Carolyn Ruth Bertozzi, mujer lesbiana, madre, esposa y química ha dedicado desde hace treinta años su vida, sí, a la ciencia bioortogonal/inmunología pero también ha luchado desde finales de los ochentas por generar espacios más inclusivos en un área que, históricamente ha sido ocupada por hombres.
El pasado 10 de diciembre, Carolyn recibiría el Premio Nobel de Química por su contribución a la química bioortogonal que se define como una clase de reacciones que exploran las células de manera poco agresiva y permite obtener un resultado sobre el estado de las moléculas, con este resultado arrojado, se logra orientar los productos farmacéuticos de una manera más certera; todo un parteaguas para tratar a futuro con mayor precisión algunos tipos de cáncer de una manera más amigable con el sistema.
Durante su discurso, la química no sólo agradeció a su equipo de trabajo y a su familia, sino también reconoció lo importante que fue para ella desenvolverse en un espacio inclusivo, pues esto le permitió ir en contra de todas aquellas reglas arcaicas de los laboratorios de ciencia donde impera el género masculino.
“Empiezas a sentir que no tienes que seguir las mismas reglas que el resto. Mientras otros pensaban que era una locura hacer química en seres vivos, mi grupo dijo: ´nosotros somos diferentes, hagámoslo diferente´. La diversidad nos dio libertad”, reconoció la Nobel de Química.
Con esto, Carolyn señaló que su éxito en esta área tan sexista se debe a su propia diversidad: “no sé si estaría aquí sentada de no ser por eso” y también, agradeció el haber podido trabajar desde los noventas con mujeres que le brindaron una perspectiva diferente para concebir la ciencia; una revolución de pensamiento y actuar.
La representación de mujeres en espacios que históricamente no “debemos” ni “podemos” ocupar es fundamental para abrir caminos y Carolyn lo tiene muy claro, pues con ironía, comentó que en un mundo perfecto a nadie debería importarle tu orientación ni tu género, sin embargo, no vivimos en ese mundo de perfección sino en uno de constante discriminación atribuido a razones culturales, sociales e históricas.
“Si hubiera nacido en otra parte del mundo, todo habría sido diferente porque hay sitios donde, por el simple hecho de ser lesbiana no estaría a salvo. En la medida en que las personas viven en lugares donde son perseguidas y buscan una razón para tener esperanza (…) si yo puedo ser alguien que les dé esa esperanza, me sentiría muy feliz”, concluye para EFE.
Las mujeres en los Premios Nobel de las Ciencias
En Fisiología y medicina, Svante Paabo se llevó el premio por sus descubrimientos sobre los homínidos extintos; Katalin Karikó competía en la misma categoría por ser la pionera de las vacunas del ARN mensajero (incitación a generar defensas contra infecciones desconocidas) que salvó millones de vidas durante la pandemia de COVID-19; no recibió el galardón.
En Física, los tres reconocimientos fueron ganados por científicos varones. Finalmente, se anunció la concesión del Premio Nobel de Química, donde se reconoció el trabajo de Carolyn Ruth Bertozzi y sus dos compañeros, Morten Meldal y Barry Sharpless.
La revista especializada Mujeres con Ciencia, tildó de bochornosa la escasez de mujeres galardonadas y señaló que el reconocimiento de Carolyn representó una excelente noticia para las científicas que se encuentran resistiendo en este sector; lo valioso de la representación.
Carolyn, es la octava mujer en la historia de los Premios Nobel de Química en recibir este galardón y se une a la lista conformada de la siguiente manera.
- Marie Curie (1911)
- Irène Joliot-Curie (1935)
- Dorothy Crowfoot Hodgkin (1964)
- Ada Yonath (2009)
- Frances Arnold (2018)
- Jennifer Doudna (2020)
- Emmanuelle Charpentier (2020)
- Carolyn Ruth Bertozzi (2022)
Finalmente, acá algunos datos abrumadores que nos recuerdan que las ciencias, en pleno siglo XXI continúa siendo un terreno donde la brecha de género es imperante.
- Nobel de Física: 4 mujeres de 222 personas premiadas
- Nobel de Química: 8 mujeres de 189 personas premiadas
- Nobel de Medicina y Fisiología: 12 mujeres de 225 personas premiadas
Las mujeres en la ciencia existen y resisten en el anonimato. Sobre esta línea, es prudente recordar a Yvonne Barr, quien descubrió la relación del virus del herpes con el cáncer linfático, sin embargo, su trabajo fue desdeñado por la comunidad de científicos y no logró conseguir un empleo fijo (en palabras de su esposo), por lo que decidió volver a su ciudad natal para convertirse en maestra de química; murió hace cuatro años y su nombre, aún parece desconocido, pese a que el 95% de los humanos poseemos un virus en honor a su apellido: Barr. Al igual que Barr, existen centenares de mujeres que descubrieron, fueron olvidadas, excluidas y ultrajadas en la historia de la ciencia por lo que difundir el mensaje de Carolyn es un símbolo de lucha y sí, como ella comentó, también de esperanza para las generaciones futuras.