 de abril se conmemora el Día de la Visibilidad Lésbica en diferentes partes de latinoamérica, por lo que este día se ha ocupado de visibilizar la violencia que viven las mujeres lesbianas en la región.
Se ha señalado que en México existe un problema de violencia hacia las mujeres, lo que se suma a una marcada lesbofobia que no se ha logrado erradicar, por este motivo las mujeres lesbianas son doblemente discriminadas tanto por ser mujeres como por sus preferencias sexuales.
La palabra “lesbofobia” no aparece en el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, en su lugar aparece la palabra “homofobia”, definida como la aversión hacia la homosexualidad o las personas homosexuales.
Aunque algunas personas aseguran que las mujeres lesbianas se encuentran insertas dentro del concepto de homosexualidad, y por lo tanto, dentro del concepto “homofobia”, también se utiliza el término “lesbofobia” como una forma de marcar las violencias diferenciadas a las que se enfrentan hombres y mujeres de la diversidad sexual.
La lesbofobia se refiere a la aversión hacia las mujeres que tienen inclinaciones sexuales y afectivas por otras mujeres. De acuerdo con un texto escrito por June Fernández y Andrea Momoitio, publicado en la revista Viento Sur, “la lesbofobia es el rechazo u odio al lesbianismo en cualquiera de sus expresiones, fruto del convencimiento de que la heterosexualidad es la única opción válida de sexualidad. Forma parte de la propia estructura del hetero-patriarcado”.
Pero, ¿cómo identificamos la lesbofobia?
De acuerdo con el Centro de Investigación y Promoción para América Central de Derechos Humanos (CIPACDH), la homofobia o lesbofobia funciona como un mecanismo de defensa en cuatro niveles interrelacionados: el personal, el interpersonal, el institucional y el cultural.
En primer lugar, el personal se presenta cuando una persona tiene la creencia de que las lesbianas merecen odio o lástima. Aquí se engloban creencias como que las lesbianas son genéticamente defectuosas, inmorales o inferiores a las personas heterosexuales.
Frases como “Pobrecitas, no saben lo que hacen” o “Qué horror, eso es pecado y antinatural”, así como la creencia de que es una etapa o una enfermedad, son expresiones lesbofóbicas que contribuyen a la discriminación de las lesbianas.
En segundo lugar se encuentra el nivel interpersonal, caracterizado por afectar la relación entre las personas y transformar esa creencia personal en discriminación. Se puede identificar a través del abuso verbal y físico, así como el rechazo y abandono por parte de familiares y amigos.
LEE: Lesbofobia y misoginia, lo que las lesbianas resisten
A nivel institucional, la lesbofobia se presenta cuando sistemáticamente el gobierno, las empresas, las instituciones educativas y religiosas discriminan a las lesbianas por su orientación sexual. Un ejemplo de ello es negar el acceso al matrimonio para las mujeres lesbianas; otra forma de discriminación puede presentarse al negar algún tipo de servicio de salud.
Finalmente, el nivel cultural al que llega la lesbofobia se presenta en la ideología y el prejuicio promocionado por la sociedad. Así, se cometen actos discriminatorios como la invisibilización de las relaciones lésbicas o fomentar estereotipos sobre este sector de la población. Por ejemplo, se ha normalizado es la sexualización de las parejas lesbianas, volviendo su relaciones objetos de consumo por ejemplo en la industria pornográfica. Aunque también se puede encontrar esta violencia en el diario vivir de estas parejas que reciben ofertas para realizar tríos, hombres pidiéndoles que se besen para ellos y más.
A falta de representaciones bolleras en la historia del arte, he "bollerizado" "El Beso" de Gustav Klimt para vosotras Dos mujeres, un beso los colores de la bandera lésbica #maravilla
— Nazareth Dos Santos (@femi_naza) April 26, 2022
Orgulloso día de la #VisibilidadLesbicapic.twitter.com/0bq5bTuvtq
LEE: Sara García, la abuelita de México era lesbiana
Expresiones de lesbofobia
Identificar lo que reproduce la lesbofobia es una forma de comenzar a combatirla, el lenguaje es una de las principales zonas donde este tipo de discriminación puede presentarse. Te contamos sobre algunas expresiones que perpetúan el odio y los prejuicios hacia las mujeres lesbianas:
Llamar “marimachas”, “tortilleras” o “locas” a las mujeres lesbianas es irrespetuoso, discriminatorio y fomenta el odio o rechazo hacia las mujeres lesbianas.
“Las lesbianas son muy intensas”, es una frase que reproduce estereotipos de género y posiciona a las mujeres como seres que no controlan sus emociones.
“Las lesbianas no pueden tener sexo”. Reproduce la idea de que el sexo es únicamente coitocéntrico y que sin penetración no existe relación sexual. Esa misma creencia reproduce la idea de que son únicamente los hombres quienes deber recibir placer sexual.
“Es una etapa" o "está enferma". Frases como esta replican las ideas de que ser lesbiana no es algo real o que es algo que no debe existir.
"¿Quién es el hombre y quién la mujer?" Esta es una frase que, además de reproducir estereotipos de género, se sostiene bajo la idea errónea de que todas las mujeres lesbianas se identifican con los estereotipos masculinos.
Seguramente has identificado más frases o actitudes lesbofóbicas. En el marco del Día Internacional de la Visibilidad Lésbica, recordemos la importancia de erradicar la discriminación.
Por su parte, las mujeres y disidencias se han organizado para convocar a una Marcha Lencha este 18 de junio para visibilizar las vivencias lésbicas.
Comunicado de Prensa pic.twitter.com/uOr1S326IU
— Marcha Lencha (@MarchaLencha) April 26, 2022
Con información de: CIPACDH y Viento Sur