“¿Cuánto le costó?, ¿quién se la cogió?, si es una puta sudaca tercermundista”, con esta frase Mon Laferte abre “Tenochtitlán”, su nuevo sencillo después de dos años. Una frase poderosa que da directo al hígado del sexismo latinoamericano. Con juegos de palabras, distorsiones, rezos y ecos, Mon Laferte regresa a la escena con un trabajo multisensorial.
Te compartimos algunos datos interesantes y referencias que te harán querer conocer o darle otro vistazo a este proyecto audiovisual que se acompaña del trabajo de la directora Camila Grandi, quien nos regala secuencias bellísimas sobre el escrutinio, el sexismo, la muerte, la familia y la lapidación de las mujeres en los pasajes bíblicos.
“Escuchen la canción sin la imagen, y después con el video, son dos experiencias diferentes. Cierren sus ojitos que es un viaje, una experiencia y después, con el video es otra historia” (Mon Laferte en su video promocional)
Fotografías familiares y mensajes ocultos
¿Notaste que en un principio hay fotografías familiares?
Uno de los elementos más frecuentes a lo largo de todo el video son las ráfagas de sangre que manchan paredes, sábanas y ropa. Es así que, en las secuencias veloces de estas fotos familiares, a la altura del corazón, comienza a brotar sangre del pecho. En la foto del padre, en cambio, sólo se muestra el rostro desfigurado.
El ambiente, desde el inicio, se siente tenso y es la antesala del corte del video, incluso mucho antes de escuchar la primera frase en voz de Mon Laferte.
La influencia de Graciela Iturbide
María Graciela del Carmen Iturbide Guerra, es una fotógrafa nacida en 1942 en la Ciudad de México. Su trabajo se destaca por una fuerte esencia de misticismo, rituales, inquietudes, muerte, naturaleza y simbolismos de la cultura mexicana.
Con casi una veintena de premios internacionales, Graciela Iturbide dedicó su trabajo a convertir escenarios cotidianos en algo salido de un cuento surreal. Entre rostros de personas, funerales, catolicismo ferviente, arreglos florales, santos y una serie de lugares comunes de la mexicanidad, el ojo de la fotógrafa da origen a historias fantásticas.
Estas referencias se encuentran palpables en “Tenochtitlán”, pues la misma Camila Grandi decidió hacer una oda al trabajo de Graciela Iturbide y también, mezclarlo con una película: La pasión de Cristo.
Esta fusión entre la crucifixión y el trabajo de Graciela Iturbide da origen a un video recrudecido, oscuro y poderoso, pero también, sobresalen los rostros de las mujeres rodeadas de flores que acompañan a Mon Laferte a lo largo de toda la canción.
¿Qué significa “Tenochtitlán” de Mon Laferte?
En el video, Mon Laferte aparece rodeada de piedras que son colocadas por diversas personas a su alrededor, con el objetivo de cubrirla por completo. Este pasaje nos aproxima a una referencia bíblica: María Magdalena.
Desde el año 591 el Papa Gregorio I se refirió a María Magdalena, mujer que vivía en la ciudad de Galilea y que según los pasajes sagrados se encontraba poseída por siete demonios al ejercer el trabajo sexual, como “la mujer adúltera” o “pecadora pública”.
De aquí es que se desprende el siguiente pasaje popular al que hace alusión “Tenochtitlán”:
“Le dijeron: maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio.Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices? Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo. Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: el que de ustedes esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella.”
En el video de Mon Laferte, ella es apedreada por hombres y mujeres hasta que termina lapidada y cubierta de piedras, sin embargo, antes de esta escena aparece una secuencia de moscas, que recuerda al Éxodo de la biblia cuando se desata una plaga en representación de todo lo malo del mundo convergiendo en solo un lugar.
Las mujeres que acompañan, las “mujeres piadosas”
Aunque durante todo el video, Mon Laferte es condenada ante la mirada de las personas. Un grupo de mujeres muxe son quienes la acompañan en todo este proceso, la persignan y la arreglan.
Las secuencias donde aparecen las mujeres muxe son las únicas coloridas, pues aparecen rodeadas de flores de cempasúchil y con trajes bordados. Mon Laferte recibe su bendición y posteriormente, se le ve crucificada. Todas las personas que le arrojaron piedras se han ido.
En una escena de total soledad, las mujeres muxe aparecen, la rodean y se quedan ahí. Esto último recuerda al pasaje bíblico “las mujeres piadosas” que narra que, durante la crucifixión, fueron las mujeres -entre ellas María Magdalena- quienes permanecieron más tiempo al pie del cuerpo de Cristo.
Mon Laferte, mientras tanto, recita el Ave María, pero se llega al final del rezo, sino que repite con insistencia: “Ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte, nuestra muerte, nuestra muerte, nuestra muerte”.
¿Notaste todas estas referencias? Te dejamos a continuación el video, tal vez encuentres otro mensaje oculto en “Tenochtitlán”.