¿Alguna vez te has dado cuenta de qué color o textura son los fluidos que salen de tu vagina? La gran parte del tiempo nos fijamos poco en nuestro fluidos; sin embargo, son una herramienta que nos ayuda a conocer mejor nuestro cuerpo y conectar con lo que nos pasa. 

Los fluidos vaginales pueden indicar infecciones vaginales, nivel de excitación o nuestros días fértiles. Son completamente normales, pero es importante observarlos para saber que lo “normal” pueden dar mucha información. 

via GIPHY

Existe el flujo o moco cervical, es aquel que está siempre; también permite que los  espermatozoides entren o no entren al útero y lleguen al óvulo, explicó Malvestida en su Guía de Fluidos. El moco cervical también es parte de nuestro sistema inmune. Su color y textura puede variar dependiendo del ciclo menstrual; por ejemplo, los días después de la menstruación es menos y más seco, mientras que los días antes es más blancuzco y espeso. 

Por otro lado, está el líquido de las paredes vaginales y se caracteriza por ser un lubricante natural. Cuando hay excitación la vagina produce más de este líquido. También existen las descargas vaginales, que suceden aproximadamente cada cuatro horas, según la Guía de Fluidos; esta es una combinación del flujo cervical, líquido de las paredes vaginales, y algunos sólidos para mantener sana y limpia a la vagina. 

Es momento de hablar de la eyaculación femenina, un líquido lechoso y espeso producido por nosotras con contenido de proteínicos. Este líquido nace por las glándulas parauretrales que están dentro de la esponja uretral, punto G o próstata femenina. El objetivo principal de este líquido es detener la pipí al estar excitada. 

Por último, existe el squirting, un líquido conformado por variables de urea, creatinina, ácido úrico y líquido liberado por las glándulas parauretrales, explicó la guía. Esta es otra forma de eyaculación. 

Con información de Malvestida 

asl