Desde los años 90’s hay registros de “clubs de pajas”, Paul Rosenberg, un hombre gay, asiste a estos clubs desde sus 20 años, ahora tiene un poco más de 50.

Los que asisten a estos grupos son homosexuales, heterosexuales, algunos tienen novia o están casados y disfrutan están en pareja. Lo que van a buscar es “hermandad fálica”, de acuerdo con Nacho, creador de un grupo en Madrid.

De acuerdo con cifras, la mayoría de los miembros del club son homosexuales, en Madrid afirma que 30% no lo son y otro de los dueños de un club en Estados Unidos llamado Rain City Jacks, Rosenberg, afirma que el 10% tampoco.

Lee: ¿Cuál es la diferencia entre género, queer, no binario, trans y más?

La masturbación en grupos tiene historia, antes de que la pornografía fuera tan accesible como ahora, grupos de jóvenes se juntaban en casas para ver pornografía y masturbarse, narra en su nota Guillermo Alonso.

¿POR QUÉ LOS HOMBRES SE MASTURBAN EN GRUPOS?

Las razones para masturbarse en grupos son diversas, algunos de los asistentes creen que es la forma más leal de experimentar su sexualidad cuando están en pareja, “no hay penetración, no hay mujeres”, por lo tanto no hay infidelidad consideran.

 Y otros consideran la masturbación en grupo como una forma de encontrar placer sexual sin engañar a su pareja romántica”, explica Nacho, quien creó un club en Madrid al que llamó “Pajas Entre Colegas”, a esta experiencia la han nombrado “hermandad fálica”.

La hermandad fálica es entendida como la búsqueda de compartir sentimientos con otros hombres. “La masturbación en grupo no tiene nada que ver con el sexo y así lo ve mi pareja, como colegas que comparten tiempo de ocio”, dijo Nacho.

Lee: Beneficios de la masturbación después de los 50

En los clubs se encontraban hombres adultos de todos los rangos de edad, se reunión para masturbarse solos o en pareja.

“Sin alcohol, sin drogas, sin búsquedas infructuosas, sin juegos de poder, sin negociaciones de quién sería activo o pasivo, sin miedo al sida”, escribe en su artículo de El País, Guillermo Alonso.

Es uno de los clubs en Chicago donde Rosenberg conoció a su pareja. Años después quiso volver pero en Seattle no había, así que decidió crearlo, lo llamó Rain City Jacks.

En Estados Unidos hay 18 clubes de este tipo, dos en Australia, dos en Canadá y uno en Reino Unido. En Madrid, un hombre llamado Nacho G., de 43 años, acaba de crear otro., reportó en su nota.

Lee: ¿Qué pasa si dejo de masturbarme?

LA DINÁMICA

Lo que se hace en los grupos no es necesariamente homosexual, pero sí homoerótico. El objetivo es reivindicar lo homoerótico entre hombres hetorosexuales, de acuerdo con Nacho, el creador de un grupo en Madrid.

El club de Estados Unidos de Rosenberg y el de Nacho en Madrid tienen reglas similares, ya que Paul le ayudó a Nacho a crear el suyo, algunas de las reglas son:

1, El precio de la membresía va desde los 20 dólares y por un mes 235 dólares anuales.

2, “Nada de labios pasadas las caderas”, o sea, nada de sexo oral. Los miembros pueden besarse mientras se masturban o masturbarse entre sí.

3, “Nada va dentro de nada de nadie”, lo cual deja claro que el sexo anal también está prohibido

4, Hay un código de pulseras de colores que indican si aceptas a otra persona que te toque o prefieres que no lo haga.

Lo que buscan los clubes de Rosenberg y Nacho es quitarse le vergüenza e ir en contra de la represión, incluso aceptar a otros, como las personas con discapacidad que se sienten incluidos.