Las niñas y niños en situación de calle viven múltiples violencias. Una de ellas es su invisibilización tras la falta de datos que existe sobre el tema, ya que hacerlo sería reconocer la magnitud del problema, reportó María Elena Medina Mora, exdirectora General del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz a la Comisión Nacional de derechos Humanos (CNDH).
En México, la población de niños, niñas y adolescentes concentra un tercio de la población, de los cuales 21 millones se encuentran en condiciones de pobreza, según la Unicef en su reporte de 2017. En el espacio donde se concentra la mayoría es en los cruceros, avenidas, mercados y estaciones del metro de la Ciudad de México.
“Obtener información de este fenómeno es muy complicado porque se trata de una población de difícil acceso y con poca información del universo del que se pretende obtener muestras para realizar entrevistas; se indagan actividades ilegales e involucra actividad criminal porque, en ocasiones, pasa inadvertido por las instituciones a las que se les dificulta reconocer y confrontar la magnitud del problema para proponer soluciones adecuadas”, señaló María Elena Medina Mora exdirectora General del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz.
Existen 100 millones de niñas y niños abandonados en todo el mundo, de los cuales 40 millones pertenecen a América Latina, según los informes del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF). Las edades de esta población oscilan entre los 10 y 14 años, son condenados a intentar sobrevivir en el único “hogar” que tienen disponible, esto es, las calles del continente.
Las razones por las que los niños y niñas están en situación de calle es compleja. Las respuestas varían de acuerdo a su contexto y lugar. También cambian con el tiempo y la situación económica del país. Algunas de las razones es por condiciones de pobreza, desplazamiento debido a desastres naturales, conflictos familiares o huída por abusos familiares, de acuerdo con la organización Street Childen.