En teoría y de manera independiente cada partido político tiene sus propios espacios de formación. El objetivo es preparar a sujetos sociales para poder ejercer un cargo de este tipo una vez que tenga el conocimiento y las herramientas para poderlo hacer; algo que no vemos en este proceso electoral sino una ausencia de gente no formada que ocupará un cargo público y político, lo cual no es poca responsabilidad ya que son los encargados y responsables junto con la sociedad civil de llevar a mejores rumbos a nuestro país, aminorando los rezagos y brechas existente en el menor de los tiempos. 

Esta ausencia de formación se refuerza cuando vemos  desfilar a actores, actrices, y gente pública, como Lupita Jones, Jorge Hank Rhon, Romel Pacheco Marrufo, Alfredo Adame, un enmascarado que no tiene idea de las siglas LGBTIQ+, una candidata en Metepec que amenaza a su homólogo con hacerle “algo” a su hija, estados o municipios donde el crimen organizado define qué partido y persona ganará, un despliegue de asesinatos de candidatas y candidatos, un Salgado Macedonio en Guerrero que aun y cuando tiene desde hace años denuncias de abuso sexual lo mantuvieron hasta el último momento, y fue destituido por no presentar gastos, no por las denuncias, además de haber sido sustituido entonces por su hija, lo cual me recordó a la práctica histórica de heredar las plazas docentes en la SEP, sin prestar mayor atención a su perfil y al deseo de servir.   

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EL PANORAMA POLÍTICO

El próximo 6 de junio concluirá en las urnas el proceso electoral federal, local y en diversos cargos en los 32 estados del país en este 2021 lo cual es relevante, primero por el número de renovaciones y reelecciones en cargos públicos y partidos políticos, aproximadamente 21 mil. Segundo, porque seguimos en contingencia a causa del covid-19, por lo cual se ha realizado dicho proceso de una manera diferente, utilizando nuevas estrategias, principalmente utilizando las redes sociales a fin de no vulnerar la salud de las y los ciudadanos.

El tema de la capacitación política y la formación de nuevos liderazgos forma parte de la participación de la sociedad civil, la cual tiene una función fundamental dentro del ámbito social, ya que en ella confluyen la diversidad de sectores sociales: indígenas, campesinos, urbanos, diversidad sexual, infancia, mujeres, jóvenes, personas mayores, entre otros.

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Nuestro panorama político cada vez más resquebrajado, menos posible de sostener, tal vez una vez más, tenga que salir la sociedad civil a sostener lo que desde el estado  no ha podido, porque además olvidó y “castigo” justo a las organizaciones sociales.

Sin embargo, lo que hemos podido ver es que algunos partidos no han seguido dicho protocolo y han convocado a actos políticos sin cuidado alguno, y en otros casos han implementado su publicidad desde los estereotipos, vulnerando los derechos humanos, específicamente el de las mujeres cuando en sus imágenes se utilizan “cuerpos voluptuosos”, “hombres guapos", "actores, deportistas", “representantes de belleza” y canciones “candentes”.

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Cuando una mira este tipo de “spot políticos” nos lleva a pensar: ¿estos contenidos nos hablan de sus propuestas, perspectivas, perfiles y compromisos de las y los candidatos hacia la política de nuestro país?  ¿Eso es tener una carrera y/o trayectoria política?, ¿en eso se ha convertido la política de nuestro país? Si es así no quiero imaginar cuánto tiempo más seguiremos ampliando las brechas históricas que como país tenemos en el ámbito educativo, en la procuración de justicia, en el tema de las violencias, la salud mental, los derechos laborales,  la seguridad social, y derechos en general.

CAPACITACIÓN

Recordé entonces, que por ahí de 1997 desde Casa y Ciudad, una organización en la que participe, proporcionaba apoyo técnico y formativo a las organizaciones sociales urbanas en la Ciudad de México y ahora lo sigue haciendo también en otros estados. En ese tiempo, dentro del área de educación se construyó con el apoyo de académicos, académicas, y liderazgos sociales entre otros, la Escuela de Formación Urbana, dando respuesta a una necesidad histórica-social de ese momento para la formación de la organización social, el fortalecimiento de dirigencias democráticas, fincada en el conocimiento y análisis de la realidad. Esto fue necesario en un contexto político en el cual los dirigentes de diversas organizaciones urbanas ocuparon puestos de elección popular, lo cual hizo que surgieran nuevos retos para las organizaciones sociales, uno de ellos fue la capacitación de una nueva generación de dirigentes y dirigentas.

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Finalmente, parece urgente priorizar la formación de nuevos liderazgos, no solo con la participación masculina ya que desde el estereotipo que las decisiones políticas y públicas están a cargo de los varones. Ahora es necesaria también la participación de las mujeres. Si bien la preparación de las mujeres en esto temas ha sido lento una de las experiencias más actuales fue la convocada por Las Constituyentes, Kinal Antzetik, Grupo de Mujeres de San Cristóbal de las Casas, COMALETZIN, Derechos Humanos de la Mujer Nääxwin, y muchas más que con financiamiento y sin él siguen trabajando por una sociedad más justa, persiguiendo la utopía humana de que algún día podremos compartir una sociedad diversa, de respeto y un poco más equitativa.

Norma G. Escamilla Barrientos es licenciada en pedagogía por la Facultad de Filosofía y Letras en la UNAM y tiene maestría en psicoterapia psicoanalítica por el Centro Eleia, A.C.

@EscamillaBarr